En marzo era todo alegría. Se inauguraba a fines de ese mes el Estadio Campeón del Siglo, un hito en la historia de Peñarol, algo por lo que el club había luchado durante muchísimo tiempo y que parecía una quimera.
En junio y luego de tanto padecer por jugar muy mal, la alegría se extendió porque se consiguió un nuevo título uruguayo luego de tres años. Se sufrió más de lo esperado, pero se consiguió el objetivo con Jorge "Polilla" Da Silva como técnico.
Tan solo 24 horas despúes, Diego Forlán decidió irse. "Me voy porque creo que es complicado el fútbol. Hoy en día las cosas están bien y mañana capaz que no vuelven a estar de la misma manera; me parece que a mi edad pasar por eso otra vez no vale la pena". Y agregó: "El jugador en todas partes del mundo es respetado de otra manera y acá no. Eso duele. Tendría que haber un cambio general. Entiendo el momento complicado del país y a veces es más fácil ir a un estadio a gritar y sacarse las ganas que pagar un psicólogo", dijo en su despedida. Tremenda premonición de lo que vendría.
Se trajeron 11 futbolistas, los mejores del medio y algunos no tanto. Pero se fueron futbolistas de renombre y de peso en el plantel como Luis Aguiar, Guillermo Rodríguez, Matías Aguirregaray y el propio Diego Forlán. El lugar de líder, ya no el de referente, quedó acéfalo. Y ese es uno de los tantos problemas que tiene este plantel. No tiene quien lleve la voz cantante en el vestuario, porque Carlos Valdez, el capitán, tiene una gran trayectoria, pero no lo es.
Lo que no se formó ni con Polilla ni con Fernando Curutchet, fue un equipo. No se logró que esos nombres nuevos que tanto prometían a priori, pudieran plasmar en la cancha lo que habían mostrado con otros equipos, salvo el caso del brasileño Bressan quien pocas veces convenció.
Se jugó una pobrísima actuación ante Sportivo Luqueño en la Copa Sudamericana y este mismo plantel quedó eliminado de entrada.
A su vez, se descabezó las juveniles y ese fue un error que en estas mismas páginas se escribió en su momento porque era hacer lo mismo que se hizo con Víctor Púa hace algunos años. Consecuencia: las divisiones menores de Peñarol que ganaban por destrozo la tabla general de puntos sumados, fue superada en la última fecha por Defensor Sporting.
Mientras tanto, con ese cambio y con la llegada de Curutchet a dirigir a la Primera división, no cambió nada de lo que se venía haciendo con el Polilla Da Silva y el equipo no se encuentra en la cancha.
Si habrán sido meses difíciles en todo sentido que se jugaron tres partidos a puertas cerradas –por hechos de violencia de la hinchada del club– y el clásico ni siquiera se pudo disputar por la misma causa. Era el encuentro en el que al menos algunos pretendían lograr una victoria para que sirviera –aunque más no fuera– de bálsamo, porque de conseguir los tres puntos, no hubieran salvado nada de este semestre para el olvido.
Ante Defensor, el próximo fin de semana, se terminará esta agonía para Peñarol. "¡Por fin!", dijeron a coro algunos consultados por Referí, como un común denominador.
Son tiempos de comenzar con la reconstrucción de Peñarol. Una tarea que no será sencilla.
28 DE MARZO.
El día de la inauguración del Campeón del Siglo con toda la pompa, incluyendo la presencia del presidente de la República, Tabaré Vázquez. Uno de los mejores momentos de Peñarol en los últimos ocho meses.
LA CONSECUCIÓN DEL CAMPEONATO URUGUAYO.
El 12 de junio en el Estadio Centenario, Peñarol consiguió el título, algo que hacía tres años no conseguía. El desorden en la cancha fue tal, que los jugadores y el cuerpo técnico recibieron las medallas en el vestuario. Una vergüenza.
EL BAJÓN FUTBOLÍSTICO MÁS PRONUNCIADO.
Por más que el Uruguayo se ganó con escaso juego, este Uruguayo Especial se arrancó muy mal y el Polilla Da Silva, luego de varias postergaciones, finalmente se tuvo que ir por los malos resultados.
28,6%. Obtuvo el Polilla Da Silva como efectividad en siete partidos de este Uruguayo Especial: ganó uno, perdió y empató tres.
42,9%. Fue el porcentaje de efectividad que logró Fernando Curutchet desde que se hizo cargo –le dieron perdido el clásico ante Nacional–. De siete partidos, ganó tres y perdió cuatro.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá