Simon Wiesenthal, en su oficina en el Centro de Documentación Judío, Viena, Austria, junio de 1979.

Mundo > A 17 años de su muerte

Simon Wiesenthal, el hombre que dedicó su vida a cazar nazis y llevarlos a la justicia

Provenía de una familia judía ucraniana. Sobrevivió a los campos de concentración alemanes en la Segunda Guerra y tuvo una capacidad superlativa para ubicar a criminales como Adolf Heichman, capturado por la Mossad en Buenos Aires en 1960. Fue apodado “el Cazanazis”. Murió a los 96 años en Viena el 20 de setiembre de 2005 mientras dormía, en una paz que contrasta con la violencia que debió soportar en vida.
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20 de septiembre de 2022 a las 05:00

Nacido en la aldea de Búchach, al oeste de Ucrania el último día del año 1908 en el seno de una familia judía asquenazi, cuando terminó sus estudios secundarios Simon Wiesenthal fue a estudiar Arquitectura a Praga porque lo habían rechazado en la Universidad Lviv, en Leópolis, una ciudad importante cercana a su aldea natal, por entonces perteneciente a Polonia. A los 23 años se recibió, se mudó a Leópolis y se casó con Cyla Mueller a los 28 años. Corría 1936 y Adolf Hitler ya hacía dos años había sido nombrado Führer de Alemania

En 1939, merced al pacto firmado por los cancilleres de Adolf Hitler y Josip Stalin, Polonia quedaba bajo dominio de esas dos naciones. El oeste en manos de Alemania, mientras que el este quedaba en manos de la ex Unión Soviética.

Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, Leópolis estaba bajo la égida soviética. Tanto su padrastro como su hermanastro murieron entonces en el marco de la persecución a los judíos. Él mismo debió cerrar su estudio de arquitectura y trabajó para el estado. Cuando en junio de 1941, Hitler pone en marcha la Operación Barba Roja, de invasión a la Unión Soviética, Wiesenthal y su familia fueron a Checoslovaquia.

La esposa de Wiesenthal pudo ocultar su origen judío a los soldados alemanes con documentación falsa suministrada por la Resistencia polaca. A cambio de los papeles falsos, Cyla Mueller entregó los planos de las vías ferroviarias dibujadas por su marido.

Sin embargo, Wiesenthal no tuvo suerte y fue capturado por las tropas de la Wehrmacht. Allí comenzó su calvario: pasó por cinco campos de concentración hasta que fue liberado de Mauthausen, un centro de exterminio ubicado en Austria, cuando las tropas estadounidenses entraron allí el 5 de mayo de 1945.

Cyla había sobrevivido en la clandestinidad, apoyada por la resistencia judía polaca. Tras la liberación de su marido, pudieron reunirse. Tiempo después nacía Paulina, la única hija que tuvo la pareja.

Simon Wiesenthal, en su oficina en el Centro de Documentación Judío, Viena, Austria, junio de 1979.

La “caza” de nazis

Wiesenthal consiguió los nombres de los soldados alemanes que conoció durante su reclusión y, una vez liberado, dedicó su vida a buscarlos y acusarlos públicamente de criminales de guerra nazis.

Tan pronto como mejoró su salud, ofreció sus notas sobre los criminales nazis al Ejército de los Estados Unidos y trabajó recogiendo documentación para los procesos judiciales sobre los nazis realizados en los juicios de Núremberg.

En 1947, junto a otros 30 voluntarios, fundó el Centro de Documentación Judía en Linz, Austria) con el propósito de recoger información para futuros procesos.

La Guerra Fría y las sinuosas utilizaciones de oficiales y científicos nazis, llevaron a que la Guerra Fría era una disputa por hegemonía y por intereses. No cundía el interés por la cacería de criminales para llevarlos a la Justicia. El centro de Linz perdió fuerza, no tuvo apoyos y se dispersó.

Sin embargo, Wiesenthal continuó reuniendo información.

En 2010, el historiador israelí Tom Segev publicó un libro asegurando que el Mossad -el Servicio de Inteligencia de Israel- apoyaba a Wiesenthal y eso le permitió llevar a más de 1.100 criminales nazis ante la justicia.

El famoso "cazanazis" tenía una salud precaria y llevaba sobre sus espaldas la pérdida de 89 parientes.

