Qué explicó la caída interanual de la inflación en mayo, que sigue en el rango meta

Los precios al consumo subieron 0,5% en mayo y la inflación interanual se ubicó en 6,6%, su menor registro desde noviembre de 2017. Con una tercera baja consecutiva y un segundo mes dentro del rango meta oficial de entre 3% y 7%, los precios abandonan definitivamente la zona de peligro en la estuvieron durante buena parte del año pasado.

Con la disparada del dólar entre marzo y abril de 2020, y la fuerte suba de los alimentos debido a restricciones de oferta generadas por la sequía, la inflación llegó a 11,1% en mayo del año pasado. La moderación fue lenta, pero sostenida y en abril de este año volvieron a entrar al rango meta luego de 36 meses consecutivos de desviación.

En mayo del año pasado, los alimentos sin procesar, uno de los componentes más volátiles de la canasta de consumo, estaban marcados 28,3% por encima de un año anterior. Si bien esos precios no bajaron, se mantienen casi sin cambios (1% por encima) respecto a igual mes del año pasado, aliviando las presiones.

Las tarifas públicas, por su parte, ayudan a la moderación. En su conjunto, los servicios públicos suben a una tasa de 5,2% interanual, la tasa más baja desde marzo del año pasado, cuando el gobierno saliente decidió postergar los ajustes de comienzo del año y forzó a las nuevas autoridades a hacer un ajuste mayor que compensara esos meses de defasaje. La postergación de la suba de los combustibles este año ayuda a moderar el impacto de los costos asociados a los servicios públicos sobre la canasta de consumo.

Tanto las presiones domésticas como las externas ayudan a la moderación inflacionaria, aunque de forma lenta. Un dólar estable en el último mes y prácticamente a una cotización similar a la de mayo del año pasado (apenas 1,3% por encima) alivia el componente transable de la inflación. En los últimos 12 meses, los precios de productos que se importan o compiten en mercados externos subieron 8,5%, una décima por debajo del mes pasado y la tasa más baja desde febrero del año pasado.

En tanto, las presiones domésticas reflejadas en el componente no transable aflojaron también una décima, a 7,7%. Algunos rubros de la canasta de consumo, como la educación, acumula un fuerte aumento de 12,4% en los últimos 12 meses. En este caso, los ajustes pospuestos el año pasado obligan a una corrección mayor en 2021.

Artículos para el hogar es el otro componente que sube de a dos dígitos en el último año móvil (10,4%). En el otro extremo, comunicaciones (2,5%) y alimentos y bebidas (4,4%) compensan a los rubros que más suben y favorecen registros de inflación más moderados. La mediana de los economistas encuestados por el Banco Central (BCU) en mayo anticiparon una inflación de 7% para el cierre del año y un leve recorte a 6,8% para fines de 2022.