Stuart Bee casi no lo cuenta.
El viernes, este hombre de 62 años alistó el Stingray, su embarcación de casí 11 metros, y se hizo al mar en Cape Marina, un puerto deportivo en Puerto Cañaveral creado en 1976, pero no regresó esa noche, ni la siguiente. Bee no acostumbra dormir en su bote.
Las alarmas se prendieron el sábado al mediodía. Un miembro de la marina notificó la desaparición del navegante y la Guardia Costera empezó de inmediato su búsqueda, según cuenta Univisión.
Al operativo se sumaron un avión C-130 Hércules y una embarcación de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo.
Pero la búsqueda no arrojó éxito el sábado y se reanudó el domingo.
Hacia las 11 horas la embarcación Ángeles de la Guardia Costera divisó la figura de un hombre que se sujetaba a la proa de su bote. Bee agitó su camisa y la nave pronto se acercó hasta donde se encontraba.
El bote de Bee tuvo un problema mecánico por el que no pudo volver a tierra y en la noche del sábado le comenzó a entrar agua hasta hundirse por completo.
En la imagen difundida por los guardacostas en Twitter se observa a Bee abrazando la única parte de su bote que quedó a flote. Estaba a más de 130 kilómetros de la costa.
"Este es un resultado verdaderamente increíble que demuestra el vínculo entre todos los marineros y nuestra comunidad”, dijo el capitán Mark Vlaun, comandante en jefe del sector Jacksonville de la Guardia Costera, en un comunicado.
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