Dólar
Compra 37,65 Venta 40,15
31 de diciembre 2025 - 5:00hs

Cuando se diseñan barrios privados, chacras, emprendimientos turísticos y otros desarrollos –en ámbitos urbanos o del campo– crear un tajamar está en la primera línea de la toma de decisiones, por su valor paisajístico, pero eso lejos debe estar de solo hacer un gran pozo y llenarlo de agua, advirtió Claudia Turra, experta en acuicultura.

Cuando trasladó esa reflexión a El Observador, enfatizó: “No es bueno quedarse en hacer algo que sea lindo de verlo, darle equilibrio a ese tajamar es muy necesario”.

Snapshot_2
DSC_0033

A 15 minutos de la rambla de Piriápolis

Claudia es bióloga y productora, con más de dos décadas al frente de Acuicultura Punta Negra, una granja acuícola referente, ubicada a 15 minutos de la rambla de Piriápolis, en la Colonia Victoriano Suárez.

Más noticias

“Tener un tajamar mejora el paisaje, pero además es útil, por ejemplo permite disponer de agua para riego, algo más impuesto luego de las intensas sequías que tuvimos, incluso toda la cultura de reservar agua es algo que el gobierno lo está promoviendo”, destacó.

Un tajamar construido, explicó, es un cuerpo de agua artificial con una hidrodinámica no natural, allí hay una evolución que tiende a la eutrofización, a la acumulación de nutrientes, con una productividad elevada, con crecimiento excesivo de vegetación microscópica como algas verdes o verdeazules (las cianobacterias) y vegetación macroscópica como otro tipo de algas, plantas flotantes, sumergidas y enraizadas (totora, repollitos flotantes, etcétera)-, eso lleva al aterramiento, enlentece el flujo de agua, favorece el depósito de sedimentos, se pierde profundidad, calidad de agua y cantidad de oxígeno, se acumula materia orgánica, se liberan compuestos tóxicos, se pierde biodiversidad, aparecen malos olores… hay un montón de adversidades que se van acumulando”.

Lo bueno, se apresuró a señalar, es que existen actores muy eficientes para solucionar tanta adversidad: los peces.

WhatsApp Image 2025-12-16 at 09.09.03 (1)

“Podemos establecer ahí una población de peces con diferentes hábitos alimenticios, para que con su accionar vaya relentizando ese proceso de eutrofización. ¿Cómo? Comiéndose la vegetación, controlando la biomasa vegetal y actuando biológicamente sobre distintos puntos del lago”, indicó.

Se trata, sintetizó, de equilibrar la cadena alimenticia que existe en ese tajamar, instalando un herbívoro, un omnívoro y un carnívoro, o sea una estrategia centrada en la gestión biológica de la cadena trófica".

En la granja acuícola que dirige se crían esas tres especies: la carpa herbívora, exótica pero no invasora porque no se reproduce naturalmente (muere de vieja o por la acción de un depredador); el bagre que es autóctono y es el omnívoro, vive en el fondo del lago y con su movilidad mantiene más aireada la zona a la que va la materia orgánica; y el pejerrey, un carnívoro sin ser un depredador como lo es la tararira, además lindo de ver, de tamaño adecuado, ideal para la pesca y rico en la gastronomía”, detalló.

Esas tres especies, mencionó Claudia, tienen la particularidad de convivir en armonía en un mismo ambiente acuático.

Aclaró enseguida, con aportes que en la charla fue realizando su hermana Patricia, que no existe una “receta única” para ir obteniendo un equilibrio ideal en cada ambiente acuático, eso depende de las características del tajamar, porque los hay con muchos años de construidos y nuevos, de distinto tamaño, en diferentes ambientes, para usos que varían, algunos ya con sus peces y otros solo con agua y especies vegetales.

