El Vesubio reina majestuoso sobre Nápoles. Ni locales ni viajeros osarían hoy desafiar su poder. Los moldes de los cuerpos calcinados en Pompeya, obtenidos de los esqueletos sepultados tras su erupción, a principios de la era cristiana, son un recordatorio estremecedor. El volcán había comenzado a dar señales unos días antes, pero algunos pompeyanos no abandonaron la ciudad, o lo intentaron cuando ya era demasiado tarde. Murieron abrazados por una nube volcánica, cuya temperatura se estima entre los 300ºC y 600ºC.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá