En 2019 el maestro brasileño João Carlos Martins, uno de los exponentes de la música clásica más destacados de la región, anunció su retiro. Una enfermedad degenerativa y los ecos de un accidente que tuvo en 1965 durante un partido de fútbol le hicieron perder, cada vez más, la movilidad de las manos. Primero fue la mano derecha de manera completa. Luego la mayoría de los dedos de la izquierda. Y así el piano, el instrumento que lo hizo famoso, se alejó de su vida.
Sin embargo, la tecnología cambió su realidad. Según se puede ver en un video difundido a través de las redes sociales, Martins aparece a sus 80 años tocando nuevamente el piano en su casa. En sus ojos hay lágrimas, y en sus manos un par de guantes especiales que hicieron que el profesional pueda volver a la música.
Según publicó la agencia EFE, Martins de todas maneras debió pasar por 24 cirugías y un tratamiento riguroso para poder tocar nuevamente con los diez dedos, algo que no lograba hacer desde hacía 22 años. Durante la última etapa de su carrera, el pianista brasileño se había despedido de los escenarios tocando apenas con un par de dedos de la mano izquierda.
"Todo ahora es un aprendizaje, es como si yo fuera un niño de 8 años empezando a estudiar desde cero. Soy como un niño que se pone nervioso para tocar cualquier cosa", contó Martins en la publicación. "De alguna manera, yo siempre lograba volver al piano. Cuando perdí la mano derecha, hice toda una carrera con la izquierda (...) Aún así, la última vez que puse los 10 dedos en un teclado fue en 1998", recuerda.
Los guantes que posibilitaron su "renacimiento musical" son una creación del diseñador e inventor Ubiratã Bizarro Costa y están formados por un sistema de muelles de fibra de carbono y recubiertos de neopreno. Aunque suene costoso, el precio final del prototipo –que inventor y paciente debieron ajustar y probar innumerables veces– fue de apenas US$ 125.
"Hice los primeros modelos basados en imágenes de sus manos, pero estaban lejos de ser ideales. Me acerqué al maestro al finalizar un concierto en mi ciudad de Sumaré. Él se dio cuenta de que no funcionarían, pero me invitó a su casa para mejorarlos", contó Bizarro Costa al Chicago Tribune.
"Mis dedos, si bajan al teclado, no vuelven. Entonces este aparato con acero y muelles hace que los dedos puedan volver automáticamente", explicó el músico que, gracias a la tecnología, está de nuevo en carrera.
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