Selección > ELIMINATORIAS
¿Por qué setiembre es un mes bisagra para la selección uruguaya?
A lo largo de sus 15 años en la selección, Óscar Washington Tabárez atravesó por todos los estados futbolísticos y anímicos de un plantel. Acumuló registros como para avanzar a los últimos tres mundiales, para el de 2018 holgado en la tabla. Sin embargo, en los partidos de junio y julio, por Eliminatorias y Copa América, descubrió que el fútbol le propone obstáculos nuevos para superar: los últimos 12 partidos de las Eliminatorias para Catar 2022 con la generación que está recorriendo el último tramo del vínculo con la selección, y los nuevos futbolistas que no terminan de asumir el nuevo liderazgo en el campo.
Este viernes, Tabárez anunció una lista de 26 futbolistas reservados del exterior. Con esa nómina, que solo tiene la sorpresa David Terans, otra oportunidad para Joaquín Piquerez y Manuel Ugarte, y los futbolistas que actúan en los clubes uruguayos, el entrenador recorrerá en setiembre el mes que podrá marcar un punto de quiebre.
Por disposición de FIFA, Uruguay jugará frente a Perú, Bolivia y Ecuador en ocho días, con un viaje Lima-Montevideo en el medio. El calendario establece que el jueves 2 de setiembre jugará con Perú, el domingo 5 ante Bolivia y el jueves 9 frente a Ecuador.
Las amenazas de Europa
El calendario que propone las Eliminatorias obliga a Tabárez a recurrir a un plantel más amplio del que habitualmente utiliza, y opciones de recambio para afrontar el exigente calendario.
Esto ocurrirá siempre y cuando los clubes europeos, que quieren boicotear las Eliminatorias Sudamericanas (como ya lo hicieron en marzo) permitan viajar a sus futbolistas.
Este viernes, el World Leagues Forum, que representa a 40 ligas profesionales, rechazó la disposición de FIFA para las Eliminatorias de Conmebol y dijo que apoyará a los clubes que rechacen liberar a sus jugadores.
“Estas decisiones son perjudiciales para las ligas, los clubes, los jugadores y los aficionados”, indicó este viernes en un comunicado. “Si los jugadores sudamericanos se unen a sus selecciones en setiembre y en octubre se perderán partidos con su club, sea debido a la cuarentena o debido a la modificación del calendario internacional”, lamentó la organización, que confirmó que los clubes no han logrado una derogación de la obligación de ceder a sus jugadores a pesar de las restricciones. “En consecuencia, las ligas profesionales apoyarán a los clubes que rechacen liberar a sus jugadores y a los jugadores que rechacen acudir con su selección”.
En este escenario y con la decisión de las ligas de España, Inglaterra y Alemania de no ceder a los jugadores en marzo, razón por la que se suspendió la doble fecha, comenzó la cuenta regresiva para los partidos programados para dentro de tres semanas.
El calendario le plantea a Uruguay, un plantel cuyas figuras superan los 34 años, afinar el plan porque Suárez-Cavani ya no están para jugar tres partidos en ocho días, regresar a Europa, jugar con sus clubes por el torneo local y Champions, y volver en octubre para otra triple jornada.
Un buen antecedente
En la Copa América, el entrenador descubrió que sus mejores momentos de fútbol los experimentó cuando utilizó a uno de los dos goleadores históricos (Suárez o Cavani) y lo rodeó de un ejército de volantes, jóvenes y que juegan en los principales equipos del mundo, que le regalaron a Uruguay descubrir nuevos niveles.
Nandez, Valverde, Vecino y Bentancur, unos metros más adelante De Arrascaeta y De la Cruz y en ataque Cavani (comenzó como titular y cerró el partido Cavani), le dieron a la selección algo que Tabárez fue buscando después que descubrió en esos cinco partidos previos de junio-julio cómo se apagaba la propuesta original (y exitosa durante más de 10 años) y necesitaba recurrir a otras alternativas.
Ante Colombia, por la lesión de De la Cruz, volvió a recurrir a Suárez-Cavani como titulares y Uruguay se despidió del torneo ante Colombia con una pobre actuación.
Un mes de definiciones
Por varias razones, el mes de setiembre marcará un punto de quiebre en lo que tiene por delante la selección.
1) Los rivales (Perú en Lima, y Bolivia y Ecuador en el Campeón del Siglo) son los que Uruguay debe vencer para seguir en zona de clasificación de las Eliminatorias. Ganar los nueve puntos son una necesidad impostergable y encontrar el juego una obligación, porque en octubre la selección tendrá el complejo escenario (que le propuso FIFA con el cambio de calendario) de enfrentar a Colombia, Argentina y Brasil.
2) Si no despega en setiembre, definitivamente la clasificación de Uruguay al Mundial de Catar 2022 se transformará en un asunto en riesgo.
3) Tabárez tiene que redescubrir el plan futbolístico para el cierre de las Eliminatorias. El mediocampo con Nández, Valverde, Vecino, Bentancur, De Arrascaeta y De la Cruz, surge como la mejor opción.
4) El momento de De Arrascaeta. Por edad y rendimientos en Brasil, tiene que asumir un rol protagónico en el juego. Debió demostrarlo en la Copa América y no lo consiguió. Tiene las últimas oportunidades para hacerlo. Las necesidad del equipo le permiten ese espacio.
5) El ataque y los recambios. La oportunidad que puede tener David Terans es un reconocimiento por el gran momento que está viviendo el goleador, y también un aviso para el resto de los delanteros después que el DT tuvo problemas para encontrar quien hiciera los goles sin Suárez y Cavani, en junio-julio. Uruguay sigue extrañando a Darwin Núñez (se recupera de una intervención en la rodilla y no será tenido en cuenta para los partidos de setiembre).
6) En setiembre-octubre jugará la segunda tercera parte de las Eliminatorias (seis fechas de las 18). Es mucho en poco tiempo y decisivo para Uruguay.
7) El regreso del público. Eso que el cuerpo técnico y los jugadores de la selección definieron como un elemento clave. Allí estará en el Campeón del Siglo.
