Miguel (48) trabaja en una escultura sobre el barro

Nacional > Cultura

Un espacio de catarsis para la vida de la calle

Centro Cultura Urbano acerca la cultura a los más desamparados
Tiempo de lectura: -'
28 de abril de 2018 a las 05:00
Imagine vivir sin música, sin cine o sin expresiones artísticas. Imagine vivir sin tener acceso a bienes culturales. Se dice que cuando otras necesidades básicas no están cubiertas, el acceso a la cultura queda en un segundo plano. "Los derechos culturales son una especie de hermano menor de los Derechos Humanos que muchas veces quedan invisibilizados", explica Walter Ferreira. Para él, vivir sin una expresión artística sería impensable. Ferreira es el coordinador del Centro Cultural Urbano, una "política sociocultural consolidada" que trabaja con las potencialidades de las personas que viven en la calle.

Urbano, como lo llaman los que acuden ahí regularmente, depende del Ministerio de Educación y Cultura y en 2017 recibió a unas 700 personas. En su mayoría son personas que viven en la calle o en refugios pero también vecinos del barrio que se acercan al lugar. El centro comenzó a funcionar en 2009 bajo la órbita de una ONG y en 2012 pasó a la Dirección Nacional de Cultura. "La idea es que logren aprehender las herramientas que le damos acá de arte y cultura y que empiecen a vivir un proceso de creación artística y socialización", explica Ferreira.

«Necesitamos trabajar en la complementariedad de las políticas sociales. Nosotros solos no solucionamos ningún problema social».

El centro ofrece unos diez talleres por semana que van desde clases de plástica hasta foros sobre películas y talleres literarios. "A mí me gusta hacer caras", cuenta Walter mientras moldea una nariz de una pequeña escultura de barro. Walter tiene 48 años y hace varios años, no recuerda cuántos, que asiste a Urbano. Hizo clases de tango y de literatura pero ahora solo está asistiendo al taller de plástica. Walter vive en un refugio pero antes estuvo en la calle, su casa se incendió y se quedó sin nada. "El refugio no se lo recomiendo a nadie", dice y recuerda que ingresó como algo transitorio pero ya hace dos años y medio que está ahí.

A pocos metros de Walter, Claudia muestra tres vasos que adentro tienen pintura amarilla, roja y azul. "¿Qué son estos colores?", pregunta Claudia y levanta la mirada. "Primarios", responde una señora que está ubicada el fondo de la clase. Algunos trabajan con barro, otros pintan con lápices de colores y un par utilizan pinceles. Cada uno se concentra en su trabajo y Claudia los atiende cada vez que la reclaman.


"Esto funciona como un espacio de visibilización de las problemáticas", explica Ferreira y, si bien la cataloga como una política consolidada, sabe que por sí sola no soluciona ninguno de los problemas sociales a los que se enfrentan las personas que tiene el cielo como techo. Los integrantes del equipo de Urbano trabajan para lograr la complementariedad de las políticas sociales que emplea el gobierno. "Si acá alguien logra hacer un proceso precioso, sale del refugio pero tiene problemas para insertarse al mundo del trabajo, lo que hicimos acá queda a medio camino", reflexiona.

En Urbano se manejan dos reglas básicas para la convivencia: nadie puede utilizar la casa donde funciona como un lugar de "achique" -si llegas a Urbano participas del taller- y en caso de haber algún episodio de violencia los involucrados se deben ir. "Somos flexibles. No es que a la primera te echamos", reconoce Ferreira.

Tienen la palabra

Cada 15 días Urbano realiza reuniones en formatos de asamblea donde los asistentes a los talleres "tendrían" la palabra. "Digo tendrían porque a las personas que viven en la calle muchas veces les cuesta tener un discurso propio", explica Ferreira. Uno de los aspectos positivos del proceso es poder analizar su situación y, por ejemplo, querer dejar el refugio, no para irse a la calle sino para buscar otra opción. "La inclusión y la emancipación dignifican al ser humano", agregó.

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...