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Puigdemont pretende declarar desde Bélgica y no en Madrid
Dice que no se fugó, pero se niega a volver "por razones de seguridad"
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02 de noviembre de 2017 a las 05:00
El destituido presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, desistió de concurrir a declarar este jueves en Madrid como imputado de rebelión junto a la plana mayor del independentismo catalán y a cambio solicitó hacerlo desde Bélgica, donde está residiendo en forma temporal.
"No va a Madrid, he propuesto que lo interroguen aquí en Bélgica", dijo a la televisión pública catalana TV3 el abogado Paul Bekaert, que Puigdemont contrató apenas llegó a la capital belga.
"Ya he tenido en el pasado casos como este, en los que se interroga al sospechoso en Bélgica", añadió Bekaert, que llegó a impedir la extradición a España de una presunta miembro de la organización armada vasca ETA.
"Vamos a ver si esta demanda está bien fundamentada y examinaremos si las penas no son desproporcionadas, así como si se respetan los derechos fundamentales", agregó el abogado.
Puigdemont, junto a otros 13 antiguos miembros de su gobierno cesado por las autoridades de Madrid, fue citado a declarar este jueves ante la Audiencia Nacional como sospechoso de rebelión, sedición y malversación de fondos, después de que el parlamento catalán proclamara la independencia el pasado 27 de octubre en el marco del "proceso" secesionista.
Pero Puigdemont, de 54 años, está en Bruselas, donde el martes compareció ante la prensa y estimó que no hay suficientes garantías de que reciba un juicio justo.
En Bruselas le acompañan cinco exmiembros del gobierno catalán, de quienes se ignora todavía qué es lo que harán. Quien sí irá a declarar es el vicepresidente del ejecutivo destituido, Oriol Junqueras.
La ausencia de Puigdemont puede llevar a su detención en Bélgica, si las autoridades españolas lo requieren, y en un proceso de extradición que, dependiendo de su duración, podría hacer que no estuviera de regreso antes de las elecciones regionales previstas para el 21 de diciembre.
Aunque los comicios fueron convocados por el gobierno de Mariano Rajoy tras asumir el control de la administración catalana, los principales partidos independentistas aceptaron participar.
También fueron citados la presidenta del parlamento catalán, Carme Forcadell, y cinco miembros independentistas de la mesa de ese cuerpo por haber permitido la votación que derivó en la proclamación separatista.
Puigdemont había dicho este martes en Bruselas que viajó a Bélgica por razones de seguridad y para explicar la cuestión catalana "desde el corazón de Europa", aunque negó que estuviera dispuesto a pedir asilo político.
El abogado de Puigdemont en España, Jaume Alonso Cuevillas, dijo que "está perfectamente informado de todo; también se ha asesorado desde el punto de vista del derecho belga".
Una parte de los catalanes le reprocha a Puigdemont haber abandonado el barco luego de haber embarcado a la región en la aventura independentista, pero otra parte de la población local sigue considerándolo su presidente pese al cese y brindándole apoyo.
Los exmiembros del gobierno catalán enfrentan una querella por sedición, rebelión y malversación de fondos en relación con la declaración de independencia.
"No va a Madrid, he propuesto que lo interroguen aquí en Bélgica", dijo a la televisión pública catalana TV3 el abogado Paul Bekaert, que Puigdemont contrató apenas llegó a la capital belga.
"Ya he tenido en el pasado casos como este, en los que se interroga al sospechoso en Bélgica", añadió Bekaert, que llegó a impedir la extradición a España de una presunta miembro de la organización armada vasca ETA.
"Vamos a ver si esta demanda está bien fundamentada y examinaremos si las penas no son desproporcionadas, así como si se respetan los derechos fundamentales", agregó el abogado.
Puigdemont, junto a otros 13 antiguos miembros de su gobierno cesado por las autoridades de Madrid, fue citado a declarar este jueves ante la Audiencia Nacional como sospechoso de rebelión, sedición y malversación de fondos, después de que el parlamento catalán proclamara la independencia el pasado 27 de octubre en el marco del "proceso" secesionista.
Pero Puigdemont, de 54 años, está en Bruselas, donde el martes compareció ante la prensa y estimó que no hay suficientes garantías de que reciba un juicio justo.
En Bruselas le acompañan cinco exmiembros del gobierno catalán, de quienes se ignora todavía qué es lo que harán. Quien sí irá a declarar es el vicepresidente del ejecutivo destituido, Oriol Junqueras.
La ausencia de Puigdemont puede llevar a su detención en Bélgica, si las autoridades españolas lo requieren, y en un proceso de extradición que, dependiendo de su duración, podría hacer que no estuviera de regreso antes de las elecciones regionales previstas para el 21 de diciembre.
Aunque los comicios fueron convocados por el gobierno de Mariano Rajoy tras asumir el control de la administración catalana, los principales partidos independentistas aceptaron participar.
También fueron citados la presidenta del parlamento catalán, Carme Forcadell, y cinco miembros independentistas de la mesa de ese cuerpo por haber permitido la votación que derivó en la proclamación separatista.
Puigdemont había dicho este martes en Bruselas que viajó a Bélgica por razones de seguridad y para explicar la cuestión catalana "desde el corazón de Europa", aunque negó que estuviera dispuesto a pedir asilo político.
El abogado de Puigdemont en España, Jaume Alonso Cuevillas, dijo que "está perfectamente informado de todo; también se ha asesorado desde el punto de vista del derecho belga".
Una parte de los catalanes le reprocha a Puigdemont haber abandonado el barco luego de haber embarcado a la región en la aventura independentista, pero otra parte de la población local sigue considerándolo su presidente pese al cese y brindándole apoyo.
Una actitud diferente
A diferencia de Carles Puigdemont, su exvicepresidente, Oriol Junqueras, la presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, así como otros exconsejeros de la Generalitat y diputados independentistas se presentarán este jueves a declarar ante la Justicia en Madrid.Los exmiembros del gobierno catalán enfrentan una querella por sedición, rebelión y malversación de fondos en relación con la declaración de independencia.