Por eso lo adecuado, y es lo que hacen Claudia y sus colaboradores, es ir al lugar, conocerlo, analizarlo, crear un diagnóstico y recomendar un plan de acción para poblarlo, con qué especies, en qué volúmenes de poblaciones y en qué momento del año.

WhatsApp Image 2025-12-16 at 09.09.03

El legado de Piero

Lo que Acuicultura Punta Negra investiga, diseña, emprende y aporta no comenzó ayer. Se inició hace casi 25 años y tuvo en el liderazgo, acompañando a Claudia en los ensayos, errores y aciertos (que está claro fueron más), a su esposo, Piero Candoni.

Piero, experto en gastronomía, creador del famoso restaurante “La Trattoria da Piero” en la Rambla de los Ingleses en esa zona de la costa de Maldonado, falleció hace un año, en un accidente cuando practicaba una de sus pasiones –compartida con Claudia–, el aladeltismo.

Emocionada por todos lindos recuerdos, Claudia comentó que “acá a cada rato lo recordamos con alegría, por las ocurrencias que tenía, en cada rincón quedó su legado, sus ideas, todo esto es fruto de un proyecto que con Piero lo pensamos y lo trabajamos en más de 20 años y bueno, me tocó seguir sin él, por suerte muy respaldada por Patricia, por el personal que somos todos vecinos y son un puntal imprescindible y sólido, con la camiseta muy puesta y tirando para adelante y con cariño”.

20210611_114715
Claudia, Piero y uno de los logros de Acuicultura Punta Negra: la producción de pejerreyes.

Claudia, Piero y uno de los logros de Acuicultura Punta Negra: la producción de pejerreyes.

Un proyecto robusto que nació en una crisis

Hoy Acuicultura Punta Negra es un emprendimiento consolidado, próspero, con nuevos desafíos, que se gestó como salida a un momento de crisis en aquel Uruguay de 2002 y 2003.

Entonces, Claudia y Piero apostaron a una sinergia que tenía sus riesgos, pero los entusiasmó: vincular los saberes de Piero sobre alimentos y cocina, especialmente en gastronomía de mar, con los de Claudia, licenciada en biología, quien dejó su trabajo en el Aeropuerto de Punta del Este para profundizar sus estudios en hidrobiología y acuicultura.

El primer niño mimado fue la langosta de pinzas rojas. Arrancaron en un predio que no era de ellos, en Vertiente del Ángel, con más ilusiones que recursos. Debieron invertir mucho, viajar al exterior, formarse, equivocarse y aprender hasta que estabilizaron la cría de esa especie exótica, de carne tan sabrosa y costosa, adaptada a un clima templado y no tropical como el de origen en Australia.

Hoy en la granja de Claudia se sigue criando un lindo lote de langostas, no hay una comercialización masiva, las demandas cambiaron y hay otras prioridades, pero se sigue con ellas porque profesionalmente es un desafío, hay pedidos puntuales y se les tiene un cariño especial.

DSC_0019
DSC_0021

Varias palancas clave para el despegue

Volviendo al camino recorrido, Claudia detalló con paciencia que en los primeros años, para que el proyecto pudiese despegar, fueron clave varios respaldos que pidió especialmente señalar.

Primero, “el apoyo económico del Programa de Desarrollo Tecnológico (PDT), que luego derivó en la actual Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), donde presentamos el proyecto y lo aprobaron permitiendo generar todo lo necesario para producir y llevar la langosta del criadero al plato del consumidor; claro que para eso fue fundamental todo lo que hizo Piero en La Trattoria, intercambiando con chefs y clientes”, añadió.

Luego, “un mojón fundamental fue que cuando vimos que el proyecto tenía chance de prosperar salimos a buscar un campo, en un momento complicado, no teníamos esos recursos, pero dimos con el Instituto Nacional de Colonización (INC), nos inscribimos como colonos, ellos nos evaluaron y, a contramano de lo que se decía mucho sobre que era un instituto para apoyar emprendimientos tradicionales como ganadería o lechería, apostaron por nosotros y acá seguimos siendo colonos, pagando la renta y produciendo”.

