La relación de Bruno Bresesti con el mundo de la vitivinicultura empezó desde antes de que él naciera. En 1937, tras emigrar de Lombardía, una región al norte de Italia, sus abuelos llegaron a Canelones y decidieron fundar la bodega que hoy dirige y que lleva su apellido.
"Yo nací en una bodega familiar; mis recuerdos de la infancia están ligados a las actividades de vendimia", contó a El Observador al iniciar el relato de su trayectoria en el sector.
Fiel a sus raíces, con el tiempo se formó como ingeniero agrónomo, tomó más protagonismo en el negocio familiar y realizó una pasantía en viñedos de Estados Unidos.
A su regreso a Uruguay, tras asesorar distintos proyectos vitivinícolas, detectó un nicho de negocio y decidió emprender. “Internet está lleno de información sobre vinos, pero está todo mezclado. Indagué mucho en el mercado y no encontré opciones tan personalizadas o prácticas”, sostuvo.
Fue así que creó una plataforma web con cursos online, con el objetivo de que cualquier persona pueda incursionar en el mundo de la vitivinicultura.
A través de clases breves, pregrabadas y disponibles on demand, el sitio cuenta con diferentes cursos para aprender a elaborar vino, o plantar un viñedo desde cero, con una duración aproximada de seis meses y sin necesidad de tener conocimientos previos.
A un año de su lanzamiento, la plataforma cuenta con alrededor de 30 usuarios activos y ha despertado interés más allá de Uruguay, con clientes en Brasil y Argentina.
Como el contenido y las mentorías están pensados para poder realizarse desde cualquier parte del mundo, Bresesti tiene como uno de sus objetivos fortalecer su presencia en el mercado argentino, donde ya ha recibido numerosas consultas y ve una oportunidad de expansión.
A quiénes apunta y qué se necesita
“Abarca desde esa persona que lo hace por hobby (pasatiempos), hasta aquel que quiere hacer un negocio a través del vino, algo que puede llegar a ser rentable pero a largo plazo”, explicó el fundador de la plataforma sobre el público al que apunta la solución.
Para estos últimos, el sitio ofrece propuestas que incluyen mentorías individuales para recibir asesoramiento específico en la creación de un proyecto concreto y su ejecución a lo largo de todo el proceso.
A nivel de superficie, para los cursos que incluyen la plantación, Bresesti detalló que está pensado tanto para quienes tienen un pequeño espacio de tierra en su casa y quieren tener cuatro o cinco filas o quienes tienen una hectárea o más para destinar.
“En la viña no hay limitaciones de tierra por pobre, se adapta a cualquier terreno, pero puede requerir riego en alguna zona más que en otra. A veces la gente se imagina que tenés que ser ingeniero agrónomo, tener un montón de maquinaria, y no es así, se puede hacer solo, a mano”, sostuvo.