Si Diego Aguirre no fuera el entrenador de Peñarol en la definición de este Campeonato Uruguayo 2023 y vista la expresión futbolística de Liverpool y el deficitario desempeño de los aurinegros en el último semestre, por estas horas en la Asociación Uruguaya de Fútbol estarían grabando por primera vez en la historia el nombre del club de Belvedere en la Copa Uruguaya, para entregarla este mismo sábado.
Si Liverpool gana, se consagrará campeón. Si triunfa Peñarol la definición pasará al siguiente nivel, la final en donde quedarán en igualdad de condiciones y definirán en dos partidos con sistema de local y visitante.
Peñarol aferrado al milagro de Aguirre
No existen argumentos futbolísticos por lo expresado por Peñarol hasta la última fecha del Clausura para imaginarlo campeón.
Rendimientos individuales que están tallando muy lejos de aquellos que prometían cuando llegaron en los períodos de pases de este año. El funcionamiento colectivo que está en deuda desde que empezó a flaquear la propuesta de Alfredo Arias, bastardeada por la terrible campaña internacional, que fracasó con Darío Rodríguez y que Aguirre, en este intento de último momento, era imposible pudiera cambiar.
Aguirre aprovechó en los cuatro partidos que dirigió (0-0 Plaza, 1-0 Fénix, 1-1 Racing y 0-0 Wanderers) para empezar a descubrir pequeños elementos que le permitan sorprender este sábado de noche en el Centenario.
El primer aspecto que dejó claro, que no es menor, fue que en cuatro partidos recibió un solo gol.
Es cierto que no es medida, pero sí un buen promedio porque Peñarol había recibido 12 goles en 11 partidos.
Con este ajuste cortó uno de los puntos más críticos del funcionamiento del equipo y lo blindó.
Emparchado el primer problema, se enfocó en el segundo y en ese caso no encontró soluciones (probó diferentes alternativas) porque dos goles en dos partidos son una muy pobre medida.
Leonardo Carreño
Abel Hernández se recuperó para la definición
Aguirre aprovechó estos cuatro partidos para ensayar con el objetivo de dar un golpe de efecto este sábado. Porque en medio de la crisis que sufre el club, el gran aliado del entrenador es acertar en dos o tres movimientos en el equipo para la semifinal y encontrar en ellos lo que no consiguió el equipo hasta ahora.
En el primer partido ante Plaza, ante la falta de defensas, recurrió al juvenil Andrés Madruga como zaguero y a Santiago Díaz en ataque.
Frente a Fénix ensayó con Matías Aguirregaray como volante, apelando al oficio del oriundo del club y pensando en un recurso para la semifinal.
Ante Racing recurrió a Kevin Méndez y Ángel González para descubrir qué es le pueden dar.
El partido ante Wanderers le permitió ver en acción a Mayada, y probó a Valentín Rodríguez en el lateral izquierdo.
@OficialCAP
Mayada volvió justo a tiempo para las finales
En 270 minutos de fútbol descubrió muy poco, pero en dos semanas no tuvo más tiempo que para eso, para ensayar alternativas con las que pueda generar alguna sorpresa.
De todas formas, será el instinto de Aguirre para armar el que puede ser el último equipo del año, la suerte del entrenador, los goles de Arezo y un revulsivo anímico (para el que necesita un singular apoyo de los hinchas) los únicos elementos que le dan esperanza a los aurinegros en medio del descreimiento.
Foto: Leonardo Carreño.
Matías Arezo, el ángel del gol de este Peñarol
¿Peñarol le puede ganar a Liverpool? Con estos equipos y en los actuales niveles de rendimientos le puede ganar dos partidos en 10, pero son finales y el fútbol ya le demostró a Aguirre con Peñarol que siempre existe margen para un milagro.
Y si gana este sábado, comenzará otra historia en la definición del Uruguayo.
Liverpool tiene la obligación de ganar
Diferente es la situación que atraviesa el equipo que dirige Jorge Bava, que llega fortalecido. Le levantó 11 puntos a Peñarol (la distancia que le sacó en el Apertura), ganó por 10 de ventaja el Clausura y se llevó la Anual con cinco puntos de diferencia sobre el segundo (Peñarol) y a 10 del tercero (Nacional), lo que representa un mérito enorme para un club chico.
Leonardo Carreño
Jorge Bava y la calidad comprobada durante todo 2023
Bava lleva dos años y medio al frente de este equipo con el que ganó títulos, jugó copas internacionales, terminó primero en la tabla de este año y mostró una autoridad que lo define como favorito a levantar la Copa.
Además, revirtió la estadística frente a Peñarol. En su período como entrenador le ganó tres veces a Peñarol, perdió tres y empató un partido. Un detalle: está invicto ante los aurinegros este año.
| Apertura 2021 |
3-3 |
Belvedere |
Federico Martínez, Sebastián Fernández, Alan Medina |
| Clausura 2021 |
Peñarol 1-0 |
Campeón del Siglo |
|
| Apertura 2022 |
Peñarol 2-1 |
Campeón del Siglo |
Alan Medina |
| Intermedio 2022 |
Liverpool 1-0 |
Campeón del Siglo |
Pablo González |
| Clausura 2022 |
Peñarol 1-0 |
Belvedere |
|
| Apertura 2023 |
Liverpool 1-0 |
Belvedere |
Gastón Martirena |
| Clausura 2023 |
Liverpool 1-0 |
Campeón del Siglo |
Thiago Vecino |
El entrenador de Liverpool tiene un largo historial, lleno de grandes triunfos. Puede ver todos los partidos dirigidos por Bava aquí.
El equipo se recita de memoria y posee en su plantel una variedad como ningún otro club en el torneo local. Además, el entrenador consiguió el mejor funcionamiento de sus futbolistas.
@CampeonatoAUF
Rodrigo Rivero, Agustín Ocampo, Marcelo Rivero y Thiago Vecino
Desde Britos a Luciano Rodríguez desbordan calidad y rendimientos superlativos.
Ahora bien, Liverpool deberá estar este sábado a la altura de su candidatura y sostener con fútbol lo que expresó en este 2023 en el que ganó cuatro de los cinco títulos/tablas (Supercopa, Intermedio, Clausura, Anual).
@CampeonatoAUF
Luciano Rodríguez, el goleador de Liverpool
Por esa razón, las apuestas lo dan como favorito. Su juego lo coloca en un lugar en donde no debería estar en riesgo su consagración. Y la crítica le otorga todos los créditos. Sin embargo, Peñarol tiene su mejor amuleto, Aguirre y sus milagros.
Esta noche se conocerá si el entrenador de Peñarol extiende su magia y lleva la definición del Uruguayo a dos finales más, o si el fútbol consagra al mejor del año.
