La medicina y la espiritualidad, tradicionalmente vistas como campos distantes, están comenzando a unirse, según Solange Gerona, médica hepatóloga y guía espiritual. Para ella, esta reconciliación no solo es posible, sino necesaria para ofrecer una salud más completa. "Creo que está sucediendo ya ese proceso de volverse a unir. Nacieron juntos, se separaron y ahora están volviendo a suceder el unirse de esas dos miradas", afirmó durante su participación en el ciclo "Salud y Bienestar" de El Observador en La Casa Violeta.
Gerona ve una conexión profunda entre ambas disciplinas, basadas en la experiencia empírica. "Tanto la espiritualidad como la ciencia se basan en la actividad empírica. Yo tengo una teoría en la ciencia, tengo una hipótesis y hago los experimentos que necesite para que luego con eso tenga un resultado y comprobar o no mi teoría. Y la espiritualidad en cuanto a la exploración del mundo interno es absolutamente científica", explicó. Para ella, la espiritualidad también involucra una exploración profunda de uno mismo, en la que "si los contenidos de mi mente, si el eje de mi conciencia están en la cooperación o mirar al otro y cuidar mi bienestar y el del otro, entonces puedo cambiarlo".
Embed - #SALUDYBIENESTAR | Solange Gerona: El poder del autoconocimiento en la medicina moderna
Además, Gerona subrayó que, al igual que la ciencia, la espiritualidad también requiere autoconocimiento. "La mejor manera de hacer ciencia es tener autoconocimiento", aseguró. Esta visión integral la ha llevado a modificar la manera en que interactúa con los pacientes. "Hoy, cuando viene el paciente, yo utilizo todos mis recursos y no sólo el conocimiento sino que utilizo lo que siento, lo que me va contando, lo que le va sucediendo y lo que me va sucediendo a mí en ese sentir del otro", relató. Esta conexión más profunda le permite realizar diagnósticos más certeros, pues "la asertividad de mi diagnóstico es mucho mayor que antes, porque antes solo se basaba en mi conocimiento".
20250312 Solange Gerona. Ciclo de enrevistas en La Casa Violeta.
Foto: Inés Guimaraens
Gerona también destacó la importancia del autoconocimiento y la responsabilidad del paciente en su propio proceso de sanación. "Hoy es imposible imaginar que un paciente pueda iniciar su camino en la salud si no tiene autoconocimiento y responsabilidad", afirmó, añadiendo que este enfoque es parte integral de la espiritualidad: "hacerte responsable de lo que sentís, de lo que hacés con lo que sentís".
En el contexto de los trasplantes hepáticos, donde las vidas están en juego, Gerona explicó cómo se equilibran los aspectos científicos y humanos. "En la medicina, aunque no se note, siempre hay una vida en riesgo. Y a veces hay dos, ¿no? Una mamá embarazada, son dos", comentó, resaltando que el acompañamiento emocional de los pacientes es fundamental. En este sentido, recalcó la importancia de la sensibilidad en la medicina: "Creo que esta sensibilidad y esta conexión hace que el paciente vea que es posible más allá de lo imposible que parece físicamente".
Gerona ha integrado el Diksha, una técnica energética proveniente de la espiritualidad, que según ella tiene un impacto real sobre la biología del cuerpo. "El Diksha genera a nivel neurobiológico una atenuación de la actividad de los lóbulos parietales del cerebro y genera una hiperactividad de todo lo que es el lóbulo prefrontal y las zonas del cerebro que dan alegría", explicó. Para ella, este enfoque espiritual tiene un respaldo científico, que comprobó a través de un estudio cerebral realizado en Uruguay. "Lo que el Diksha va generando es esa capacidad de autoconocimiento", comentó, enfatizando los beneficios de esta práctica en el proceso de sanación.
A lo largo de su carrera, Gerona ha promovido una visión más humana y colaborativa de la medicina, donde los equipos de salud trabajan como una unidad integrada. "Para mí, no hay unos y otros. Pacientes y médicos, equipo de salud y pacientes y familia, es el mismo equipo", destacó. En este enfoque, ella ve la importancia de cultivar habilidades blandas como la empatía, la curiosidad y la paciencia, que se traducen en mejores resultados para los pacientes. "Cuanto más humano es el trato, cuanto más cultivamos las habilidades blandas, cuanto más surge esa oportunidad de liderazgo femenino en cuanto a las cualidades de amor, permiso, curiosidad, paciencia, comunicación, indudablemente funcionamos mejor", afirmó.
20250312 Solange Gerona. Ciclo de entrevistas en La Casa Violeta.
Foto: Inés Guimaraens
Gerona concluyó su intervención con una reflexión sobre la importancia de la confianza y la cooperación en los equipos médicos: "Si yo logro que mi equipo no esté estresado, va a ser un equipo inteligente y sensible a las distintas variables que pueden estar sucediendo y va a tener la perspectiva de darse cuenta y también de flexibilizarse".
Gerona ve la medicina del futuro como un campo donde la ciencia y la espiritualidad no solo pueden coexistir, sino enriquecerse mutuamente para ofrecer una atención más integral y humana a los pacientes.