Cualquier trabajador que así lo quiera puede retirar el 100% de su salario en un único movimiento mensual y sin ningún costo en la entidad financiera de preferencia, apenas su empleador le deposite el dinero en su cuenta sueldo.
Esto es así desde principios de 2019 cuando el Poder Ejecutivo decidió introducir una flexibilización en la ley de Inclusión Financiera. Con ese cambio se buscó compatibilizar el objetivo de mejorar la formalización del mercado de trabajo y de asegurar la posibilidad de ejercer el derecho a cobrar por medios electrónicos, con la posibilidad de que quienes no quieran utilizar esa alternativa y deseen seguir operando en efectivo lo puedan realizar sin restricción y costo asociado.
Hoy todos los bancos y emisores de dinero electrónico disponen obligatoriamente de al menos un mecanismo para canalizar el retiro, que van desde poder realizar la operación en la caja física de una dependencia o hasta utilizar los dispensadores ubicados dentro de las sucursales en algunos casos.
Sin embargo, es escaso el número de asalariados que hacen uso de este servicio, según un relevamiento realizado por El Observador entre distintas entidades de plaza. ¿Por qué ocurre esto?
Se lo puede ver como otra señal que habla de un cambio de hábito entre los consumidores uruguayos a favor de instrumentos de pago más eficientes y modernos. El crecimiento exponencial que ha tenido el uso de la tarjeta de débito ya lo ha dejado claro anteriormente en el tiempo.
También se puede pensar en que hay escaso interés por disponer rápidamente de la totalidad de la remuneración en la mano sin ningún tipo de restricción operativa, o que no se quiere correr el riesgo de transportar grandes sumas.
No obstante, también se podría argumentar que es una flexibilización que no contó con una campaña publicitaria oficial del gobierno en medios de comunicación masiva, por motivos obvios. Igual pasa con las instituciones financieras que comúnmente no difunden demasiado el servicio.
Por ejemplo, en el caso del Banco República (BROU), el retiro de todo el salario se puede realizar en cualquier sucursal que tenga caja con atención personalizada. El banco gestiona actualmente unas 800 mil cuentas sueldo de trabajadores, y desde abril de 2019 a la fecha este tipo de operación se registró apenas 71 veces (no necesariamente cada movimiento pertenece a una persona distinta), según se informó.
Se estima que en el total del sistema hay habilitadas alrededor de 1,5 millones de cuentas que pertenecen a personas en actividad. El panorama no difiere demasiado en el resto de las instituciones que también pagan remuneraciones.
El director de banca minorista de Banco Itaú, Carlos Ham explicó que aunque no se tiene un control específico de la actividad, sí se puede decir que “no solo no se incrementó la modalidad de retiro por caja (retiro total) sino que disminuyó”.
En una línea similar, el director general y gerente de banca empresa de HSBC, Alberto Mello dijo que en la práctica los clientes no están retirando la totalidad de su salario en una transacción. Y explicó que para sus transacciones financieras prefieren utilizar su tarjeta de crédito y débito en lugar del efectivo, y retirar pequeñas sumas de dinero en las redes de corresponsales y cajeros automáticos.
Por su parte, desde el banco BBVA también coincidieron en que no se ha notado que la flexibilización disparara un incremento en la demanda de este servició, según explicó Emilio Díaz, ejecutor de negocios y soluciones para clientes del banco.
Desde banco Santander, se informó que los retiros de importes altos, aunque están disponibles, son cada vez menos frecuentes. Además, destacaron la existencia de una fuerte tendencia hacia las transacciones digitales, como las transferencias, pago de facturas y uso de las tarjetas de crédito y débito.
Además, desde Scotiabank se indicó que este tipo de operativa se da en casos muy excepcionales porque no es una práctica habitual ni valorada por la inmensa mayoría de los clientes.
El cambio en la normativa no tuvo mayor impacto tampoco entre los clientes de Anda. Se explicó que cuando ocurre, el retiro total de los saldos acreditados es más habitual entre dos grupos: quienes cobran pasividades y personas que viven en áreas rurales.
El pago de remuneraciones es obligatorio realizarlo por medios electrónicos, mediante acreditación en cuenta en instituciones de intermediación financiera o en instrumentos de dinero electrónico. Eso rige hoy para la amplia mayoría de los trabajadores, con excepción de las localidades de menos de 2.000 habitantes, y en trabajo doméstico cuando el empleador es jubilado o pensionista con anterioridad a diciembre de 2017.
En enero pasado, el gobierno electo propuso una serie de modificaciones en el borrador del proyecto de ley de urgente consideración a estudio de la coalición multicolor y que próximamente será enviado al Parlamento. Una de las principales promesas electorales que se busca cumplir es eliminar la obligatoriedad para los empleadores de pagar los salarios a través de medios electrónicos.
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