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Objetivo 2018: que el presidente chino visite Uruguay en noviembre

El gobierno trabaja para que el presidente chino visite Uruguay este año, situación que exige algunas condiciones
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11 de enero de 2018 a las 19:00
Cuando el canciller chino WangYi aterrice en el aeropuerto de Carrasco el próximo 23 de enero estará haciendo algo más que generar el único hecho relevante de alta diplomacia que sucederá en el verano uruguayo y cortar una sequía de 25 años sin que un ministro de Relaciones Exteriores chino visite el país.

La llegada de WangYi –que informó El País el domingo 24 de diciembre- tiene además el potencial de transformarse en una instancia preparatoria para la visita del presidente Xi Jinping, uno de los tres líderes más importantes del sistema internacional contemporáneo, dijeron a El Observador fuentes de gobierno.

Por eso la administración del presidente Tabaré Vázquez pondrá la atención en el mínimo detalle para que la visita de WangYi sea un éxito y propicie la llegada del presidente chino cuando viaje a la cumbre del G20 en Buenos Aires en noviembre.

En junio de 2016, el ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa, visitó Pekín y tuvo un encuentro con WangYi. Ese viaje resultó auspicioso para la visita de estado que Vázquez encabezó cuatro meses después.

Xi ya visitó a todos los países de América del Sur con excepción de Uruguay, Bolivia y Paraguay (que aún tiene relaciones con Taiwán). Cuando el presidente chino hace giras por América Latina visita entre tres y cinco países por vez. Fuentes de la cancillería dijeron a El Observador que Uruguay sería una "parada obvia" en el camino de Xi hacia Buenos Aires.

Ante la consulta de El Observador, desde la embajada de China en Montevideo dijeron que se "seguirán manteniendo contactos estrechos con Uruguay sobre los intercambios de alto nivel de ambos países".

Las fuentes uruguayas consultadas advirtieron que se deben dar las "condiciones" para que el arribo de Xi se transforme en un hecho. Eso incluye lograr avanzar en la agenda cooperación financiera, en los proyectos de infraestructura, en la diversificación de áreas para potenciales inversiones y en dinamizar el sector de servicios.

También se esperan importantes visitas ministeriales a China de parte de las carteras de Industria y Ganadería, Agricultura y Pesca junto a empresarios de esos sectores.

Desde la cancillería estiman que si Uruguay responde positivamente a todos esos mensajes estará en condiciones de recibir al mandatario chino, luego de 17 años de la última visita de un presidente chino a tierra oriental. En aquel momento el expresidente Jorge Batlle recibió a Jiang Zemin.

La llegada de WangYi también ocurre en un momento de especial importancia para el vínculo bilateral. En febrero, Uruguay y China celebrarán tres décadas de relaciones bilaterales desde que el gobierno de Julio María Sanguinetti decidió salir de la zona de influencia de Taiwán.

La diplomacia china estima que la visita del canciller "marcará el buen inicio para una serie de eventos de celebraciones para el trigésimo aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas".

Acuerdo comercial

Aunque en China el canciller tiene un rol más político que comercial (de hecho en ese país hay un ministro de Comercio y agencias que se encargan especialmente de dar seguimiento a estos asuntos), la llegada de WangYi será una buena oportunidad para probar la temperatura de cara a un futuro acuerdo comercial.

El paso natural que China ensaya con todos sus pretendientes para liberalizar el comercio es la realización de un estudio de factibilidad conjunto. Hasta el momento las autoridades de ninguno de los dos países hicieron público el tema que, no obstante, está en la agenda según reconocen los chinos.

"China está dispuesta a fortalecer las cooperaciones económicas y comerciales con Uruguay constantemente y dar inicio al estudio de factibilidad cuando las condiciones estén dispuestas", dijeron desde la embajada en Montevideo.

En su visita, WangYi velará por el estado de la asociación estratégica que surgió de la declaración conjunta de los dos presidentes en octubre de 2016 y que manifiesta la voluntad de avanzar hacia un Tratado de Libre Comercio.

Interés inédito

Esa asociación ya dio sus frutos a Uruguay que recibe cooperación china como de ningún otro país en la tierra. "China es el primer país cooperante de Uruguay", dijo la directora ejecutiva de la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional (AUCI), Andrea Vignolo a El Observador.

La jerarca entiende que el cambio fundamental se dio con el nuevo estatus que tomó la relación bilateral, lo cual posibilitó que entre 2016 y 2017 se ejecutaran unos US$ 3.2 millones. Hay muchos acuerdos que se cerraron en 2017 y que se van a ejecutar entre este año y el próximo.

El Ministerio de Defensa Nacional ha sido una de las carteras que más se ha visto beneficiada, con cerca de US$ 3 millones en equipamiento. Este martes se firmó un nuevo acuerdo de asistencia militar con China.

Pero la beneficencia china también aportó para educación, ciencia y tecnología (con US$ 2,5 millones para una escuela de tiempo completo en Casavalle y US$ 1 millón para la construcción de un laboratorio), para el Ministerio del Interior (renovación de la flota de bomberos y la instalación de cámaras) y para dotar de equipamiento al Sistema Nacional de Emergencias (Sinae), entre otros.

Además de donar equipamiento, los uruguayos tienen más posibilidades de capacitarse con especialistas chinos.

En 2016, 40 técnicos del área ferroviaria tomaron cursos de actualización en el país oriental.

En 2017 hubo cinco seminarios –tres en el país asiático y dos en Uruguay- que abarcaron temas como la investigación de la soja, medicina tradicional china y logística. Vignolo quedó sorprendida cuando 230 personas se interesaron en un curso intensivo (2 semanas, ocho horas por día) de idioma y cultura china que se dictó en Montevideo. "Hay algo distinto en la percepción de la sociedad respecto a China", valoró la jerarca.

También se multiplicaron las becas para capacitarse en el país oriental. Mientras que en 2016 China le ofreció a Uruguay 62 becas, en 2017 se ofertaron 247 becas. Además, este mes viajarán 80 deportistas uruguayos de varias disciplinas y de alto rendimiento para entrenar durante tres meses en ese país, una experiencia que comenzó en 2016 y que se repetirá en los próximos tres años.

Un nuevo paradigma en cooperación

El caso de la construcción de la escuela de tiempo completo en Casavalle es emblemático en tanto que trae una nueva modalidad de cooperación con China. Tradicionalmente, el país asiático entrega sus donaciones en infraestructura con llave en mano, es decir, se encarga de todos los aspectos vinculados a la construcción.

Las autoridades uruguayas manifestaron que esa forma no era compatible ni con las leyes ni estándares uruguayos. Tras un largo proceso –la idea de la escuela data de 2006-, el gobierno chino aceptó que aportará los fondos (US$ 2.5 millones) para construcción de la escuela y que Uruguay se encargará de todo el proceso (el diseño y la construcción).

El llamado a licitación se hará en los próximos días.

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