Reactivan operativos para que las personas en situación de calle pasen a refugios por ley de Faltas

Ante la inminencia del invierno, el Ministerio de Desarrollo Social reactivó la semana pasada los operativos por ley de Faltas. Según datos de la cartera a los que accedió El Observador, la Policía condujo a 36 personas a la Puerta de Entrada (la oficina a través de la cual se deriva a refugios), ubicada en José Enrique Rodó y Minas, y 21 de ellas (58%) accedieron a ser derivadas a refugios.

El ministro Pablo Bartol dijo este lunes en rueda de prensa que vivir en la calle es “una situación desgraciada”, no un derecho.

La norma indica en su artículo 14 que quien ocupe “espacios públicos acampando o pernoctando en forma permanente en ellos, será castigado con pena de siete a 30 días de prestación de trabajo comunitario”, para el caso en que las autoridades ya le hubieran exhortado en dos ocasiones a que “desista de su actitud”. De esta forma, trabajan en conjunto el Mides, el Ministerio del Interior y la Intendencia de Montevideo.

La recepción de indigentes en Puerta de Entrada para ley de Faltas había estado suspendida hasta la semana pasada a raíz de la emergencia sanitaria. Ahora las autoridades acordaron que las derivaciones sean por grupos de hasta cinco personas, a fin de evitar aglomeraciones. Allí pueden bañarse y vestirse con ropa recolectada a través de donaciones.

Mientras tanto, la Puerta de Entrada General, ubicada en las calles Maldonado y Joaquín de Salterain, permanece cerrada desde el arribo del coronavirus al país. Según se expuso en el Programa Calle, el ingreso está descentralizado. Es decir, en vez de recibir a las personas en situación de calle y derivarlas, hoy cada refugio gestiona las entradas.

Existen 33 centros nocturnos en la capital que pueden albergar a 1.400 personas en situación de calle, una capacidad que fue ampliada respecto a las 1.057 plazas a disposición antes de la pandemia.

En la cartera se explicó que siempre hay cupos para recibir a los que son derivados por ley de Faltas. Los que pueden quedar fuera del refugio son los que concurren a la puerta del centro y encuentran que ya no hay plazas. Considerando que según el último censo del Mides había poco más de 2.000 personas en situación de calle, y los cupos rondan los 1.400, es un escenario posible.

No obstante, en el Programa Calle cuentan que muchos optan por declinar la opción del centro nocturno a causa de condiciones de convivencia complejas. Prueba de ello son los derivados por ley de Faltas: si bien 21 personas accedieron, hubo otras 15 que prefirieron pasar la noche en la calle.

También señalan que antes de marzo la relación entre conducidos a Puerta de Entrada y finalmente derivados a centros era de 20 a 3. Quiere decir que 85% optaba por la intemperie.

"Hemos dicho ya claramente que vivir en la calle no es un derecho, que eso afecta la dignidad humana de las personas que están en esa situación”, declaró el entonces flamante ministro del Interior Jorge Larrañaga el 5 de marzo. “Las personas en situación de calle tienen por derecho constitucional derecho a la vivienda y la ciudadanía en general tiene el legítimo derecho de preservar la paz pública".

Otra herramienta jurídica del Mides radica en la ley 18.787 votada nueve años atrás. A mediados del año pasado, el entonces diputado nacionalista Pablo Abdala exigió su aplicación tras la muerte de dos personas por hipotermia. En ella se establece que aquella persona en situación de calle a quien se le constate “riesgo de enfermedades graves o incluso de muerte” podrá ser conducida a un refugio aun cuando no hubiera dado su consentimiento.

Al iniciar su período al frente de la secretaría de Estado, Pablo Bartol dijo al semanario Búsqueda que evaluaba la posibilidad de implementar la “internación compulsiva”.

Sin embargo, en el Programa Calle indicaron que no se está haciendo.