La llegada de Albert Einstein al puerto de Montevideo fue un caos. El barco, que había partido de Brasil, atracó el martes 24 de marzo de 1925 pasado el mediodía. Iba de camino a Buenos Aires. Esa mañana el puerto estaba repleto de gente. Había periodistas, curiosos, académicos, personalidades del gobierno, de la academia, de la cultura. Llegaron de todas partes, incluso de Argentina.
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