Por su parte, Alejandro Magnani y Roberto Torres (Fiat 128) se impusieron en la categoría Velocímetro.
La carrera, tras cinco días de intensa competición, finalizó con los cuatro primeros equipos separados por escasas 61 centésima de segundo. Sergio Mendez-Ricardo Duhart (BMW 2002), Alejandro Monfort-Gabriel Anselmi (VW Variant) y los argentinos Miguel Gómez-Christian Alvarez (Peugeot 404) que así arribaron a la meta, fueron los cuatro equipos protagonistas de ese desenlace milimétrico.
Impactante, emotivo y de incierto final. Así fue el desarrollo de la 8ª. Edición del Gran Premio 19 Capitales Histórico que ambientó cambios constantes en el liderazgo de la clasificación general.
Hasta Salto, punto final de la tercera jornada, los binomios Carlos Bermúdez-Tincho Bermúdez (Alfa Romeo) y Walter Garrido-Pablo Bustamante (Ford Cortina), eran los únicos que se distribuían los liderazgos.
Hasta esa ciudad, los trabajos de Alejandro Monfort-Gabriel Anselmi (VW Variant), Daniel Cabeda-Daniel Katunar (Mercedes Benz), Gustavo Álvarez-Jorge Fiestas (BMW 2002) y los argentinos Miguel Gomez-Christian Alvarez (Peugeot 404) fueron excelentes pero no lo suficiente como para quedar primeros.
Por ese entonces Monfort-Anselmi ya dejaban de ser la revelación de la carrera para transformarse en una sensación, cuando daban el batacazo y se ponían primeros entre Salto y Colonia.
En esa etapa a pleno sol del sábado, mientras Monfort-Anselmi ponían a su celeste VW Variant al frente del clasificador para asombro de todos, dos equipos candidatos perdían sus esperanzas. Alvarez-Fiestas y Cabeda-Katunar, quienes estuvieron siempre en zona de definición, caían estrepitosamente al llegar a Colonia para quedar en el décimo y quinto lugar respectivamente.
Una vez más los tramos de tierra fueron claves para consolidar o no posiciones, en especial la prueba No. 35 (Ombúes de Lavalle) donde a varios de los referentes se le “quemaron los papeles”.
A la inversa de aquellos dos, Sergio Mendez-Ricardo Duhart (BMW 2002) y Miguel Gómez-Christian Alvarez (Peugeot 404), consolidaban su repunte y aunque a casi dos segundos de los líderes, mantenían sus expectativas respecto a poder cerrar su carrera de menos a más tomando el mando de la carrera en el momento que más sirve: al final de la quinta y decisiva etapa final entre Colonia y Montevideo.
Mientras tanto y en la categoría Velocímetro, Gustavo Asplanato con su hijo Rafael (Fiat 125), ampliaban en la penúltima etapa la ventaja que fueron construyendo desde el primer día y quedaban con todo a favor para llegar a Montevideo como líderes de la especialidad a cubierto de cualquier sobresalto.
Pero en una competencia signada por los cambios, ¿sería la etapa final la excepción a la regla?
No. Otra vez vino el cambio y con ello la gran victoria de los Bermúdez en el Absoluto y la de Magnani-Torres en Velocímetro.
(Por Mario Rosa, especial para Observa)
