¿Qué opinan los uruguayos sobre las reformas de seguridad social y educativa?

La empresa encuestadora consultó a los encuestados (704 personas mayores de 18 años, residentes en localidades mayores a 2.000 habitantes en todo el territorio nacional) “si escucharon hablar de la transformación educativa”.

Así, menos de cuatro de cada diez uruguayos (37%) escucharon hablar y tienen una idea clara de lo que propone la reforma, mientras que la misma cantidad está enterada del tema pero sin una idea clara. En tanto, uno de cada cuatro (25%) no se enteró de esta reforma.

De acuerdo con el informe de Equipos, el tema “está teniendo un protagonismo importante en la agenda”, ya que casi tres cuartas partes de la población escuchó hablar de él, pero “el conocimiento específico de la reforma se reduce a la mitad de esta cifra”.

Asimismo, cuando consultaron a todos (incluso quienes desconocían la transformación educativa) cuál era su opinión sobre esta materia, un 31% se mostró “muy de acuerdo o de acuerdo”, frente a un 37% que se considera “muy en desacuerdo o en desacuerdo”. Un 13% de la población encuestada no está ni de acuerdo ni en desacuerdo y un 19% no opinó.

La distribución es casi en tercios entre quienes tienen postura favorable, contraria o no la tiene definida.

En términos partidarios, un 60% de quienes se consideran de izquierda o de centro-izquierda está en desacuerdo con la reforma educativa (frente a un 16% que está de acuerdo). El resultado inverso se da con quienes se identifican con la derecha o centro-derecha: 56% está de acuerdo, 15% en desacuerdo. Los ciudadanos de centro (“eje de la balanza”, según Equipos) se ubican mayoritariamente en contra: 26% aprueba y 39% desaprueba esta reforma.

Seguridad social

El panorama de conocimiento sobre este plan de gobierno es bastante distinto, ya que un 80% de la población escuchó hablar sobre la reforma a la seguridad social.

Ese porcentaje se divide, nuevamente, entre quienes escucharon hablar y tienen una idea clara (33%) y quienes no tienen una idea clara (47%). Únicamente una de cada cinco personas (20%) no escuchó hablar de esta reforma.

Al igual que con la transformación educativa, el conocimiento a fondo de esta reforma es inferior a quienes la conocen en términos generales.

Sin embargo, en cuanto a las opiniones, un 41% se mostró “muy en desacuerdo o en desacuerdo”, frente a un 26% que contestó estar “muy de acuerdo o de acuerdo”. Quienes no dijeron estar en acuerdo o desacuerdo representaron un 16%, mientras que el 17% de los encuestados no contestó.

El balance negativo es casi 10 puntos porcentuales mayor al compararlo con la transformación educativa. 

Finalmente, las diferencias ideológicas muestran a una población de izquierda y centro-izquierda “ampliamente en desacuerdo con la reforma”, con un 71%. Por el contrario, solo un 6% la aprueba. En el otro lado del espectro, la mitad exacta de quienes se identifican de derecha y centro-derecha aprueba esta reforma, frente a un 19% que la rechaza.

El centro del electorado “presenta juicios intermedios de saldo negativo similar al total de la población”: 26% está de acuerdo mientras que un 34% está en desacuerdo (24% no está ni de acuerdo ni en desacuerdo).