Uruguay en el diálogo regional sobre políticas agroalimentarias

El mundo atraviesa un escenario incierto, los efectos de la pandemia sobre la economía, el empleo y la seguridad alimentaria, el impacto del cambio climático y los recientes conflictos en Europa Oriental pueden repercutir fuertemente en la producción y las exportaciones de alimentos y en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible al 2030.

¿Estamos preparados para este escenario de incertidumbre? ¿Qué acciones debemos tomar? ¿Qué rol juega la cooperación entre los países de la región? Estos interrogantes harán parte de las conversaciones entre los países de América Latina y el Caribe durante la próxima Conferencia Regional de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), a realizarse del 28 de marzo al 1° de abril, en Quito, Ecuador.

Uruguay es un país productor de alimentos, la economía agrícola representó el 7,5% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional en 2020 y, en su conjunto, el sector representa casi el 80% de las exportaciones uruguayas. Por lo tanto, Uruguay será un actor clave en las discusiones de la Conferencia Regional de la FAO.

La Conferencia es el máximo órgano rector de la Organización en la región y los aportes de los gobiernos, organizaciones de productores, academia, sector privado y otros organismos de cooperación invitados, serán fundamentales para definir las prioridades de la región y las acciones necesarias en materia de ciencia, innovación y de políticas sociales, económicas y ambientales que garanticen el desarrollo sostenible de los países miembros.

El objetivo es lograr la transformación de los sistemas agroalimentarios hacia sistemas más eficientes, inclusivos resilientes y sostenibles y conseguir una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor para todos, sin dejar a nadie atrás.

En el caso de Uruguay, el eje de cooperación acordado con el gobierno para los próximos años está orientado en primer lugar a lograr una producción agropecuaria ambientalmente sostenible y resiliente que genere oportunidades de desarrollo territorial y, en segundo lugar, avanzar hacia entornos alimentarios más saludables y el cumplimiento del derecho a una alimentación adecuada para todos.

Además, se han definido tres áreas de trabajo transversales: la generación de datos e información para la toma de decisiones, el desarrollo de la ciencia, tecnología e innovación y la equidad de género.

Las consultas nacionales preparatorias a LARC 37 con actores del gobierno, de la sociedad civil, de la academia y del sector privado de Uruguay han mostrado que el país tiene mucho para aportar a la región, demostrando que la actividad agropecuaria puede ser parte de la solución a los grandes desafíos globales, por ejemplo, compartiendo su experiencia de producción ganadera sobre campo natural, el desarrollo del cooperativismo y planteando las oportunidades y desafíos de los procesos de digitalización.

El diálogo ministerial previsto los días 30, 31 de marzo y 1° de abril en Quito, al que asistirán de manera presencial muchos ministros de Agricultura, Ganadería, Salud y Ambiente de América Latina y el Caribe, será fundamental en la construcción de una visión común que sirva de base para la conferencia global de la FAO, en el año 2023 y será clave para el futuro agropecuario de Uruguay y la región.

(1) Representante Adjunto de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Uruguay.

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