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Rescate de la Caja Bancaria: cuál es la propuesta que el sindicato discutirá en asamblea
Una asamblea de AEBU discutirá este martes un informe sobre la propuesta preacordada para rescatar a la Caja Bancaria. El documento plantea cuál ser el aporte del gobierno, los bancos privados y el sindicato bancario.
El Consejo Central de AEBU, órgano de conducción del sindicato, elaboró un informe que resume las negociaciones entre los tres involucrados y la solución que permitirá el salvataje de la institución. Ese escrito es el que se transmitirá a trabajadores y pasivos para su aprobación y rechazo.
La propuesta recuerda que la reforma de la Caja Bancaria aprobada en 2008 previó tres etapas claras. La primera fue conseguir un equilibrio financiero y acumulación de reservas; la segunda incluía déficits operativas que debían cubrirse con reservas, y la tercera proyectaba una sustentabilidad a muy largo plazo. La primera etapa se cumplió, con reservas que se multiplicaron por 5 en términos reales.
El texto expone que luego llegaron los saltos tecnológicos y la tercerización de tareas por fueras de la afiliación de la Caja Bancaria, entre otros aspectos, comenzaron a incidir sobre el empleo del sector, con políticas de incentivos de retiro en las instituciones privadas y una tendencia descendiente de la reposición de vacantes en el sector público.
En 2018 se ingresó en la etapa de déficits operativos previstos en la reforma. La causa principal fue el acceso a derechos jubilatorios de la generación de trabajadores ingresados al sistema financiero en la década del `80. Esa incorporación generó un fuerte incremento de las altas jubilatorias que implicaba la utilización de las reservas acumuladas hasta llegar a 2030 cuando comenzaría la tercera etapa prevista.
Sin embargo, expresa el documento sindical, la pandemia provocó que el gobierno eliminara vacantes en el sector público a lo que se sumó una aceleración en la sustitución de puestos de trabajo por tecnología en el sector privado. El resultado fue una rápida reducción de aportantes a la Caja Bancaria.
Esos aspectos –más algunos otros- profundizaron los déficits financieros previstos en la segunda etapa y generaron el agotamiento de las reservas destinadas a atender las obligaciones del instituto.
El rescate de la Caja Bancaria
El documento indica que la comisión que negoció el rescate -compuesto por la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, el Ministerio de Trabajo, el Ministerio de Economía, la Asociación de Bancos Privados y AEBU- analizó los efectos de cada medida que puede tomarse, lo que incluye desde emisiones de deuda por parte de la Caja, aportes patronales y propuestas que afectarán a trabajadores y jubilados.
El sindicato afirma que el punto de partida de las negociaciones mostró posiciones antagónicas. Allí, el gobierno promovió un aumento inmediato a 63 años llegando a 65 años de mínimo jubilatorio en un período muy corto, rebaja de jubilaciones e impuestos a los jubilados. En el caso de los bancos privados, añade, la posición fue que no se aportarían más recursos a la Caja Bancaria. Por último, la postura de AEBU fue la de reclamar un incremento de la Prestación Complementaria Patronal (PCP) y de rechazar medidas paramétricas y de edad.
La PCP fue creada en la reforma de 2008. En ese momento se estableció que los bancos realizaran una contribución de 4 por diez mil de los activos financieros, con autorización al Poder Ejecutivo de fijarlo por debajo de ese porcentaje. Hasta ahora, la contribución ha sido de 2,5 por diez mil.
En ese punto los involucrados asumieron el compromiso de salvar la Caja Bancaria y aceptaron que para conseguirlo se requería que todas las partes cedieran en sus posiciones iniciales.
El documento afirma que la propuesta alcanzada cumple con el objetivo de salvar a la Caja Bancaria, asegurando que alcance equilibrio y siga haciéndose cargo de las prestaciones.
Una primera etapa propone que ante la propuesta de aumento inmediato a 63 años e incremento a 65 en tres años se construyó un sistema que mantenga los parámetros de la ley 18.396 (que plasmó la reforma de 2008) para quien postergue su edad jubilatoria.
El texto explica que para quienes se jubilen con la edad mínima se aplicará un Salario Básico Jubilatorio y una Tasa de Reemplazo que llevan a una jubilación entre 8% y 15% menor, según el caso individual. A su vez, los que son alcanzados por el máximo jubilatorio (tope) tendrán una rebaja que puede llegar hasta un 20%.
También señala que el plan original del Poder Ejecutivo implicaba un incremento a partir de los nacidos en 1964 hasta llegar a los 65 años en los nacidos en 1971.
