El porcentaje de positivos sobre el total de tests realizados se reconoce como la tasa de positividad, y es un factor clave para analizar cómo evoluciona la propagación del virus en un país y qué nivel de rastreo tiene un sistema sanitario. Según el consenso de los científicos, una tasa de positividad por encima del 5% o 6% empieza a mostrar una situación complicada en el control y seguimiento de los contagios, mientras que una de 10% es crítica y marca que, seguramente, se están escapando casos sin ser registrados.