Suman más de 3.000 los detenidos en Ecuador desde que el gobierno declaró la guerra al narcocrimen

Según informó la Policía Nacional, desde entonces se realizaron 85 operativos contra "grupos terroristas", denominación que le dio el gobierno ecuatoriano a 22 bandas de narcotraficantes, procedimientos que resultaron en la acusación por “presunto terrorismo” de 158 de los detenidos.

El pasado fin de semana, el Ejército inició un megaoperativo en la localidad de Vinces, en la provincia de Los Ríos, a unos 200 kilómetros de Quito, la capital del país, donde se decomisaron "cerca de 22 toneladas de clorhidrato de cocaína distribuidas en 733 bultos", reveló la institución en la red social X.

Además, según la Policía Nacional, fueron decomisadas 10 toneladas dentro de una bodega en una zona rural cercana a Vicens, operativo que Ejército calificó como uno de los más importantes "en los últimos tiempos", cargamento que tenía como destinos Asia, Europa, América del Norte y Central.

La información oficial agrega que además fueron confiscados US$ 23.238 en efectivo, más de 68.625 litros de combustible y 4.802 explosivos; así como armas de fuego, armas blancas, municiones, motocicletas, vehículos, embarcaciones y celulares.

Tras conocerse el pasado 7 de enero pasado la fuga de Adolfo Macías, alias Fito, líder de la banda Los Choneros, vinculado al cártel mexicano de Sinaloa y que cumplía 34 años de cárcel en la provincia de Guayas, Ecuador registró una escalada de hechos violentos.

Pocos días después, Fabricio Colón Pico, alias Capitán Pico, señalado como uno de los cabecillas de la banda delictiva Los Lobos, y acusado por la fiscal general del Estado, Diana Salazar, de participar en un plan para asesinarla, también se evadió de la cárcel.

Los hechos ocurrieron cuando el presidente Daniel Noboa se disponía a poner la primera piedra en la construcción de cárceles de máxima seguridad en dos provincias, como parte de su Plan Fénix para llevar tranquilidad en Ecuador, país que en 2023 registró un récord de 7.000 homicidios intencionales.

Ante la ola de violencia, Noboa declaró el estado de excepción por 60 días para movilizar militares a las calles y ordenó un toque de queda nocturno. Las organizaciones narcotraficantes, en tanto, respondieron con una ofensiva que dejó una veintena de muertos, motines en cárceles, 200 rehenes en prisiones, policías secuestrados y ataques con explosivos.

Noboa declaró al país en estado de "conflicto armado interno" y dio estatus beligerante a las bandas, convertidas así en objetivos militares, lo que le permitió ordenar a las Fuerzas Armadas "ejecutar operaciones militares" contra los 22 grupos criminales identificados.

Noboa detalló que el gobierno implantará una "semaforización" del toque de queda, de modo que en "ciertos cantones” la medida se cumplirá en horarios distintos según la situación que registren, también como una forma de “reactivar la economía”.

Mientras tanto, el Ejecutivo mantiene las clases virtuales para los estudiantes de Quito y de tres provincias costeras, consideradas las más violentas del país. En ese contexto, Noboa propuso incrementar del 12% al 15% el Impuesto al Valor Agregado financiar la ofensiva oficial, propuesta que discute el Congreso.

(Con información de agencias)