Alemania, Francia e Italia subrayaron este jueves su compromiso con el Acuerdo de París, tras el anuncio de Estados Unidos de que abandona el pacto, y lamentaron la decisión del mandatario norteamericano, Donald Trump, adoptada horas antes.
"Estamos firmemente convencidos de que el acuerdo no puede ser renegociado", afirmaron los jefes de Estado y gobierno de los tres países europeos. Trump dijo que quería negociar un "nuevo acuerdo" o renegociar el acuerdo de París.
El Acuerdo de París es una "piedra angular de la cooperación entre países" en lo referente a atajar a tiempo y de forma efectiva el cambio climático" y la "dinámica" que generó, que es "irreversible", asegura un comunicado suscrito por el presidente francés, Emmanuel Macron, la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni.Trump "cometió un error para los intereses de su país y un error para el futuro de nuestro planeta", añadió Macron este jueves en televisión.
"Estamos completamente convencidos de que el Acuerdo de París no se puede volver a negociar, ya que es un instrumento vital para nuestro planeta, nuestras sociedades y nuestras economías", indica el texto.Trump anunció este jueves la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París contra el cambio climático, por considerar que se trata de un entendimiento "desventajoso" para los trabajadores y los contribuyentes estadounidenses.
"En el día de hoy, Estados Unidos cesará toda implementación del acuerdo de París y las pesadas cargas financieras y económicas impuestas a nuestro país", dijo Trump durante una ceremonia en los jardines de la Casa Blanca.
Sin embargo, el mandatario buscó dejar abierta una puerta, al afirmar que su gobierno está dispuesto a negociar un nuevo acuerdo.
"Estamos saliendo pero vamos a comenzar a negociar y veremos si podemos alcanzar un acuerdo justo. Si podemos, será excelente. Si no podemos, también. Como presidente, no puedo poner otra consideración por delante del bienestar de los estadounidenses", expresó.
Como resultado de esta decisión, Trump dijo que todos los compromisos no vinculantes adoptados por la adhesión al acuerdo cesarán "el día de hoy", con efecto inmediato.
El alcance de esta decisión llega mucho más allá del tema climático, ya que da una indicación sobre el lugar que Estados Unidos aspira a ocupar en la arena internacional en los próximos años.
En un artículo de opinión publicado el miércoles por el Wall Street Journal, dos de los principales asesores del presidente, el general H.R. McMaster y Gary Cohn, aseguraron, en referencia al eslogan de campaña, que "Estados Unidos primero" no quiere decir "Estados Unidos solo".
Poco antes del anuncio, China y la Unión Europea defendieron con vigor el Acuerdo de París, que apunta a limitar el alza de la temperatura global "por debajo de 2ºC" con respecto a la era pre-industrial.
Desde Berlín, en donde se reunió con la canciller Merkel, el primer ministro chino, Li Keqiang, aseguró que su país respetaría el compromiso. "Pero, por supuesto, esperamos contar con la cooperación de los demás", añadió.
Pekín fue, junto con el gobierno estadounidense de Obama, uno de los principales artífices del acuerdo histórico de diciembre de 2015.
Merkel consideró, en declaraciones a la prensa, que el acuerdo es "esencial".
Rusia, uno de los países que más contaminan, firmante del pacto, consideró que la ausencia de "actores esenciales" podría complicar su implementación.
"La aplicación de esta convención en ausencia de actores esenciales será más complicada, pero por el momento no hay alternativa", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Por su parte, los responsables de la Unión Europea adoptaron un tono menos diplomático. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, estimó que retirarse del pacto es inaceptable. "Soy partidario de la relación transatlántica", comentó.
El tema dividió profundamente en la cumbre del G7 de la semana pasada en Italia. Todos sus participantes, con la excepción de Trump, habían reafirmado su compromiso con el texto de París.
El artículo 28 del acuerdo permite a las partes firmantes salir del pacto, pero dado el procedimiento previsto la salida sería efectiva únicamente en 2020.
Otra solución, aún más radical, podría ser la salida de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
El objetivo de Estados Unidos, fijado por la administración de Obama, es una reducción de entre 26% y 28% en las emisiones de gases con efecto invernadero para 2025, en relación a 2005.
Obama incluso aludía regularmente a la "carrera contrarreloj" en la que la comunidad internacional se lanzó para intentar limitar los efectos más devastadores del cambio climático.
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