Las grandes protagonistas de una jornada de alto valor para CAF.

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Nina, Raquel, Zulma y Mónica, las mujeres homenajeadas por CAF y por qué ellas

Nina Szwec, Raquel Russi, Zulma Perdomo y Mónica Segovia son las cuatro damas que fueron distinguidas por Cooperativas Agrarias Federadas en el marco de este 8 de Marzo
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08 de marzo de 2023 a las 12:16

Nina Szwec, Raquel Russi, Zulma Perdomo y Mónica Segovia son las cuatro damas que fueron distinguidas por Cooperativas Agrarias Federadas (CAF), considerando sus destacados aportes al cooperativismo con base en diversos roles y en el marco de un nuevo Día Internacional de la Mujer, conmemorado este miércoles 8 de marzo.

Este martes 7 las cuatro mujeres fueron recibidas en la sede de CAF, donde fueron reconocidos sus aportes, compartieron sus testimonios y recibieron un obsequio recordatorio de esta instancia, en un momento de alta relevancia para la entidad anfitriona y cada una de ellas.

Nina Szwec y Raquel Russi son dirigentes del cooperativismo agrario, Zulma Perdomo es dirigente del cooperativismo de vivienda y Mónica Segovia es trabajadora desde hace muchos años en CAF.

El perfil de cada dama homenajeada, que fue compartido durante la actividad de este martes:

Perseverante y valiente

Nina comparte su vida con Néstor y tiene 2 hijos, Nadia y Nathanael, quienes están estudiando en Montevideo. Su familia la considera un pilar, dicen que es la que sostiene a cada uno, en todas las áreas de la vida.

Se crió en el campo y fue a la escuela rural. Actualmente vive en la ciudad de Salto y, junto a su hermana, tiene un establecimiento en el departamento de Artigas, dedicado a la ganadería. Administra muy bien sus tiempos, de forma que logra un equilibrio perfecto entre la familia y el campo, dos aspectos que requieren de su atención los siete días de la semana.

A Nina la describen como una mujer perseverante y valiente, que no se rinde frente a la adversidad. Lo que se propone lo consigue. Además es muy servicial, no importa si está cansada, ella está a la orden para lo que el otro necesite.

Su papá fue directivo de CALSAL durante muchos años. Ya desde pequeña, Nina solía acompañarlo a la cooperativa, hasta que un día la invitaron a integrarse y así es como hace más de 30 años que está vinculada a la directiva. Nina fue la primera mujer en integrar la directiva de CALSAL.

Como mujer rural dice que “hoy el camino es más sencillo que hace 30 años, porque la sociedad ha cambiado. Ahora hay más mujeres al frente de empresas rurales y más mujeres integrando cooperativas agrarias”. Dice que “quienes vivimos del campo aprendemos a ser resilientes porque pese a las distintas circunstancias que puede imponer la naturaleza, al otro día tenemos que tener la fortaleza de levantarnos y empezar de nuevo”.

Exigente y entusiasta

Raquel es un buen ejemplo de una vida dedicada al ruralismo. Hace poco se retiró de la producción ganadera tras 34 años de actividad. Fue presidenta de la Cooperativa CALIMA y tuvo un largo recorrido vinculado a CAF.

Si bien nació en Montevideo, creció entre tareas de campo, como la producción de vino y sidra, y la de árboles frutales.

A medida que fue creciendo, comenzó a frecuentar lugares que no eran lo común para una mujer: “Me miraban raro cuando decía que iba a la herrería, a la barraca o a llevar la tropilla. Siempre tuve una vida mezclada, entre el quehacer de los hombres en las tareas rurales y mis tareas más específicas”, cuenta.

Se casó, se fue a vivir a Progreso y tuvo cinco hijos. Pero con 56 años, compró 400 hectáreas de campo y sierras, adquirió 35 ovejas, y hasta hoy recuerda que los ahorros se le terminaron enseguida.

En 1996 la cooperativa CALIMA atravesaba un momento muy crítico, en ese entonces Raquel era la presidenta. Fue la responsable de nuclear a los socios y lograr que, en vez de quedarse con los ladrillos, se quedaran con la gente, cerca de la gente, y eso hizo al éxito de CALIMA.

“Arriesgarse” e “innovar” son dos conceptos que han acompañado el trabajo de Raquel, de un perfil exigente, pero entusiasta y siempre muy divertida.

