El Observador consultó al último embajador uruguayo en Arabia Saudita, Nelson Chaben, quien confirmó la información y contó cómo fue el hallazgo.
“Yo conocía que teníamos un terreno sin utilizar en Riad, desconocía en qué condiciones estaba y si aún lo poseíamos. Ante la suba repentina y fuertemente discrecional de alquileres que afecta a nuestras oficinas como a la Residencia del Embajador, busqué los antecedentes en la Embajada, y los encontré rápidamente. Todo estaba muy ordenado y celosamente guardado, la Cancillería tenía muy bien preservados todos los antecedentes”, expresó.
Chaben fue a la Embajada de Estados Unidos a reclamar el predio. Pero ni siquiera los diplomáticos a cargo sabían que estaban usando un terreno que no era suyo.
La falta de papeles, sin embargo, no impidió que los estadounidenses lo pusieran a tono para que fuera, a todas luces, un estacionamiento. Fotos subidas a Google Maps por el usuario Jamaluddin Fazal muestran que el piso está pavimentado, las palmeras y el resto de la vegetación perimetral gozan de buen mantenimiento, y mojones de cemento y hasta cartelería de tránsito evidencian en qué devino la ilusión de la embajada uruguaya propia en tierra árabe. La ubicación en el mapa aparece referenciada como Parking de la Embajada de Estados Unidos. Ni la más mínima referencia haría pensar que es una propiedad uruguaya.
El parking uruguayo que usa USA 2.jpg
A partir de los contactos del embajador con representantes de Estados Unidos en el país árabe, los dos países se pusieron de acuerdo en empezar a regularizar la situación. Se acordó un alquiler anual por un “corto tiempo”, y el análisis del monto y del avance del procedimiento está ahora en cancha del gobierno uruguayo.
“La ocupación del terreno en los años anteriores, es decir para atrás, no es resarcible, hay que pensar hacia adelante y fundamentalmente en construir una sede que le permita al Uruguay tener un asiento físico propio que proyecte y reafirme nuestra presencia en una región, cuyos mercados son particularmente relevantes para nuestra oferta exportable”, dijo Chaben a El Observador, quien ya está de vuelta en Uruguay.
Se espera que en esta ciudad árabe sea sede de la Exposición Internacional del 2030 y del Mundial de Fútbol del 2034 como sede única.
Sin embargo, el avance de la negociación se vio condicionada por dos cuestiones. En el contrato de compra-venta de 1982, Uruguay se comprometió a que el uso del predio fuera con el fin específico de construir allí la residencia y embajada, y se establecía que no podía tener fines de arrendamiento.
Parking uruguayo en USA Riad 3.jpg
Según contaron a El Observador fuentes diplomáticas, esto generó, en principio, la negativa de la municipalidad de Riad para el acuerdo de alquiler al que Uruguay pretende llegar con Estados Unidos. La representación diplomática estadounidense en Riad inició negociaciones para avanzar en esa línea, sobre todo teniendo en cuenta que se tratará de un contrato temporal, mientras se construye la nueva embajada estadounidense en otra locación dentro de la zona. La idea es que sea un contrato a dos años, con opción a tres, por un monto aproximado mensual de US$ 2 mil.
El otro trámite por el que se está esperando es el que se realiza en Uruguay. La cancillería, amparada en el artículo 40 del Tocaf que regula los arrendamientos en el Estado, pidió la opinión de la Dirección de Catastro. El trámite se encuentra en esa dependencia desde febrero.
Dos avisos anteriores, ninguna gestión ante la Embajada de Estados Unidos
WhatsApp Image 2024-07-06 at 12.13.55 PM (3).jpeg
La iniciativa de Chaben de reivindicar el terreno ante los estadounidenses fue la primera desde que la embajada vecina empezó a usarlo. Pero ya había información previa de que esto estaba pasando.
El primer aviso sobre la situación en la cancillería uruguaya fue en 2007. Hasta 2006, el embajador uruguayo en ese país había sido Antonio Camps, que se retiró al cumplir los 70 años. En noviembre del año siguiente fue designado para la misión Rodolfo Invernizzi. Esta vez fue un aviso que daba cuenta de la situación, pero no derivó en ningún otro trámite.
En 2013, se volvió a informar sobre el asunto al Ministerio de Relaciones Exteriores, esta vez de manera formal. Es la primera acción concreta del Estado, aunque tampoco derivó en conversaciones con la Embajada de Estados Unidos en Arabia Saudita. El embajador era Carlos Mora.
Del historial surge, sin embargo, que la cancillería, en ese entonces a cargo de Luis Almagro, tuvo intenciones de vender el terreno en dos oportunidades. Esas iniciativas tampoco prosperaron.
