Para el presidente Vázquez la túnica y la moña son tan importantes como el pabellón patrio

Los escolares sentados frente al presidente Tabaré Vázquez este jueves en el Salón de los Pasos Perdidos fueron la excusa perfecta para que el mandatario se sumara al debate sobre la túnica y la moña, que se reactivó luego de que un grupo de padres de Florida pidiera que el uniforme de la escuela pública pasara a ser verde, según informó El País este miércoles.

Vázquez eligió empezar su discurso en el acto por los 100 años del líder sudafricano Nelson Mandela haciendo referencia a los niños vestidos de blanco. "Ustedes son la esperanza de todo el pueblo uruguayo que alimentan profundamente el sueño de un Uruguay cada vez mejor. Dos símbolos en este momento tan particular, la túnica blanca y la moña azul aquí presentes que son casi un símbolo tan importante como la bandera uruguaya y el escudo de nuestro país", dijo.

La posición sobre la importancia de la túnica y la moña como un símbolo patrio no es exclusiva del presidente. Este miércoles, el presidente del Consejo Directivo Central (Codicen), Wilson Netto, se manifestó contrario a cambiar el color y eliminar la moña y dijo que la forma en la que los niños se visten para ir a la escuela es "un claro símbolo de oportunidad, de igualdad". "Simbolizan cómo se ha conformado la República a través de la escuela pública", opinó en rueda de prensa.

La propuesta de los padres, que según informó El País le hicieron llegar a Netto a través de una carta, implicaba "una túnica que no discrimine, el mismo modelo para ambos sexos, de color verde, que refleje la posibilidad de vida en el planeta". El viernes antes de que comenzaran las vacaciones de invierno, el pedido fue analizado por la Asamblea Técnico Docente (ATD). La carta fue enviada pocos días después de que comenzara el año lectivo y Netto se la reenvió al consejo de Primaria, que consideró que tenían que ser los maestros quienes opinaran al respecto. El pronunciamiento se conocerá la semana que viene.

A Vázquez y Netto se le sumó, por ejemplo, la voz del diputado Jorge Gandini, presidente de la cámara baja, quien consideró que "a veces ser conservador es un acto de defensa patrimonial". "La túnica blanca y la moña azul son símbolo y parte de nuestra identidad y patrimonio cultural, tanto como la escuela pública misma. Cuidado, la palanca de los cambios, también tiene marcha atrás", escribió en su cuenta de Twitter.

En la misma línea, la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, dijo que "la túnica blanca y la moña son algo que distinguen a Uruguay en el mundo". "Túnicas blancas hay muchas pero con moña azul solamente es la escuela pública uruguaya de José Pedro Varela", manifestó en Radio Montecarlo.

Pese a que ahora es difícil pensarlas de forma separada, lo cierto es que la túnica llegó bastante antes que la moña a las aulas escolares. La primera pasó a ser obligatoria a partir de 1924, por una resolución del Consejo Nacional de Enseñanza Primaria. El organismo consideró que era la forma de que hubieran menos diferencias entre los alumnos.

La moña empezó a acompañar a la túnica en 1950 por un reclamo que nada tenía que ver con la educación. La por entonces llamada Administración Municipal de Transportes Públicos solicitó que las escuelas tuvieran el mismo tipo de distintivo, que hasta ese momento podía variar según la institución. Ese fue el primer paso para que comenzara a existir el boleto para escolares.