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Sindicato de frigoríficos dividido: algunos quieren parar y otros no
La Federación de Obreros de la Industria de la Carne y Afines (Foica) del Cerro resolvió este miércoles declararse en conflicto y parar totalmente las actividades a partir del 1ª de abril durante ocho días.
El gremio de los trabajadores cárnicos está dividido por dos corrientes desde hace alrededor una década, la denominada del Cerro y la de Ciudad Vieja. En la primera sus referentes son los dirigentes Ariel Jacques y Martín Cardozo, mientras que la de Ciudad Vieja es liderada por Luis Muñoz, quien es actualmente el secretario general de toda la Foica.
Las dos facciones cuentan con alrededor 3 mil afiliados, aunque la del Cerro se caracteriza más por tener trabajadores de los frigoríficos más grandes y la segunda a empleados de los más pequeños.
La Foica de la Ciudad Vieja en primera instancia había resuelto no parar después de varias instancias de negociaciones con el gobierno y las cámaras empresariales, pero este miércoles la del Cerro anunció la medida extrema. Según expresó Muñoz a El Observador, por estas horas los principales dirigentes de la Foica Ciudad Vieja realizan gestiones en todas las plantas y tomará una resolución este viernes.
El sindicato de la carne planteó en su momento suspender la actividad por diez días, pero ante la respuesta de que no se podía parar y que se tomarían todas medidas necesarias para garantizar la salud de los trabajadores sin detener la faena, finalmente se siguió operando.
La medida que se tomó fue la de enviar a una importante cantidad de trabajadores en potencial situación vulnerable frente al coronavirus a sus casas (por seguro por enfermedad o licencias).
En tanto, la Foica del Cerro expresó en un comunicado este miércoles que en una situación de emergencia sanitaria, “miles de trabajadores están hacinados en sus centros de trabajo siendo estos fuente de riesgo de contagio, no solo para los trabajadores, sino también para el resto de la población".
“Sin desconocer que las autoridades del gobierno han planteado medidas paliativas que son de recibo de los trabajadores, no son suficientes en esta situación de emergencia”, sostuvo el comunicado.
En tanto, el presidente de la Asociación de la Industria Frigorífica del Uruguay, Daniel Belerati, dijo estar “descorazonado, desconcertado y desmoralizado”.
El empresario señaló en radio Rural que se mantuvieron reuniones con las dos corrientes del sindicato y con la directiva de la Foica, “al más alto nivel”, con el fin de “mejorar las condiciones del trabajo en un ambiente donde ya en general son muy buenas”.
Belerati también reconoció que la Foica expresó que en caso de darse algún caso, aunque sea puntual, de coronavirus en algunas de las plantas, en ella se iba a parar inmediatamente porque se tomarían medidas sindicales.
“Si mirás el panorama de Uruguay hoy, (por un lado hay) más de 400 mil personas desesperadas por conseguir un trabajo y la posibilidad de parar la olla, y por otro un sindicato que entiende tiene que parar de trabajar", expresó.
"Un sindicato que además pertenece a la industria alimenticia. En todos los lugares donde se ha determinado la cuarentena general, la primera excepción es la industria alimenticia porque los países no pueden dejar la gente se muera de hambre. Y la carne para los uruguayos es mucho más que un alimento, es la forma de alimentarse”, expresó Belerati.
De todas, formas, Muñoz sostuvo que ya hay varios frigoríficos parados por los problemas que han habido con los mercados -sobre todo China y Europa- y hay unos 2 mil trabajadores en seguro de paro.
"Frigoríficos Carrasco y Pul pararon hoy (jueves), San Jacinto entró de licencia y Las Moras por un tema de mercado fueron enviados trabajadores al seguro de paro sin saber cuando se retoman las actividades", dijo Muñoz, que destacó otras plantas como La Caballada que trabaja una vez por semana o pocas veces al mes.