El sinuoso camino de Uruguay de pasar de inquilino a propietario en Arabia Saudita
Más allá de la ilusión con la que se compró ese terreno en 1982, la realidad es que Uruguay ha tenido que alquilar la sede diplomática desde que se inauguró en Arabia Saudita, hace 44 años. Actualmente, paga US$ 5 mil al mes por el edificio ubicado en Riad, no muy lejos del terreno uruguayo convertido en parking estadounidense.
La construcción de una sede propia para la embajada ha sido motivo tanto de anhelo como de desánimo por parte de varios diplomáticos que llegaron a Arabia Saudita. A su favor estaban quienes consideraban que una sede propia sería una decisión estratégica que permitiría que tanto el gobierno uruguayo como iniciativas privadas del país pudieran tener un lugar físico para llegar al corazón de los países árabes y del Golfo, y promover de esa forma posibles negocios con el resto de los mercados de la zona.
La compra del terreno, en 1982, había sido interpretado por el gobierno de Arabia Saudita como un gesto positivo de Uruguay, que mostraba el interés en afianzar el vínculo recién iniciado. La primera embajada uruguaya se había instalado en Yeda hacía apenas dos años, en 1980. Así lo manifestó el embajador en una carta que envió a Uruguay, también por valija diplomática, en la que sugería ser "prudentes" en las posturas con Israel y en acatar la decisión del gobierno de ese país de mudar la embajada a Riad.
"He sido testigo y protagonista del cambio de actitudes de esta gente en ocasión de haber trasladado la sede de nuestra Embajada en Israel de Jerusalén a Tel Aviv y de haber adquirido el terreno para la sede en Riad. La coherencia de nuestra conducta surtirá los efectos previstos y programados cuando se decidió la apertura de nuestra misión en este reino", dice el documento enviado el 31 de diciembre de 1982.
WhatsApp Image 2024-07-12 at 2.30.06 PM.jpeg
En otra de las notas, el embajador ruega que se envíe el dinero necesario para poder migrar la embajada a Riad, porque le estaba generando "un problema" mantenerse en Yeda: todas las embajadas estaban cumpliendo con la orden del gobierno de Arabia Saudita de mudarse y Uruguay se estaba quedando atrás.
"Las misiones tienen la obligación de construir sus residencias y oficinas en una zona dispuesta para ese fin en la ciudad de Riad. Nuestro país ya es propietario del terreno donde se levantará la misión. Pero ese problema —la construcción— no es perentorio ya que los países interesados están procediendo muy lentamente en esa materia y hasta el momento solo 8 han finalizado las obras. Por esa razón, el gobierno saudita autoriza a alquilar por un máximo de dos años a partir del 16 de agosto de 1985, con la obligatoriedad de que ele 16 de agosto de 1987 todas las misiones se trasladen a sus propios edificios. Es opinión de los jefes de Misión que ese plazo será prorrogado y, por tanto, no preocupa mayormente en la actualidad", envió por escrito Lissidini.
Más adelante, en 1985, apareció por primera vez la posibilidad de venderlo en un intento de que Uruguay tuviera más solvencia económica en sus primeros años de misión. Las cartas que se enviaban a Uruguay mostraban una clara necesidad de ahorrar.
WhatsApp Image 2024-07-12 at 2.55.20 PM.jpeg
La gestión de la venta, decía otro intercambio con la cancillería en Uruguay, tenía que ser hecha por escrito. "Preveo que insumirá mucho tiempo en razón de la lentitud que caracteriza a los actos administrativos de este gobierno, de las próximas festividades religiosas de Ramadán y de Hajj (peregrinación a la Meca) y de no estar establecidos en Riad, sede natural para este tipo de trámites".
Construir, además, ya se vislumbraba como un problema. "Entendemos que el costo de la actual embajada en Yeda es sumamente elevado y que también sería demasiado oneroso edificar en el predio de nuestro país adquirido en Riad", manifestaba un mensaje uruguayo, que ratificaba sin embargo la necesidad de enviar 160.000 riales saudíes de la época para poder alquilar algo en la capital del país y así cumplir el mandato del país.
Pero desde entonces ni se concretó la venta, pese a varias intenciones, ni se concretó la construcción de la embajada, más allá de bocetos y presupuestos. La instalación del parking estadounidense en los últimos 15 años ha vuelto a postergar el anhelo de varios de tener embajada propia en Riad. Ahora, aparece la ilusión de cobrar, al menos, el alquiler.
En Arabia Saudita, en este momento, no hay diplomáticos uruguayos.