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Un ataque ucraniano provoca un gran incendio en un campo militar ruso en Crimea
Ucrania celebró como una “operación exitosa” el incendio que se declaró este miércoles en un campo militar en el distrito de Kirovske, en la península anexada de Crimea, que obligó a las autoridades instaladas por Rusia a evacuar a más de 2.000 civiles.
“Se llevó a cabo una operación exitosa en Crimea ocupada. El enemigo oculta la extensión de los daños y el número de víctimas”, indicó en Telegram el jefe de la inteligencia militar ucraniana, Kirilo Budanov, quien acompañó su mensaje con un corto video que muestra una instalación en llamas, sin que fuese posible determinar de qué tipo de infraestructura se trata.
Poco después, los propios servicios de inteligencia ucranianos (GUR) desmintieron esta supuesta afirmación de Budanov. El portavoz del GUR, Andrii Yussov, afirmó al medio público ucraniano Suspilne que “el comentario, supuestamente en nombre de Kirilo Budanov, es falso”.
Sin embargo, lo cierto es que Sergei Aksyonov, el gobernador designado por Moscú en la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014, anunció en su cuenta de Telegram que las autoridades locales ordenaron la evacuación de más de 2.000 civiles por un incendio declarado en un campo militar.
Dos medios rusos en línea, Mash y Baza, cercanos a los servicios de seguridad de Moscú, señalaron que se escuchaban detonaciones en la zona desde hacía dos horas. Según Mash, se trataba de un depósito de municiones incendiado.
El ataque ucraniano se produjo 48 horas después de que otro asalto con drones navales destruyera un tramo del puente de Kersh, que une el territorio ruso con Crimea y es vital para el abastecimiento de las tropas rusas en la región.
Dicho ataque es el segundo contra esa vía y dejó interrumpido el tráfico carretero, pero no el ferroviario. Según Moscú, los cimientos del puente están indemnes.
Esta madrugada, la fuerza aérea ucraniana indicó que destruyó 23 de los 32 drones explosivos y 13 de los 16 misiles Kalibr lanzados por las fuerzas rusas en la región de Odesa.
El ataque ruso ocurrió por segundo día consecutivo sobre el área portuaria ucraniana en el Mar Negro, tras la interrupción del acuerdo de granos que permitía a los dos contendientes sacar por vía marítima su producción de cereales, vitales para la provisión alimentaria de varios países africanos y costeros del Mediterráneo oriental, como Líbano.
El puerto de Odesa era uno de los tres habilitados en territorio ucraniano. En total, esta nueva serie de ataques rusos dejó al menos 12 heridos, según el gobernador Oleg Kiper.
Sin embargo, el parte ucraniano dijo que los misiles de crucero Kh-22 y Onyx lanzada por Rusia sobre la región de Odesa tenían como objetivo “infraestructuras críticas y militares” no especificados.
El acuerdo de granos, firmado en julio del año pasado por Moscú con Turquía y con la ONU, fijaba el compromiso de no atacar los barcos que transportaban grano ucraniano ni las infraestructuras relacionadas con la exportación de cereal.
Rusia lo dejo sin efecto el lunes aduciendo que no se habían cumplido las condiciones fijadas por Rusia, entre otras la reconexión al sistema SWIFT de un banco de comercio exterior ruso.
(Con información de agencias)
