Se mantiene la huelga en las refinerías de Francia pese a las amenazas del gobierno

El sindicato mayoritario, la CGT, ratificó su reclamo de 10% de aumento salarial para compensar la inflación y anunció que denunciará ante la justicia las medidas coercitivas del gobierno.

A dos semanas de iniciado el conflicto y con nuevas plantas plegadas al paro, el abastecimiento de nafta y diesel de los franceses empeora día a día.

Por miedo a que se agoten los hidrocarburos, largas colas de vehículos se ven frente a las estaciones expendedores que aún tienen reservas en sus tanques.

El gobierno francés inició el proceso de “requisición de los trabajadores” de la sucursal de Exxon Mobil, Esso, un procedimiento legal que exige a los trabajadores considerados indispensables que vuelvan al trabajo para normalizar la producción.

En este caso, las autoridades alegan que es para mantener el suministro de las estaciones de servicio, considerado como un servicio esencial.

La drástica medida se produjo dos días después de que el gobierno lograra un acuerdo entre dos sindicatos y la dirección de Esso.

Pero en la mayoría de las plantas los empleados rechazaron el aumento por considerarlo insuficiente y ratificaron la continuidad del paro.

 Este miércoles, además, la Confederación General del Trabajo de Francia (CGT) dijo que impugnará ante los tribunales las notificaciones de requisición del Gobierno.

La central sindical, que programa para el próximo domingo una gran manifestación en contra del alza en el costo de vida y por mejores salarios, pide un incremento del 7% por la inflación.

Pero en el caso de los trabajadores de las refinerías pide otros tres puntos como reparto de las ganancias excepcionales que tuvieron las empresas petroleras por el alza de precios en el mercado mundial debido a la guerra en Ucrania y las sanciones contra Rusia.

“Seguimos extremadamente atentos. Si la situación se desbloquea por sí sola, obviamente estaríamos completamente satisfechos. Pero si el bloqueo persiste, no descartamos imponer las mismas condiciones (de requisición) con el objetivo de garantizar una liberación rápida de los suministros de combustible y un regreso a la normalidad", dijo Olivier Véran, portavoz del Gobierno francés.

Por la escasez de combustible debido al paro, miles de franceses han entrado en pánico y han empezado a abastecerse por encima de sus necesidades, lo que acentúa el faltante de naftas en las gasolineras.

 El gobierno pidió detener las compras de combustible innecesarias y programa un tope de suministro por persona.

"Sabemos que el impacto de este conflicto social se ha vuelto insoportable para demasiados franceses. A algunos se les impide ir a trabajar, llevar a sus hijos a la escuela, hacer sus compras y, a veces, recibir tratamiento médico”, aseguró el portavoz gubernamental.

Como el desabastecimiento de combustibles puede afectar también las labores rurales, el funcionario consideró que tendrá un mayor impacto en la carestía que el ya existente.

Como medida de emergencia, la administración de Emmanuel Macron aumentó las importaciones de gasolina y liberó algunas de las exigencias estratégicas del Estado para el ingreso del hidrocarburo al país galo.

Con información de AFP y France24