La preocupación estadounidense por el desafío que representa China para su hegemonía global, actualmente amenazada desde varios flancos, se manifiesta también en el Capitolio.
Senadores demócratas y republicanos anunciaron esta semana un plan conjunto para combatir la creciente influencia de Beijing en el mundo, el cual –sostienen– debe apoyarse en leyes para limitar las inversiones y la tecnología que recibe el gigante asiático y disuadir cualquier amenaza contra Taiwán.
"El gobierno chino no se contiene en su búsqueda por dominar el siglo XXI, y si nosotros en los Estados Unidos descansamos en los laureles, si dejamos que el PCC (Partido Comunista Chino) nos venza, esto tendría serias consecuencias para las naciones democráticas del mundo", dijo el jefe de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, en un discurso en que recurrió a la habitual estrategia de presentar a Washington como único garante posible de la democracia.
Junto a otros once representantes, Schumer detalló en una conferencia de prensa un plan de cinco puntos para enfrentar la competencia china, luego de que su economía creciera más de diez veces desde el cambio de siglo.
El demócrata dijo que examinarán las limitaciones a las exportaciones y las sanciones para restringir la capacidad de Pekín para adquirir "e incluso robar" las innovaciones estadounidenses en Inteligencia Artificial y otros desarrollos tecnológicos.
El Tesoro y el Departamento de Comercio tendrían con esta iniciativa el poder de revisar y de detener el flujo de dinero que va a las empresas chinas de alta tecnología, agregó.
La iniciativa de los congresistas busca también apoyar a los pequeños comerciantes estadounidenses y reforzar el proceso de evaluación de las implicaciones para la seguridad nacional de inversiones extranjeras en los Estados Unidos.
Las relaciones entre Pekín y Washington no cesan de deteriorarse. Las dos potencias rivales se enfrentan a nivel comercial, sobre los Derechos Humanos e incluso sobre los orígenes del covid-19.
El plan de los congresistas también incluirá propuestas para disuadir una supuesta agresión china hacia Taiwán, isla que Beijing considera como parte de su territorio y que es el más grande fabricante mundial de microprocesadores.
Sin entrar en detalles, Schumer afirmó que la iniciativa se apoya en propuestas (de ambos partidos) de la comisión de asuntos exteriores del Senado. El año pasado, dicho panel aprobó US$ 4.500 millones para la defensa de Taiwán durante cuatro años.
En los próximos meses, los legisladores trabajarán con sus homólogos republicanos para redactar los proyectos de ley necesarios para la realización de esos objetivos.
"En resumen, el tiempo no juega a nuestro favor. El régimen de Xi Jinping trabaja todos los días para alcanzar y sobrepasar a los Estados Unidos", aseguró Schumer.