Robles y nogales ambientan buenas ganancias con una baja inversión inicial

El costo que demanda la compra de plantines para instalar un monte de robles o nogales, que asciende a US$ 2.000 por hectárea, se amortiza y con creces a mediano plazo, dado que al cabo de pocos años los robles permiten al inversor un ingreso de US$ 300 a US$ 400 por árbol comercializado y los nogales aportan nueces que reportan US$ 8.000 por hectárea por año.

Los datos citados fueron expuestos a El Observador Agropecuario por Luis López, director del vivero Imperio Verde, ubicado en la zona de Carrasco, en Montevideo, empresa que acumula ya más de una década comercializando diferentes especies vegetales que valorizan predios en los que conviven con otras explotaciones.

López indicó que “la demanda tanto por robles como por nogales, que son hoy las dos especies que más producimos, sigue firme, ahora con consultas puntuales de parte de los interesados, como por ejemplo sobre en qué momento recomendamos plantar dada el actual escenario de sequía o en qué parte del campo es más adecuado instalar cada cultivo, ya que ambos aprovechan diferentes espacios.

En relación al perfil del inversor, destacó que “la actividad de silvopastoreo es muy aconsejada para lograr una sinergia muy interesante entre la producción de los robles y los nogales y la ganadería, sea vacuna o de lanares”.

Además, “las chacras medianas, de alrededor de 10 hectáreas, son las más interesadas en la propuesta, aunque la misma se adapta a todo tipo de establecimiento, estén en donde estén en el país”.

“Hemos tenido muchas compras de parte de productores ganaderos que, si bien están en el rubro hace mucho, sus hijos abren el juego a otras producciones para tener más aprovechamiento del predio, pero también han ido plantines para chacras pequeñas y medianas donde plantar estas especies en pocos años puede permitir marcar la diferencia en la renta, pues en poco espacio la capitalización es muy grande”, reflexionó.

Si bien la mayor parte de la demanda procede del sur del río Negro, también destaca el caso de un empresario ganadero que en Rivera apostó fuerte al roble.

En Imperio Verde, donde la tarea la comandan López y Ana Laura Sastre, este año se prepararon cultivos capaces de cubrir una demanda equivalente a 50 hectáreas en el caso del roble y de 60 hectáreas en el caso del nogal.

“Los plantines se entregan en envases que contienen 100 unidades: eso perfectamente se puede retirar y trasladar en una camioneta pick up”, comentó.

En relación al aspecto sanitario, “nunca hubo problemas, la sanidad es excelente, son especies totalmente adaptadas a las condiciones del suelo y a todo el ambiente local”.

Al respecto, explicó que “en ambos casos se estudió el comportamiento de las especies en Uruguay y hemos comprobado que responden muy bien a nuestros regímenes de temperatura y de precipitaciones; que no tengamos temperaturas extremas, en menos o en mas grados, es excelente para robles y nogales”.

Consultado sobre las utilidades, si bien precisó que son múltiples, para el caso de roble citó la producción de madera, bellota, trufa, hongos y el silvopastoreo.

En el caso del nogal, la fruta es el primer beneficio y la madera posee un altísimo valor, pero también la sombra y abrigo son un claro beneficio, y eso mismo vale para el roble que en su caso tiene el atractivo adicional de la belleza paisajística.

López apreció que “se trata de un muy buen complemento productivo para cualquier campo, ya que todos en mayor o menor grado tienen recovecos que no se utilizan o por estar en un bajo donde hay mucha humedad, y en ese caso el roble lo aprovecha excelentemente, o en cerrilladas o lugares altos y ventosos donde como sombra se utiliza el nogal sabiendo que allí esta formando un capital familiar con la producción de una fruta muy buscada”.

“No olvidemos que la madera es un bien que en los últimos 25 años ha marcado un valor siempre en alza, así como las nueces”, subrayó.