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Uruguay se manifestó en la OEA sobre Venezuela y recibió un tironcito de orejas de Paraguay
Pocas horas después que Juan Guaidó se autoproclamara presidente de Venezuela en el marco de una movilización multitudinaria y que una decena de países americanos lo reconocieran, el foco de atención se mudó a la sede la Organización de Estados Americanos en Washington.
Allí, el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, llamó este jueves a la organización regional a reconocer al jefe del Parlamento de Venezuela como presidente interino, y advirtió al mandatario Nicolás Maduro sobre el uso de la fuerza para reprimir las manifestaciones. Estados Unidos también pidió este jueves una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para discutir la crisis en Venezuela.
El secretario de Estado dijo en la OEA que "el tiempo de debatir se acabó" y que "el régimen del expresidente Nicolás Maduro es ilegítimo".
"Reitero nuestras amenazas sobre cualquier decisión de los elementos remanentes del régimen de Maduro sobre el uso de la violencia para reprimir una transición política", advirtió Pompeo.
Su discurso fue interrumpido por la activista Medea Benjamin, de la organización Code Pink, que levantó una pancarta que rezaba "OEA no apoyes un golpe de Estado en Venezuela".
A su turno, el representante uruguayo, el embajador Hugo Cayrús, transmitió las condolencias del gobierno uruguayo a las familias de las víctimas de las manifestaciones de este miércoles en Venezuela en donde murieron 16 personas. También reiteró el "deseo y disposición" del gobierno uruguayo para "contribuir de manera positiva a la búsqueda de soluciones ante la grave situación planteada en Venezuela".
Cayrús dijo que la "prudencia y la mesura" son elementos importante en este momento para no "caer en un espiral de violencia" que pudiera "agravar la situación" y perjudicar al pueblo venezolano. Como de costumbre señaló el apego de Uruguay a los principales preceptos del derecho internacional público entre, lo que subrayó, el respeto al "derecho soberano de los venezolanos de decidir su destino".
Por último, repitió la "plena disposición" del gobierno para "colaborar en la búsqueda de una solución pacífica y democrática". "Con ese objetivo, en el día de ayer conjuntamente con México emitimos un comunicado de prensa al respecto", dijo.
Al cruce de las palabras de Cayrús –y la de otras delegaciones que pusieron énfasis en la fórmula del diálogo– salió la representante paraguaya, Elisa Ruiz Díaz, quien dijo que eso es lo que se viene procurando en esa organización y también en otros ámbitos desde hace tiempo. Sin embargo, la embajadora paraguaya advirtió que la respuesta siempre ha sido con "fórmulas dilatorias" y que el gobierno venezolano jamás demostró voluntad de diálogo. "Para que exista un diálogo debe existir la voluntad de las partes", dijo.
En este sentido, recordó las veces que representantes venezolanos "denostaron" a la institución. "Siempre hemos ofrecido el diálogo, tender puentes", dijo. "Solicito formalmente a todos los países amigos del régimen de Maduro a que intercedan, a que acepten el bendito diálogo", culminó.
La sesión en la OEA fue convocada el martes, previo a la autoproclamación de Guaidó, para analizar "los recientes acontecimientos en Venezuela" a solicitud de las misiones permanentes de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos y Perú.
La representante de Venezuela en la OEA, Asbina Ixchel Marin, rechazó la celebración de la sesión que calificó como "un atropello a la Carta de la OEA" y dijo que "ninguno de los actos" de esta tendrán validez para su gobierno. "Ayer en Venezuela ocurrió un golpe de Estado apoyado por un grupo de países que ahora pretende justificarlo aquí en esta organización", afirmó Marín.
