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Sartori desplegó su show al cierre de polémica campaña

En el acto realizado en Punta Carretas hubo músicos invitados, tamboriles, y café y copos de azúcar para todos
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24 de junio de 2019 a las 05:00

Arrancó como un baile con entrada gratis. Previendo la lluvia se había desplegado una carpa. En ella, los adherentes de Juan Sartori iban a escuchar las palabras del precandidato del Partido Nacional, pero también participar del show previo a su discurso.

Desde horas antes de la llegada de Sartori al faro de Punta Carretas había gente en los alrededores.

Al principio eran grupos pequeños. Entre los primeros se observaban militantes de Soriano. Más tarde arribó un ómnibus desde Colonia que había partido del departamento a la hora 10. Allí llegaron 43 adherentes según confirmó uno de los organizadores del viaje. Desde Montevideo, los primeros que se acercaron eran provenientes del Cerro.

Más cerca de la hora del comienzo del evento se veían banderas de Maldonado y los organizadores confirmaban la asistencia de militantes de Canelones, Rocha y Flores. La gran mayoría de los presentes llegaba en grupos y muchos se conocían entre sí.

“¿Ustedes recuerdan lo que era la política uruguaya hace seis meses? Hace seis meses este movimiento de todos nosotros, que cree posible el cambio hacia un país diferente, simplemente no existía”, diría más tarde Sartori sobre el escenario. 

Música

Pero antes vendría la música y ese escenario estaría rodeado de jóvenes que parecían haberse acercado hasta el baile con entrada gratis.

Media hora antes del arribo del precandidato, el cantante de cumbia El Reja tarareaba: “Me quedo así, soltero hasta la tumba; toda la noche meta joda, meta cumbia”, parte de uno de sus temas más conocidos.

Afuera de la carpa se escuchaban tambores por un lado y batucada por el otro. Algunos bailaban con banderas sobre los hombros; otros se sacaban fotos. Al costado de la carpa tres niños gritaban cada tanto y con bastante entusiasmo: “¡Sartori, Sartori!”.

Para ellos y otros jóvenes presentes la organización había dispuesto un carro con copos de azúcar. Para los más grandes había café. En ambos casos, se entregaban gratis.

La política

El precandidato subió al estrado a la horas 17.05. Apenas lo hizo se escuchó el grito de “Uruguay, Uruguay” en el lugar.

“Todo el mundo se preguntaba: ¿Quién es este Juan Sartori que viene a perturbar los planes preconcebidos de la política nacional? ¿Cómo es que afirma que viene a crear empleos, bajar el costo de vida, darle medicina a los jubilado?”, dijo.

“Estamos a punto de ganar el gobierno y de transformar nuestro país. Ahora solo falta que ganemos la batalla del 30 de junio”, expuso. La mayoría de sus intervenciones era acompañada por el “sí, se puede” del público.

A los pocos minutos de comenzar su oratoria, Sartori se quitó el saco y se remangó la camisa blanca. “Gracias por venir, Juan”, gritó una mujer cerca del estrado.

“Somos una realidad determinante  en la escena política uruguaya. ¿Y saben cómo lo logramos? Sumando corazones y voluntades. Gracias porque juntos hemos cambiado muchas cosas y con el voto de ustedes lograremos un país grande, pujante y próspero, porque vamos a ganar”, afirmó.

Durante el discurso evitó las críticas hacia los otros precandidatos del Partido Nacional, algo que sí hizo en los días previos cuando descargó munición gruesa contra sus oponentes de la interna blanca tratándolos de ignorantes y de vivir adentro de una burbuja. Pero este domingo bajó el tono de sus declaraciones.  

“Qué lindo es ser blanco. Conmigo la unidad del Partido Nacional será una prioridad”, sostuvo. Y allí recordó a figuras históricas de la fuerza política como Leandro Gómez, Aparicio Saravia, Luis Alberto de Herrera y Wilson Ferreira.

 “Vamos a ganar, pero gobernaremos con todos, sin sectarismos. Desde esta tribuna extendiendo la mano a todos los que compitieron conmigo, porque tenemos el compromiso de ser una alternativa robusta y creíble de gobierno”, señaló.

En ese momento, alguien acercó al estrado una bandera de Uruguay  y Sartori realizó la parte final de su discurso con ella enrollada en el cuello.

En el cierre pidió a sus seguidores que volvieran “a sus casas, a sus pueblos con el corazón contento y griten claro que el próximo domingo vamos a ganar”.

Minutos más tarde terminó el acto  y saludó al público acompañado por su esposa y sus dos hijos.

Después llegaron al estrado una cuerda de tambores y bailarinas de candombe. Los últimos minutos se parecieron al principio; al baile con entrada libre y la gente bailando alrededor de las lonjas.

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