Fútbol > EL ANÁLISIS
Volvió Mejía, ganó Nacional y festejó Recoba en el clásico ante Peñarol
Las atajadas de Luis Mejía, el penal del juvenil Lucas Sanabria que sentenció la serie desde los 12 pasos y los abrazos de Álvaro Recoba con sus compañeros del cuerpo técnico y con todos sus jugadores marcaron el primer clásico de la temporada de Nacional ante Peñarol, en el que los tricolores vencieron por penales 4-1 luego de igualar 1-1 en los 90 minutos.
El empate en el primer partido entre los grandes a 10 días de iniciar los entrenamientos, en plena puesta a punto y jugar a un ritmo que estaba fuera de tono (aunque condicionados por lo que representa este tipo de partidos para los dos clubes), les había traído paz a Recoba y a Diego Aguirre. Sin embargo, los penales, porque debía existir un ganador de la Copa Óscar Aguirregaray de la Serie Río de la Plata, le devolvieron la sonrisa a los tricolores y le dejaron la sensación de que algo le quedó pendiente a un equipo aurinegro que tuvo todo para ganar este miércoles de noche en el Estadio Centenario.
Para Nacional y para sus hinchas, ganar con las atajadas de Mejía tuvo un sabor especial, porque el golero terminó eligiendo a los tricolores para jugar en esta temporada 2024, antes que en Peñarol (que también buscaba otro golero), y se estrenó en su vuelta al club después de tres temporadas con esta gestión a la altura de lo que suele desarrollar el golero panameño.
Además, Mejía se bajó este martes de tarde del avión que lo devolvió a Montevideo, y un día después saltaba a la cancha para defender el arco que lo espera este año con grandes desafíos.
El panameño no solo fue la figura al contener dos penales en la definición del final, sino que además con sus atajadas evitó que Peñarol se llevara el triunfo en los 90 minutos.
¿Qué le dejó a Recoba el primer clásico del año?
Álvaro Recoba eligió repetir una defensa con tres hombres (ingresó Franco Romero y mantuvo a Emiliano Velázquez y Diego Polenta), en una clara señal de que será un recurso al que recurrirá con frecuencia en esta temporada 2024.
El asunto que se plantea es que ante un equipo que ataca con un solo delantero le sobran defensas para marcar rivales y limita el funcionamiento del resto del equipo.
En el mediocampo, Ginella, Pereyra y Zabala tienen mucho para aportar a este equipo de Nacional que quiere jugar con la pelota y que busca ser profundo.
Y lo mejor de los tricolores lo ofrece la dupla ofensiva de Carneiro-Bentancourt, dos delanteros que parecen hechos a la medida y que se retroalimentan de una forma que resulta muy beneficiosa para los tricolores.
Los puntos altos de Nacional en el clásico:
1) ganó un golero con clase. El regreso de Mejía le da a Recoba la tranquilidad que había perdido en el cierre de la temporada pasada. Fue la figura del partido. Le sacó tres goles a Peñarol durante los 90 minutos y atajó dos penales. Nada nuevo lo del panameño que el martes de tarde se bajó del avión y entró directo a la cancha del Estadio Centenario para ser la figura.
2) Mauricio Pereyra tiene mucho para darle a este equipo. Llega con un ritmo diferente y tiene un juego que será clave para alimentar a la dupla ofensiva.
3) Diego Zabala jugó un gran primer tiempo y se transformó en el fogonero de los delanteros. Si Didí anda bien, el fútbol de Nacional fluye. Recoba necesita a Zabala encendido.
4) La dupla Carneiro-Bentancourt le da tranquilidad al entrenador e ilusiona al hincha. Será difícil parar a este tandem.
5) Jugar siempre al límite. Es el sello de Recoba. Es valiente con su propuesta. De esa forma, Nacional forzó a Peñarol a un lugar incómodo. Sin embargo, también tiene un doble filo porque tomando riesgos y jugando en el uno contra uno en el final, con el equipo cansado, terminó sufriendo y a punto de perder el clásico por tomar riesgos en un momento del partido en el que debía replantearse la forma para cerrar el juego, vistas las circunstancias físicas en la que llegaban al final. Recoba también tendrá que empezar a calibrar cuando es necesario cerrar un partido y firmar un empate. Esta vez lo salvó el VAR, que enmedó el error del línea que no observó una posición adelantada.
El entrenador de Nacional debe ajustar su plan defensivo. Eligió jugar con tres zagueros. Es una buena alternativa, pero en partidos como el de este miércoles le sobró un zaguero para defender con línea de tres a un delantero.
Llegó el gol que necesitaba Diego Aguirre
A Peñarol el final le dejó un sabor amargo, por la derrota por penales, pero el segundo tiempo la sensación de que había empezado a encontrar el equipo que Diego Aguirre pretende para su equipo.
Para jugar el clásico, igual que Recoba, la Fiera eligió los jugadores experientes. Había mucho en juego en cancha como para entregar el partido a los juveniles.
Por eso optó poner en cancha a sus jugadores más experientes.
Decidió utilizar al colombiano Byron Castillo como volante, y apostar por un ataque integrado por Eduardo Darias, Ángel González y Cabrera.
Le costó a Peñarol el primer tiempo, pero en el complemento con Cepillo González y Maxi Silvera destrabó el nudo que tenía su equipo.
Los puntos altos de Peñarol:
1) De Amores es una garantía para el arco de Peñarol.
2) Como lateral o volante, Byron Castillo tiene todo para darle a este equipo, porque con su velocidad es capaz de romper cualquier defensa y poner a su equipo de cara al gol
3) Aguirre sabe que Cepillo González será el mejor jugador de esta temporada, y para ello el volante aún debe regular su juego. Le da al equipo un cambio de ritmo como ningún otro futbolista. Fue el factor clave para dar un vuelco al partido en el segundo tiempo.
4) El entrenador descubrió en Maxi Silvera el goleador que está necesitando. Se presentó en un clásico con un golazo.
En el debe de Peñarol quedaron otra vez las pelotas quietas. ¡Qué problemas que tiene para defender los envíos que llegan desde los tiros de esquina o faltas cerca del área! En uno de ellos llegó el gol de Franco Romero.
Este miércoles se fue el primer clásico de 2024, en un ejercicio un tanto exagerado para los dos planteles que están en una etapa de preparación muy diferente a lo que terminaron volcando en el campo y exigiendo el físico a extremos en donde los riegos de lesión están al acecho.
La pasión encendida, el estadio colmado y el valor que tiene el resultado clásico terminaron forzando en los primeros 10 días de preparación un juego para el que no estaban preparados aún.
