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Proponen juicios con jurado

Con el nuevo proceso penal, hay fiscales y juristas que creen que se deben reinstalar los jurados como ya prevé la Constitución; el fiscal de Corte apoya la movida
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22 de septiembre de 2017 a las 05:00
"Culpable" o "inocente". Es probable que esas palabras le recuerden a alguna película, principalmente de Hollywood. Son pronunciadas por la persona que preside un jurado de 12 miembros conformado por ciudadanos que nada tienen que ver con el derecho pero que resuelven, basado en hechos y en testimonios, si a alguien que cometió un delito grave le corresponde la cárcel o la libertad.

Pero para conocer la figura de un jurado no es necesario recurrir a la ficción. Basta con tomar la Constitución uruguaya y leer el artículo 13 que indica que "la ley ordinaria podrá establecer el juicio por jurados en las causas criminales". De hecho, en el país existieron juicios de ese tipo durante casi 70 años, hasta que en la década de 1930 la absolución del estanciero José Saravia, en el conocido caso de La Ternera, luego de ser acusado de asesinar a su esposa, terminó por sepultarlos.


El desenlace de ese caso enterró a la "justicia popular" no solo en los juzgados, sino también a nivel académico. Hasta que con la reforma del Código del Proceso Penal (CPP), que entrará en vigencia el 1º de noviembre, un grupo de juristas reflotó el tema y avivó una discusión para que, en Uruguay, sean los ciudadanos los que juzguen causas graves, basados en los hechos que la Fiscalía y el defensor les presentan.

Para el fiscal especializado en Crimen Organizado, Carlos Negro, los juicios con jurado "vienen cabalgando en América Latina". En Argentina, por ejemplo, rigen en varias provincias al punto de que en Buenos Aires hay más de 140 personas que ya han sido juzgadas por ese sistema. Negro sostuvo que "no habría impedimento ninguno para que, a priori, ningún país tuviera alguna limitación para adoptar ese sistema" y Uruguay no sería la excepción. "Es un país con condiciones socio educativas y políticas bastante estables, lo cual garantiza que el sistema de jurado tenga una materia prima para establecerse", afirmó.
"Los sistemas acusatorios veneran el sistema de jurado porque es la máxima expresión de la independencia y la imparcialidad" , sostuvo Negro.
Negro no está solo en ese planteo. El fiscal de Corte, Jorge Díaz, fue contundente: "Estoy absolutamente convencido de que ese es el camino", dijo a El Observador. Y el punto de partida de ese convencimiento es que con la puesta en marcha del nuevo proceso penal, el sistema pasará a ser acusatorio, lo que implica juicios orales y públicos en los que dos partes –fiscal por un lado, defensa del imputado por el otro– presentan sus argumentos frente a alguien que juzgará lo sucedido. Tal como está planteado el CPP nuevo, ese "alguien" será un juez. Pero, como prevé la Constitución, podrían ser 12 ciudadanos elegidos.

Si bien tanto Negro como Díaz reconocen que primero hay que ver al nuevo sistema en funcionamiento y esa es la prioridad, creen que la discusión sobre los jurados puede instalarse. "El ciudadano entendería mucho más cómo funcionan las pruebas y probar lo que son los delitos. ¿Por qué no pensar en la figura del querellante y del jurado?", sostuvo Díaz.

En esa línea, Negro explicó que se convoca a un ciudadano a ser parte de un proceso judicial "porque se entiende que la Justicia en los casos más graves debe tener el sentido común del ciudadano como elemento básico".

"El derecho al jurado es una garantía. El sentido común aporta la decisión en base a parámetros lógicos y de la experiencia de cualquier persona. También le aporta independencia, porque los ciudadanos no están sometidos a ningún esquema u organización burocrática. Es un plus a la imparcialidad del sistema acusatorio", argumentó.
"En la región, a raíz de las reformas y del impulso de los sistemas acusatorios, se ha replanteado el tema (de los jurados) con mucha fuerza", afirmó Díaz.
Tan relacionados están los juicios por jurados a los sistemas acusatorios que para el abogado y profesor de Derecho Penal Diego Camaño, es difícil no vincularlos de forma automática. "El modelo acusatorio ideal está pensado en función del jurado y creo que es la discusión que se viene", dijo a El Observador.

A los argumentos de Negro y Díaz, Camaño agregó otro: su "valor democrático". "Hoy en día la gente está acostumbrada a que la Justicia es cosa de técnicos, de profesionales. Pero en realidad la tarea de juzgar es una tarea que se puede realizar perfectamente entre iguales, entre pares. Uno no está analizando técnicamente. Por eso el juicio por jurado no es incompatible con jueces profesionales que son los que conducen todo ese juicio, controlan ciertas reglas y, en definitiva, aplican el derecho", agregó.

Por su parte, Gabriel Valentín, magíster en derecho procesal y vicepresidente del Colegio de Abogados del Uruguay, afirmó que "sería bueno por lo menos tener la apertura para debatir seriamente sobre el tema", y recalcó la necesidad de realizar un estudio sobre cómo funcionaron los jurados en Uruguay y cómo están funcionando en la región, especialmente en Argentina.

"Hay que ir paso a paso. Hay quienes dicen que es la fórmula perfecta del sistema acusatorio", señaló el procesalista.


¿Por qué un grupo de ciudadanos puede decidir si una persona es culpable o inocente si no sabe de derecho? Tal vez este sea uno de los argumentos en contra de los jurados que más resuena.
Negro lo definió como un "mito" y explicó que el análisis de un caso se basa principalmente en "un razonamiento de hechos que se muestran ante quienes lo observan y para eso no hay que saber de derecho". Para imponer la pena, agravantes o atenuantes, sí es necesario que haya un juez pero, argumentó Negro, para saber si una persona es culpable o inocente no hace falta ser abogado.

¿Y no son más influenciables los ciudadanos que los jueces? "Los jueces, los fiscales y todos los operadores judiciales escuchamos, miramos, leemos y todo eso al verlo de alguna forma también nos influye, pero tratamos de tomar las decisiones sin que se vean forzadas por la opinión pública. Y el jurado tiene que fallar por unanimidad y son 12 personas", respondió Negro.

¿Con juicios por jurado pueden haber más condenas? Para el abogado Camaño esa respuesta también es negativa y se basó en datos de la región para afirmarlo: en Argentina condenan menos los jurados que los jueces.

Los argumentos en contra no le hacen temblar la voz a quienes miran a los juicios con jurado como una realidad no tan lejana. Porque, dicen, el cambio del código procesal penal fue un paso y el jurado tal vez sea el siguiente.

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