Abro este Pícnic con una obviedad de esas que te cambian la vida. Aprender, esa cuestión tan básica como complicada, nos hace mejores de formas inesperadas. Aprender algo, cualquier cosa, desde una verso hasta un algoritmo, es lo que me impulsa a levantarme cada día, con cansancio y hastío a veces y con entusiasmo e inspiración, otras. Aprender es la frutilla de la torta siempre, es lo que te impulsa a seguir, a descubrir cuestiones sobre el mundo que cambian tu perspectiva sobre vos mismo y quienes te rodean.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá