¿Qué tipo de soluciones han hecho en estos años?
En Marvik estamos desarrollando este tipo de soluciones desde hace más de cinco años. En realidad, siempre fuimos una empresa muy enfocada en lo que es inteligencia artificial, machine learning. Trabajamos con diferentes cosas, con proyectos de computer vision, por ejemplo, es decir con imágenes y videos, extrayendo información para toma de decisiones. También con proyectos de lo que es procesamiento del lenguaje natural, que ahí se trabaja mucho con texto y audio.
Y también trabajamos con soluciones de analítica predictiva y motores de recomendación estamos muy expuestos también a ese tipo de soluciones.
¿Un ejemplo concreto que puedas contar?
Estamos trabajando en un probador virtual. Es una solución para e-commerce. Para el usuario es muy importante ver cómo le va a quedar una prenda. Y es difícil saberlo si la está comprando online y no en la tienda física. Nuestra solución lo que hace es, a través de subir una imagen de la persona a una página, y tener también una imagen de la prenda que se quiere probar, poder generar la imagen falsa de cómo le va a quedar esa prenda a la persona. De esa forma, se puede visualizar cómo le quedaría antes del momento de compra. Eso hace que puedas elegir mejor qué talle y si te gusta la prenda. Eso hace que haya menor tasa de devolución de las prendas, que es uno de los problemas grandes en cuanto a la compra online, por ejemplo.
¿Qué tipo de resultados ha tenido para el consumidor final?
Mucha mejora en cuanto a lo que es la tasa de conversión. También una suba en lo que es el ticket promedio de compra de un usuario online.
¿Cómo cambió el negocio de Marvik a partir de la del desembarco de ChatGPT en 2022? ¿Hubo un aumento de trabajo?
20240807 Entrevista a Paula Martínez, cofundadora de Marvik. IG (3).jpg
Foto: Inés Guimaraens
Es súper positivo. Lo que hizo de alguna manera es hacer mainstream a esta tecnología. Todo este tipo de soluciones en realidad se vienen avanzando desde hace muchos años en realidad.
Lo que hizo es que se ponga como en la agenda de muchas empresas para empezar a ver cómo pueden sacar provecho de esta tecnología. Vemos que las herramientas cada vez son mejores. Se está evolucionando a una velocidad súper acelerada en cuanto a las soluciones. De repente algo que hace seis meses los resultados no eran suficientemente buenos como para tener una aplicación real en una empresa capaz que hoy sí.
Nosotros vemos que ha aumentado un poco la demanda por ese tipo de cosas y también cada vez viene mejorando más lo que realmente podemos hacer. El valor que se genera a través de eso es cada vez mayor.
Hay muchas dudas que se presentan sobre la inteligencia artificial y particularmente ChatGPT: sesgos algorítmicos, dudas sobre la confiabilidad de los datos que responde. ¿Cuáles son las preocupaciones que vos más tenés?
Este tipo de tecnología trabaja mucho con los datos. Es muy importante curar bien los datos. Es muy importante tener muy presente qué tipo de sesgos hay o no hay en los datos. Hay temas también de privacidad: de para qué usamos los datos cuando los estamos recolectando. ¿El usuario sabe para qué se van a usar o no?
Ahora creo que hay como mucho más conciencia en cuanto a si estoy dando datos, si eso se va a usar para entrenar algoritmos de inteligencia artificial o no. Creo que es importante que toda la comunidad que impulsa y desarrolla este tipo de soluciones tenga presente la importancia de aplicar estos avances de manera transversal en todas las soluciones. Que sea siempre una pregunta que nos hacemos. ¿Es ético esto? ¿Los datos tienen sesgos, no tienen sesgos?
¿A tu juicio cómo funcionan estas herramientas? ¿Están bien depuradas?
Depende. ChatGPT tuvo muchos cuestionamientos sobre qué tipo de datos había usado o no. Y en realidad de hecho no es público qué datos usó para entrenar. Ahí obviamente puede haber un montón de cuestionamientos.
A nivel de todas las soluciones que desarrollamos en Marvik, también accedemos a un montón de datos para entrenar modelos. Ahí también es importante entender de dónde salen esos datos, si los podemos usar para este fin o no.
También creo que cada vez a nivel de los usuarios se tiene que ser más consciente cuando usan determinadas plataformas. Hay muchos servicios de uso masivo como Netflix, Instagram y Zoom que, por ejemplo, graba las llamadas para reentrenar modelos. Cada vez hay que ser más consciente qué datos se recolectan y para qué se van a usar después.
¿Qué es lo que más le preocupa a tus clientes?
