Parque Roosevelt: entre la renovación y los reclamos de los vecinos

Los desacuerdos entre la Intendencia de Canelones y los vecinos cercanos al Parque Roosevelt comenzaron hace unos años con el "Plan Maestro", lanzado por la administración de Marcos Carámbula, que consistía en hacer un llamado a invertir en diversos proyectos que en su mayoría eran privados. De las propuestas que se presentaron fueron aprobadas siete. En el marco de la celebración de los 100 años del parque en 2016, los vecinos reclamaron en contra de cómo la intendencia llevaba adelante su gestión del predio.

"Los 100 años del parque lo encuentran en estado de abandono", escribieron en ese momento los vecinos en una carta, y recordaron que en 2008 la Intendencia de Canelones firmó un acuerdo con el Ministerio de Ganadería, responsable del parque, para hacerse cargo del predio por 30 años. En el acta las partes se comprometieron a "mantener el carácter de parque público", a respetar la "prohibición de tala indiscriminada"; "a plantar dos especies por cada árbol caído o talado y a afectar el personal necesario para conservación, mantenimiento y guardería". Los vecinos que firmaron la misiva señalaron que "la Intendencia de Canelones no ha cumplido". "El argumento único usado por la comuna para privatizar el parque es su propia incapacidad para mantenerlo limpio, cuidado, vigilado o para evitar el robo de árboles" indicaba el comunicado.

A las denuncias por "falta de cuidados", "suciedad", "inseguridad", "tala indiscriminada de árboles", y la instalación de Landia y de Blu park, se suma una nueva inquietud que gira en torno a las declaraciones del actual intendente, Yamandú Orsi, sobre las nuevas obras que se realizarán a partir de iniciativas privadas.

Resuena, por ejemplo, la instalación de La feria de Valencia, una marca española que se dedica a promover exposiciones y certámenes de emprendimientos.

Con respecto a este proyecto, la directora del Parque Roosevelt, Silvia Camejo, dijo a El Observador que será llevado adelante en conjunto con la empresa Odetur S.A, y que "se instalará en la fracción 4 del parque, donde funcionaba la Liga Universitaria".

Por otra parte, Gabriela Machó, integrante de la comisión Roosevelt para todos, aseguró a El Observador que son permanentes las declaraciones de la intendencia sobre "lo que va a hacer" pero aun así "son proyectos bastante inexplicables" porque no se sabe hacia dónde van. Los "dichos de Orsi de hacer un centro de convenciones con una consecución de 50 años son un disparate total, porque la intendencia tiene concesionado el parque por 30 años, de los cuales ya pasaron nueve, así que no es posible", "es un manejo bastante dudoso", se quejó.

Para Machó, el Parque Roosevelt "es una mugre", y agregó que "entran camiones y tiran de todo, hasta heladeras y cocinas".

Este "es un tema que se trata permanentemente con el alcalde", ya que los vecinos piden respuestas sobre por qué no hay vigilancia en el predio. Se preguntan "qué es lo que hace la dirección del parque, porque se supone que si hay una dirección debe haber empleados adjudicados a la misma, que tienen que trabajar", según señaló la integrante de la comisión.

Ante esto, la directora del parque afirmó que todos los días se está recolectando basura, y se está implementando una cuadrilla que va a ingresar en predio para la recolección. "Es una cuestión cultural, no es que el parque no se cuide, es que la gente va directamente a tirar basura teniendo volquetas en todo el departamento", aseveró. "Tenemos denuncias policiales procesadas, tenemos vehículos con matrículas que le hemos cobrado multa por tirar residuos. Nosotros estamos continuamente en alerta con este tipo de situaciones. La verdad, lo que pasa es que es muy difícil luchar desde el punto de vista cultural cuando la gente es sucia y tira basura en un espacio público", sentenció.

En cuanto al Blu Park, el parque de diversiones que comenzó a funcionar en el 2013 y que actualmente no está abierto al público, las constantes quejas de los vecinos por los destrozos de al menos cinco hectáreas de árboles y la acusación por la falta de cuidado y tala indiscriminada siguen vigentes. Sin embargo, la dirección del predio afirmó que todas las obras se hicieron "conforme a lo que se establece en el decreto 71/2013, que reglamenta el uso del parque así como también el área verde que hay que mantener".

"En esta oportunidad se cortaron árboles para la instalación en forma controlada y los estrictamente necesarios, y menos de los que la normativa habilita. Todo quedó demostrado en un juicio. Ya que en dicha oportunidad los vecinos iniciaron uno por motivo de la instalación de Blu Park y la acción fue rechazada por la Justicia en su totalidad", afirmó Camejo.