Washington afirmó que está “comprometido” a trabajar con Gustavo Petro

Power, nacionalizada estadounidense y nacida en el Reino Unido, tiene una larga trayectoria como corresponsal de guerra, lo que le valió el Premio Pulitzer en 2002. Fue asistente especial de Barack Obama en el Consejo de Seguridad Nacional y en mayo del 2021 fue elegida al frente de la USAID, la poderosa agencia estadounidense definida por los analistas como un “poder suave”. De hecho, la USAID ha financiado varios programas que apoyan el proceso de paz en Colombia, una iniciativa que el presidente electo quiere afianzar.

Lo hablado por los delegados de Biden con Petro

“Estados Unidos y Colombia son dos naciones soberanas, dos socios iguales, que defienden una relación profunda que se ha basado y desarrollado en un trabajo de décadas”, dijo Finer luego de la reunión con Petro, según consigna El Espectador de Bogotá.

De acuerdo con lo expresado por Finer, los temas abordados que marcarán la futura agenda serán: afianzar la paz interna en Colombia; la crisis climática, uno de los temas planteados por Petro y Márquez; Venezuela, país con el que la Casa Blanca está dando serios pasos de acercamiento; y la política antidrogas, en momentos en que la frontera entre México y Estados Unidos registra un crecimiento del tráfico de estupefacientes, y no solo de cocaína, sino también fentanilo y otras drogas sintéticas.

Sobre la cooperación en materia de seguridad, Finer comentó que “a medida que conozcamos los detalles de la cooperación militar, se verá el valor de la misma”. El funcionario, señaló además que su gobierno entiende “perfectamente que va a haber cambios” en la dirección de la política colombiana y que “está dispuesto a trabajar” en una “asociación de seguridad que funcione para ambos países y en una agenda común” a los intereses de ambos países.

Por su parte, Petro en el marco de una entrevista concedida al diario El País de España hizo énfasis en su propuesta de reforma agraria: “Quisiera hacerla de la mano de Estados Unidos. A diferencia del pasado, la reforma agraria está ligada a la posibilidad de una disminución sustancial de la exportación de cocaína. Estados Unidos ha concentrado su esfuerzo de una manera muy ineficaz en el glifosato y las extradiciones. El resultado ha sido un fracaso total”.

Según lo afirmado por Finer, Washington parece dispuesto a trabajar con Petro en un programa de lucha contra las drogas que no solo contemple a la DEA, sino que también incluya “el desarrollo en áreas rurales”. Según el funcionario, “será un buen tema para Samantha Power”. Finer afirmó que “la cuestión en materia de seguridad y la situación económica están muy ligadas a los esfuerzos antinarcóticos”.

Sin embargo, frente a la posibilidad de despenalizar las drogas, como lo propone Petro, o aceptar que la estrategia antidrogas de Estados Unidos fue un fracaso, Finer fue enfático: “Estados Unidos y la administración de Biden no apoyan la descriminalización. Colombia es un país soberano, tomará sus propias decisiones, y esas decisiones tendrán implicancias para las relaciones de Colombia con la región y en nuestra relación bilateral”.

Acuerdos de Paz y Venezuela

Finer también se refirió a la propuesta del nuevo mandatario colombiano, que quiere “profundizar y ampliar” el acuerdo de paz de 2016, firmado por el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC, además de cumplir con puntos pactados que no se han implementado hasta ahora, en especial la reforma agraria. “Estamos comprometidos a trabajar en esto. Hoy pudimos hablar sobre las formas en la que nosotros podemos brindar apoyo, en especial con lo que relacionado al capítulo étnico”.

Las poblaciones originarias y afrodescendientes perdieron sus cultivos tradicionales por las aperturas comerciales de los gobiernos conservadores que permitieron el ingreso de maíz barato -sin aranceles-, y la tentación económica que supone plantar coca en lugar cultivos orientados al consumo local y el comercio interior. Petro, en este punto, propone una agricultura diversificada y la legalización del consumo de opioides bajo estricto control médico.

Respecto de Venezuela, Finer dijo que su Gobierno puede encontrar “puntos en común con la administración entrante” y no mencionó oposición alguna para que Petro reestableciera relaciones diplomáticas con Caracas. De hecho, una de las primeras decisiones que tomarán Petro y su par venezolano, Nicolás Maduro, es reabrir la frontera común y reinstalar las embajadas en sendas capitales.

Sin embargo, Finer dijo que el gobierno de Biden aún reconoce a Juan Guaidó como presidente y espera que se renueven las negociaciones de este con Maduro. “Hay temas en los que estaremos en desacuerdo –dijo–, pero eso es cierto sobre cualquier relación bilateral que tiene Estados Unidos, y no me parece valioso hoy enfocarme en una política en particular”.