Mencionó, también, que “la Intendencia de Maldonado se enteró, nos visitó, nos pidió que enviáramos el proyecto para estudio de la Junta Departamental y nos declararon de interés departamental, nos ayudaron con la maquinaria y personal para mover la tierra, hacer los tajamares y eso fue un aporte también muy valioso”.

La idea se sembró en plena crisis económica de inicios del siglo, las gestiones comenzaron en 2005, el campo les fue adjudicado en 2011 y luego todo se siguió desarrollando, sucediéndose los desafíos y concreciones, lo que seguramente seguirá pasando.

Y, subrayó, hubo una persona, "un amigo, que nos acompañó por todo ese proceso de encuentros con el PDT, la intendencia y Colonización, quien nos guío por dónde transitar, Enrique Leivas, consultor en ingestigación, desarrollo e innovación".

Embed

La granja acuícola Punta Negra

En el predio, de 18,5 hectáreas, hay un sector de laboratorios y allí hay espacios para la gestión de reproducción e invernadero. Según la especie, hay manejos como incubación, reproducción, desove, eclosión y alevinaje.

Cerca hay otras instalaciones para el engorde, con estanques para que se desarrollen peces y langostas, con espacios de aclimatación y también un sector para la elaboración de las raciones de uso propio.

Los períodos para la llegada al tamaño adecuado, ya sea para pasar a los tajamares al aire libre (hay 43 en el predio) o la entrega al cliente, varían con base en si son carpas herbívoras o carpas Koi, bagres, pejerreyes y peces de colores para abastecer a los acuarios o estanques de hoteles y particulares, como los Carassius y otros tropicales como lebistes, molinesias o guppys.

Lo habitual es que en estas semanas previas a fin de año la actividad sea particularmente intensa y exigente, para producir los peces que se van a estar entregando durante 2026, mantener las instalaciones y atender a los clientes.

DSC_0002
DSC_0017

Una aclaración pertinente, realizada por Claudia, es que Acuicultura Punta Negra no vende pescado, solo peces, es decir solo se entregan animales vivos para sus diferentes usos. “¿Un ejemplo? Puede poblarse un tajamar en un predio de un productor que lo esté utilizando para regar y a la vez quiera que allí haya pejerreyes que cumplirán la función de equilibrio que expliqué y, además, se los pueda pescar”, mencionó.

“A veces, en tajamares, en tanques australianos, en bebederos de ganado, hay problemas que los podemos solucionar, un caso que pasa mucho es cuando las bombas de agua se tapan, ahí un aporte ideal es el que hacen las carpas herbívoras”, agregó.

Por último, apuntó Claudia, “es importante comenzar a manejar ese espacio acuático que puede tener también problemas de malezas desde el inicio, porque solucionar problemas cuando ya están instalados lleva tiempo, en esto más que nunca es más fácil evitar el problema que solucionarlo”.

Recordó enseguida otro aspecto trascendente: “Esta es una solución biológica y no manual o química, con lo que eso significa”.

Los peces, además, es como que trabajan solos, no demandan estar atendiéndolos. Sí hay que monitorear la situación, por ejemplo para ver si todo fluye bien o si es necesario hacer ajustes, tal vez resembrar, sin que exista una receta: “Cada lago es un mundo y para nosotros es un mundo que siempre nos apasionó”.

DSC_0014
DSC_0025

El contexto

Por consultas adicionales sobre la gestión de diagnóstico, control y monitoreo en cuerpos de agua hay que llamar al 099 293 691 o consultar en Facebook o Instagram buscando con Acuicultura Punta Negra.

Temas:

Acuicultura peces Granja acuícola Pejerreyes

Seguí leyendo

EO Clips

Te Puede Interesar

Más noticias de Argentina

Más noticias de España

Más noticias de Estados Unidos