El rabino Marvin Hier, decano y fundador del Centro Simon Wiesenthal en Los Ángeles, definió a Wiesenthal como "la conciencia del Holocausto".

Los casos resonantes

Entre los nazis más resonantes cuya captura se logró con la participación de Wiesenthal está el padre de “la solución final”, Adolf Eichmann. En 1954, Wiesenthal logró localizar e identificar en Buenos Aires a Eichmann e informó de ello al Centro de Investigación del Holocausto Yad Vashem en Israel. Al principio, en Jerusalén eran muy escépticos, pero finalmente el jefe nazi fue capturado por el Mossad en la conocida "Operación Garibaldi".

Eichmann, el hombre que planificaría la deportación y muerte en masa de judíos en Europa, fue secuestrado en 1960 en su hogar en las afueras de la capital argentina, trasladado clandestinamente a Israel, por último sentenciado a muerte en 1961 y ejecutado en 1962, tras la celebración de un juicio transmitido por televisión.

Gracias a ello Wiesenthal reabrió ese mismo año su Centro de Documentación Judía con el apoyo de donaciones de todo el mundo. Continuó, pues, trabajando en otros casos. Entre sus mejores logros está la identificación y localización de Karl Silberbauer, el oficial de la Gestapo responsable del arresto de Ana Frank, que fue descubierto en 1963 cuando trabajaba como inspector de policía en Viena, a quien se le abrió una investigación administrativa y que fue reintegrado al servicio un año después porque no había cometido delito en el ejercicio de sus funciones. ​

Durante este periodo Wiesenthal también localizó nueve de los dieciséis nazis juzgados en la Alemania Occidental por el asesinato de la población judía de Leópolis, la ciudad natal de Wiesenthal. El austriaco Franz Stangl, comandante de los campos de concentración de Treblinka y Sobibor, fue capturado en 1967 en el Brasil gracias a su investigación, y el alemán Josef Schwammberger, comandante del gueto de Przemysl, fue detenido en 1987 en Argentina.

Hermine Braunsteiner, un ama de casa que vivía en QueensNueva York, también fue identificada por Wiesenthal como "la yegua de Majdanek", así llamada porque acostumbraba a patear a las reclusas hasta matarlas. Finalmente fue extraditada a Alemania en 1973 y fue condenada a cadena perpetua en 1981.

Estuvo tras los pasos de Josef Mengele en el Paraguay, pero se le escabulló al momento de encontrar a Eichmann en 1959.

Simon Wiesenthal, en su oficina en el Centro de Documentación Judío, Viena, Austria, junio de 1979.

El Centro

En 1977 se fundó en la Universidad Jeshiva de Los Ángeles el Simon Wiesenthal Holocaust Center, que en la actualidad tiene más de 400.000 miembros y sedes en TorontoMiamiBuenos AiresJerusalén y París. Más adelante, en 1979, la Oficina Especial de Investigación (OIS) en Estados Unidos compartió con Wiesenthal información sobre personas sospechosas de haber participado en el genocidio.

En los años 1970 se vio envuelto en la política austriaca cuando aseguró que muchos ministros del recién formado gobierno socialista de Bruno Kreisky habían sido nazis durante el tiempo en que Austria formó parte del Tercer Reich. Kreisky, también judío, atacó a Wiesenthal y lo calificó de Nestbeschmutzer (pájaro que ensucia su propio nido). A lo largo de los años Wiesenthal recibió muchas amenazas de muerte y, en 1982, explotó una bomba puesta en la parte exterior de su casa en Viena.

Tras 58 años de trabajo, residiendo en Viena, en abril de 2003, Wiesenthal anunciaba su retiro a los 94 años. Ya había encontrado a todos los nazis que había estado buscando. Ya había dejado una fundación con gente que seguiría su tarea. La salud del Cazanazis estaba muy deteriorada. También la de su esposa, Cyla Müller, que moría pocos meses después.

El hombre que sobrevivió a los campos de exterminio, que no se rindió y dedicó su vida a que los genocidas pagaran con cárcel murió el 20 de setiembre de 2005 mientras dormía. Estaba en paz.

Los restos de Cyla y de Simon fueron trasladados al cementerio de Herzliya, distrito israelí de Tel Aviv.

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