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Una bailaora entre el ayer y hoy de la danza
Al principio, el lugar era una casa. Un entorno transformado por el diseño teatral en el que cada habitación albergaba una intervención, una exposición o una performance movidas por el flamenco. Sin embargo, ese espectáculo, Flamenco Añejo, precisaba evolucionar. "Ahí, cada espacio tenía su contar y cerraba con un tablado, pero no había una profundización sobre algún concepto en particular", comenta su creadora y bailaora, Tatiana Ruiz, que presentará hoy en el Auditorio Adela Reta la primera producción nacional de flamenco del Sodre, Sympatheia.
Manteniendo el flamenco como eje, la nueva propuesta de Ruiz se presenta como un crecimiento a nivel creativo y expresivo que parte del concepto griego de pathos, el poder del arte para evocar sentimientos. "Lo que se quiere contar es el flamenco como un arte que evoluciona al ser un encuentro de gente. El flamenco surge de la necesidad de encontrarse y expresarse a través de un lenguaje", precisa Ruiz a El Observador.
En Sympatheia, esa vinculación y esa empatía se manifiestan a través de distintas instancias emotivas. Según Ruiz, el espectáculo es una fiesta, pero no en el concepto "liviano". "Una fiesta siempre está asociada al estado de alegría, pero en una fiesta en la que la gente comparte un tiempo prolongado ese no es el único estado por el que se transita", sino que también se hacen presentes la tristeza y la melancolía.
Mediante los "palos" o estilos de flamenco, el arte puede utilizar sus recursos musicales y expresivos para manifestar esos distintos momentos. "Cambia el ritmo, cambia el compás y cambia el sentido de la melodía y de las letras", señala Ruiz, quien además exterioriza en el baile y en los vestuarios.
La evolución planteada en el nuevo espectáculo de la bailaora, junto a otros intérpretes y con toque y cante en vivo, también supone una hibridación entre el presente y el pasado. "Buscamos referentes antiguos del flamenco tradicional, pero al mismo tiempo la forma de baile y de hacer música es muy actual".
Mientras que los distintos episodios representados en Sympatheia toman su inspiración de fotografías añosas e incorporan telones pintados, la estética de la puesta en escena también introduce elementos modernos en los colores y telas del vestuario, en las proyecciones y en la iluminación.
"Hay muchas vertientes en el flamenco, pero el más auténtico es el que parte del cante y del toque de música en vivo", señala Ruiz, quien considera a Sympatheia como una oportunidad para abrirle las puertas al flamenco ante el público uruguayo. "Cuando hay producciones internacionales que vienen a los teatros grandes, veo que hay mucha asistencia, pero poca gente sabe que hay un circuito pequeño de flamenco que hace el arte de la forma más tradicional posible", agrega.
La inexistencia de tablados de flamenco con espectáculos regulares le impide al arte reclamar un espacio en la cultura local. "Tengo amigos y colegas que han querido hacer este tipo de espectáculos en espacios grandes y no tuvieron suerte", sostiene. Es que se suele concebir al flamenco como una manifestación artística estancada en el tiempo o, a través de una visión fragmentada, superficial. Ruiz opina que "quizá el general de la gente se queda con la imagen de una flor, una peineta, y no sabe que está toda esta otra parte que les puede llamar la atención".
Espectáculo
Sympatheia se presentará hoy y mañana en el Auditorio Adela Reta a las 21 horas. Las entradas cuestan $ 300.
