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Peñarol afianza las ideas de Diego López
¿Qué cambió en este Peñarol versión segunda mitad del año? ¿Qué cosas nuevas mostró el equipo de Diego López? ¿Hubo variantes sustanciales respecto al campeón del Torneo Apertura?
Peñarol terminó su pretemporada de la forma que más le gusta al hincha: ganando un clásico y en la hora, estirando la racha ante Nacional de 10 partidos sin perder. Incluso el técnico se mantiene invicto en seis encuentros contra el tradicional rival: ganó tres y empató otros tantos.
Lo más importante que dejó este encuentro en Boca Ratón fue el andamiaje defensivo que mostró el equipo aurinegro.
Sin uno de sus puntales como Fabricio Formiliano –de los que quedan, el zaguero con mayor experiencia y autor de dos goles clásicos– se podía suponer que la zaga central podía sufrir mucho en este encuentro.
Sin embargo, Diego López se jugó con Juan Izquierdo y el juvenil Enzo Martínez. Con este ya lo había hecho tanto en el clásico de verano como en el que vino enseguida por la Supercopa Uruguaya.
Cualquiera de los dos demostró que está a la altura para ser titular en Peñarol. Martínez ya había enviado señales de su repertorio, pero a su compañero de zaga no se lo había visto mucho.
Pues Juan Izquierdo jugó un partidazo en el fondo mirasol. Quitó por arriba y por abajo, se prodigó en ofensiva y cubrió espacios.
Otro punto positivo fue el despliegue generoso de Agustín Canobbio. Luchó por la banda izquierda, luego por derecha y logró pasar a sus marcadores en una gran jugada para el primer tanto carbonero que materializó Gastón Rodríguez en fuera de juego.
Lo de Canobbio fue el punto más alto de Peñarol en este clásico. En el segundo tiempo bajó un poco las revoluciones hasta que ingresaron Brian Rodríguez y Darwin Núñez. Allí volvió a jugar más suelto y tuvo dos goles en la misma jugada, pero Nacional tiene a Luis Mejía, un fuera de serie que sacó dos goles imposibles.
Dawson versión mil
Si se habla de esa materia, Peñarol tiene a un futbolista espectacular. No es la primera, ni la vigésima, se puede decir que es la milésima vez que se habla bien de Kevin Dawson.
El arquero tuvo dos tapadas sensacionales en la primera mitad cuando el partido estaba 0-0. La primera ante el Chori Castro que le pegó de zurda cruzado y él estiró su brazo izquierdo, y la segunda contra Gonzalo Bergessio que ganó de cabeza –una de las pocas veces que los centrales no llegaron– y con una estirada fenomenal, salvó su arco tirando el balón al córner.
Dawson fue, junto con Canobbio y la zaga central, otro de los grandes destacados del clásico, ya un clásico dentro de lo que es Peñarol.
La experiencia y oficio de Guzmán Pereira –devenido en capitán– y de Walter Gargano para mostrar la ductilidad del doble cinco, también es algo reiterado de los aurinegros.
Pero como se escribió, Diego López se la jugó por los jóvenes en la zaga. Y por allí entonces también se vio en los laterales a Ezequiel Busquets–por derecha– y a Jesús Trindade por izquierda.
Trindade volvió a la posición donde se destacó en Racing tras sumar minutos en Peñarol en el medio. López también lo había utilizado de lateral derecho e incluso en la pretemporada de enero lo probó de zaguero. Es un comodín. También se puede sumar a los que cumplieron en el clásico.
¿Y el Cebolla? Entró faltando un minuto, seguramente no estaba para jugar, pero ese lapso le alcanzó para meter un pase sensacional de 50 metros para el pique demoledor de Darwin Núñez quien a su vez, le ganó a Felipe Carvalho para anotar el segundo en la hora.
Esa mezcla entre juventud y experiencia le dio réditos a López en un clásico que se jugó con pierna fuerte, como todos y en el que Peñarol mostró su mejor cara saliendo de la pretemporada.