Raquel es una persona de vanguardia, tratando de buscar lo nuevo, lo distinto, lo que habla de su espíritu joven que busca siempre hacer las cosas mejor.

Dice que: “Como cristiana y productora, involucrándome en la cooperativa puedo trabajar por los productores, es lo que tenemos que hacer todos, trabajar por el prójimo”.

Raquel Russi.

Enamorada del buen cooperativismo

Zulma nació en Montevideo, más específicamente en las calles Millán y Castro, en el barrio Prado. Creció junto a su papá, su mamá y su única hermana Maria Luisa, con quien mantiene un vínculo muy estrecho, a pesar de la distancia que separa Madrid de Montevideo.

Quien la escucha, fácilmente percibe en su voz, entusiasmo por la vida.

Hace más de 40 años que está involucrada activamente con el movimiento cooperativo, abriendo espacios para las mujeres, e involucrándose en causas cruciales, como el logro de la vivienda digna para los uruguayos.

En los últimos años, se ha comprometido activamente en causas vinculadas al adulto mayor, y dice: “A pesar de mis años, tengo mucho para aportar”.

Fue gran compinche de nuestro querido expresidente, Jean Pierre Hounie, con quien solía debatir quien tenía pendiente regalarle una rosa al otro.

Zulma se define a sí misma como “una cooperativista por devoción, enamorada del buen cooperativismo”, y defiende con mucho entusiasmo que “el cooperativismo es una religión. Valoro y respeto el trabajo en grupo”.

Quienes desde CAF han tenido la posibilidad de compartir con ella espacios de trabajo, por ejemplo en CUDECOOP, dicen haber encontrado una par a la hora de defender el cooperativismo agrario.

Mujer comprometida, muchas veces en causas que ni siquiera eran propias, poniendo a los demás en el centro, por el bienestar colectivo. Incansable y de avanzada, son adjetivos que la definen muy bien.

Siempre con “la camiseta puesta”, Zulma ha sabido transmitir el mensaje del cooperativismo como valor y forma de vida.

Zulma Perdomo.

Cultivadora de compañeros y amigos

Mónica nació y creció en Montevideo. Es mamá de Mateo y Ariadna, y comparte su vida con José.

Es una gran cultivadora de compañeros y amigos entrañables.

De niña solía irse de vacaciones junto a sus padres, a la casa de su tío, en el campo de Carmelo, etapa que recuerda con mucha alegría.

Ingresó muy joven a trabajar en CAF, con solo 24 años. Muy efectiva en su trabajo, al principio con cierta reserva, que se va disolviendo conforme la confianza avanza.

Trabajó hasta 1991, porque en 1992 se fue vivir a España, donde nació su primera hija “Tachi”. Para 1994, había vuelto a vivir a Uruguay, y por las vueltas que da la vida, porque estaba ya escrito, o porque es realmente buena haciendo lo que hace, el gerente de CAF la volvió a llamar. Fue una decisión fácil: ya conocía su valía.

En estos años, la vimos ser madre, construir su familia, afrontar malos momentos, recuperarse y seguir en forma constante. La llegada de Mateo, su segundo hijo fue compartida en un Consejo Directivo de CAF con mucha alegría: “¡Vamos a tener un nuevo integrante de la familia CAF!” comentaron. Y ella quedó “chocha”.

Quienes la conocen, la describen como una mujer entusiasta, ocupada en hacer sentir especial al otro, siempre prestando atención a los detalles, desde una sensibilidad que le hace muy bien al conjunto.

Es el eje y centro de CAF, por ella pasan desde los proyectos más grandes hasta el canapé que te vas a deleitar en la asamblea. Es una aguda observadora, muy trabajadora y excelente compañera.

Siempre trató de compaginar los distintos aspectos de la vida, con éxito. “Nunca me quedé con ganas de hacer cosas. Me siento feliz, completa”, dice.

Mónica Segovia.

Apoyo a mujeres cooperativistas

Desde sus inicios, CAF ha desarrollado distintos programas, proyectos y actividades para apoyar a las mujeres vinculadas al sistema cooperativo agrario, y fomentar su inclusión en los espacios de decisión y de gestión de las cooperativas.

Esta actividad se enmarca en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, que tiene como objetivo reflexionar activamente sobre las condiciones de vida y trabajo de las mujeres en todo el mundo, así como fomentar acciones tendientes a mejorarlas.

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