Les preocupa la privacidad de la información, sus datos, los datos de sus procesos o incluso de sus clientes. Sus bases de datos es a lo que le quieren sacar provecho y es lo que tienen un diferencial en el mercado justamente por esos datos. Entonces la privacidad es de las cosas que más les preocupan.
Muchas veces les preocupan a dónde van a parar. Entonces preguntan: ¿puedo usar ChatGPT? ¿O es mejor no dárselos porque me puede cambiar las condiciones de juego?
¿La inteligencia artificial ha generado más trabajo o menos hasta ahora?
En el rubro específicamente hay más demanda. Eso viene creciendo con diferentes roles: desde ingenieros de machine learning a data scientist, a ingenieros de datos, etiquetadores de datos.
20240807 Entrevista a Paula Martínez, cofundadora de Marvik. IG (2).jpg
Foto: Inés Guimaraens
ChatGPT lanzó un asistente de voz avanzado que asombró mucho al mundo y todavía no lo lanzó masivamente que hay quienes dicen generará una disrupción general en el mercado de trabajo y en los usuarios finales. ¿Realmente va a provocar un cambio mucho más radical que el que hemos visto hasta ahora?
Creo que el tema de que los asistentes sean un complemento y una ayuda, y que potencien el trabajo que hacen las personas, es algo que estamos viendo cómo está empezando a impactar. Creo que hemos visto la puntita del iceberg por el momento. Hay muchas cosas en las que nos va a poder ayudar a ser más productivos, a hacer cosas con más calidad. Vamos a ver en los próximos meses y en el futuro más simbiosis en cómo usamos las herramientas para potenciar nuestro trabajo. Se va a ver realmente en muchos rubros y también metiéndose como nuestra vida cotidiana.
¿Qué te imaginás que puede llegar a pasar? ¿A dónde podemos evolucionar en cinco años?
Es súper difícil la pregunta. Es algo que viene evolucionando muy rápido y mirar a cinco años es un montón. No es que las soluciones van a desplazar a los humanos en el mundo del trabajo, sino que vamos a tener colaboración de estas herramientas. Nos va a desplazar alguien que sí sabe usarlas porque va a ser más eficiente.
Una persona que habla sobre inteligencia artificial fantaseaba y decía que en el futuro vamos a prender la tele y nosotros mismos vamos a poder crear la película que queramos ver eligiendo algunos parámetros. ¿Vos fantaseás con algo así?
En cuanto a creación de contenido hay muchas cosas que se van a ir personalizando. En cuestiones de publicidad, de marketing, de creación de contenido, de entretenimiento y demás, sí se viene una época en la que será mucho más específico para nosotros.
¿Cómo ves la madurez de las empresas uruguayas y de la región sobre este tema?
Se viene avanzando mucho. Cuando miramos el hemisferio norte, por ejemplo Estados Unidos, hay diferencia. En Latinoamérica se está empezando a adoptar un montón de este tipo de soluciones y se ve mucho más movimiento que lo que se veía hace unos años.
El hecho que se haya hecho más mainstream, que haya más este soluciones democratiza más el acceso a este tipo de soluciones.
¿Qué le recomendarías a alguien que no sabe nada de inteligencia artificial?
Es importante hacer una sensibilización de cuáles son las posibilidades. Está bueno bajar a tierra a cosas concretas, a casos reales, a qué cosas son posibles hacer y cómo sacar provecho de sus datos. Que los primeros casos sobre los que quieran trabajar sean concretos, que no sea un proyecto a tres años para ver resultados. Que sea algo concreto, que puedan ver el valor, que entiendan perfectamente cuál es el resultado de eso.
En la web, en internet, hay montones de contenidos, de cursos, de charlas. Y creo que eso también es una oportunidad súper interesante para poder empezar a aprender cosas, a experimentar con soluciones.
Cuando salió ChatGPT, surgieron emprendimientos como uno que simplemente traducía PDFs. Luego ChatGPT lo empezó a permitir en su propia plataforma. Emprender e innovar en este campo parece un poco peligroso. ¿Cómo ves la irrupción de tantas empresas que han surgido en el campo de la inteligencia artificial?
Emprender tiene sus riesgos asociados, pero lo que agrava la situación es que es un campo que está evolucionando muy rápido y tiene mucha atención de grandes empresas como Google, Meta y OpenAI, que avanzan a gran velocidad. Cuando salió ChatGPT, se vieron muchas posibilidades y muchos emprendedores vieron la oportunidad de crear un producto basado en eso. Lo importante es entender el mercado y evaluar si realmente se está agregando valor.