Este año se producirá menos soja en Uruguay. A la merma productiva que deriva del escenario de sequía que hubo este verano, en buena parte de la zona agrícola del país, se añade que el área cultivada se redujo. Si bien se espera una buena productividad –según comentaron diversos operadores–, seguro será menor al potencial y por eso los agricultores anhelan que el precio por la oleaginosa siga mejorando y así poder, al menos, evitar pérdidas.
El director de los servicios agrícolas del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP), Leonardo Olivera, comentó que la situación de los cultivos difiere según la zona: en el sur de Soriano hay problemas de rendimiento y la soja de primera del norte se encuentra en buen estado, pero la de segunda está con falta de agua. También adelantó que en el área del litoral no habrá rendimientos “de buenos a excelentes”, como los obtenidos el año pasado.
“Va a ser una zafra con rendimientos medios, (con una producción) de 2,5 millones de toneladas a nivel país. Tenemos alguna duda, pero ojalá que lleguemos. El tiempo acompaña muy bien en la última etapa, con lluvias que van a reacomodar la situación”, expresó el jerarca en declaraciones a radio Carve.
En ese sentido, adelantó que va a ser una campaña de soja con rendimientos medios, “seguramente inferiores” a los del año pasado.
Roberto Verdera, presidente de la Mesa Tecnológica de Oleaginosas, indicó a El Observador que la situación de las chacras es bastante variable, con zonas donde las lluvias fueron óptimas y los cultivos tienen un buen desarrollo, aunque hay lugares –como al sur de Soriano– en donde la falta de agua se hizo sentir.
“La seca ha sido dispar, variable y habrá resultados de todo tipo, pero en ningún lado serán excelentes. Va a ser un año difícil para diagnosticar un promedio”, indicó.
Verdera informó también que hubo una baja de 10% en el área sembrada de soja. También recordó que la cosecha pasada, la de 2018/2019, fue muy buena desde el punto de vista de la productividad, pero el precio fue malo. “Es difícil lograr las dos cosas”, indicó aludiendo a productividad y precio.
Por su parte, Jorge Andrés Rodríguez, presidente de la Asociación Rural de Soriano, coincidió en que hay mucha diversidad de estado de las chacras, dependiendo de las zonas.
En diálogo con El Observador hizo referencia a que hacia el norte del litoral –Río Negro y Paysandú– las lluvias fueron buenas al principio, luego se cortaron y después volvieron, pero esa agua llegó al momento del llenado de grano, “y eso va a afectar bastante el potencial de rendimiento”.
En la zona centro del litoral –Soriano– los cultivos “están muy buenos”, salvo algunas sojas de ciclos más cortos, que la seca le pegó al llenado de grano, pero en cambio las de segunda se recuperaron.
Al sur del litoral –centro de Flores y San José– las lluvias han sido insuficientes para que los cultivos puedan expresar “un rendimiento medianamente razonable”, señaló.
En ese sentido, el productor estimó que a nivel país la producción de soja rondará los 2,2 millones de toneladas. “Eso sería bastante más bajo con relación al año anterior, de 800 mil a 1 millón de toneladas menos”, dijo.
Una racha alcista para la soja en Chicago permitió a los productores locales avanzar en las ventas en los últimos días.
En la soja se dio una combinación de mayor demanda desde China –donde los stocks de la oleaginosa están en niveles históricamente bajos– con las dudas sobre posibles restricciones en el transporte y embarque desde Sudamérica.
En el mercado local –junto al avance en Chicago– también se dio una mejora en las primas. Esto es, cayó el descuento entre los precios locales y los futuros de referencia de la soja gracias a un fortalecimiento de las primas regionales. Esto permitió que a mediados de semana se dieran valores base acopio hasta US$ 315 por tonelada, cuando 10 días atrás los precios se acercaron a US$ 280.
Mientras se sigue el movimiento de los precios, el foco está en ajustar las medidas para mitigar el riesgo de coronavirus en los trabajos de cosecha, recibo y embarque de la soja.
En lo que refiere al precio, Rodríguez opinó que se ha dado “una recuperación bastante interesante”, ambientada por problemas logísticos de Argentina y Brasil y por compras de China. “Creo que es interesante esta suba, aunque necesitaríamos más precio para cerrar números de cultivos razonables”, indicó.
Andrés Alayón, presidente de la Asociación Agropecuaria de Dolores (AAD), opinó para El Observador que “hay expectativas” de que los precios suban, teniendo en cuenta que, aparentemente China está reactivando su economía. “Esperamos rindes aceptables, pero no van a ser superiores a los del año pasado”, dijo, y por eso los productores apuntan a tener un buen precio que de un equilibrio a las cuentas.
La llegada del coronavirus revolucionó el funcionamiento del país prácticamente en su totalidad. Sin embargo, hay sectores que no pueden detenerse porque responden a ciclos biológicos que deben ser atendidos. Uno de ellos es la agricultura, en donde las chacras están en plena producción, dado que se están desarrollando diversas labores de cosecha, dado que se están levantando los maíces de primera y el arroz y en algunas semanas sucederá con la soja y el sorgo.
Este viernes se reunirán los comerciantes de granos, transportistas, representantes de productores junto al nuevo director de Servicios Agrícolas para coordinar las medidas que limiten el riesgo de posible contagio para la zafra.
Al respecto, la denominó la AAD elaboró un protocolo de cosecha una serie de recomendaciones y sugerencias para que los agricultores y transportistas tengan en cuenta a la hora de levantar la producción.
En primer lugar, la entidad recomendó no compartir la cabina de cosechadoras, tractores o camiones.
A su vez, solicitó a toda la cadena “tener más paciencia” en las cargas y descargas para, de esa manera, mantener la organización de las entradas y las salidas.
También sugirió mantener conversaciones al aire libre y a una distancia prudencial.
De igual forma, calificó de “esencial” tener, siempre, alcohol en gel y jabón para lavarse las manos de forma más frecuente y desinfectar los lugares de trabajo, como el volante, la palanca de cambio, la perilla de la puerta y el asiento.
En tanto, se indicó tener una buena ventilación en las cabinas, así como también mantenerla desinfectada. “Es primordial”, se explicita en el texto.
Finalmente, exhortó a no compartir el mate, los cubiertos y los vasos, así como tampoco teléfonos o radios. De igual forma, se sugirió evitar el manejo de papeles y dinero en efectivo y adaptarse a las herramientas digitales (como remitos o telepeajes).
A propósito Alayón comentó que se elaboraron estos protocolos con el fin de cuidar la salud y la vida de los productores y trabajadores. Desde la gremial buscan colaborar con la información y cortar los circuitos de propagación del virus lo mayor posible.
“Somos conscientes de que es fundamental que se pueda cosechar, transportar y exportar toda la producción. En lo posible llevar cabo todas las cadenas. El agro es uno de los motores que va a sacar el país adelante”, concluyó.
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