En la jornada del 14 de mayo de 2025, el día en que los restos de José Mujica recorren varios puntos de la ciudad hasta llegar a su velorio en el Palacio Legislativo, Daniel Olesker, exministro de Salud Pública y de Desarrollo Social durante el gobierno de Mujica, esperó en la sede del Movimiento de Liberación Nacional (MLN). ¿Por qué? Porque “yo conocí a Pepe aquí”, dijo en diálogo con El Observador.
Aunque aclara que “en realidad, no lo conocí aquí, lo conocí en Cebollatí, que era el local que teníamos en el MLN antes, a la salida de la dictadura, en democracia".
Ese fue el principio de una relación que perduró en el tiempo, incluso cuando Olesker decidió apartarse del MLN en los años 90. Sin embargo, como él mismo relató, el lazo con Mujica nunca se rompió. En 2002, el futuro presidente fue el gran gestor de la concertación por el crecimiento desde el Parlamento, un proceso que Olesker vivió de cerca y en el que se estrechó aún más su vínculo con el líder político.
"Juan Castillo y yo trabajamos desde el PIT-CNT para que eso funcionara. Y ahí tuvimos meses de trabajo conjunto", recordó Olesker, subrayando la estrecha colaboración que existió entre ambos a lo largo de los años. Fue en esos años de trabajo compartido cuando Mujica, ya en su rol como presidente, decidió confiar en él para cargos de relevancia. "Cuando él me eligió para ser ministro, me dio ese orgullo de decir tú a Salud, y después me pidió que fuera al Mides", explicó.
El vínculo afectuoso que forjaron se hizo presente no solo en los momentos políticos compartidos, sino también en las decisiones personales y profesionales que Mujica tomó con Olesker a lo largo de su carrera. "Tenemos un vínculo muy, muy, muy afectuoso", expresó Olesker al referirse a su relación con el exmandatario.
Recuerdos de los consejos de ministros
En sus recuerdos más cercanos de Mujica, Olesker destacó las reuniones de los lunes por la mañana en los consejos de ministros durante su presidencia. "Me quedo con el recuerdo de los consejos de ministros, que era… me río porque eran los lunes de mañana, y se ve que los domingos Pepe reflexionaba mucho, ¿no? Se sentaba ahí en la chacra. Llegaba a el lunes y, al empezar el consejo se pasaba 20, 30 minutos hablando de algún tema que a veces tenía que ver con lo que después se iba a discutir y a veces no. Sobre todo con eso de mirar el largo plazo", comenzó a relatar.
Además, Olesker recordó la capacidad de diálogo que Mujica cultivaba en esas reuniones. "Él ponía los temas y hablábamos todos. Después hacía un mano a mano. Pero todos podíamos opinar de todo", relató. Mujica, según Olesker, tenía una capacidad única para abrir espacios de diálogo y reflexión colectiva, lo que lo convirtió en un líder admirado por todos los que lo acompañaron en su gobierno. En particular, Olesker recordó aquellos momentos en que Mujica lo invitaba a conversar sobre temas económicos, a pesar de que él no estaba en un ministerio directamente vinculado a la economía. "A veces me decía, quédate después del consejo, comíamos algo ahí, alguna cazuela en general", recordó.
La frase que perdura
Finalmente, Olesker recordó una frase de Mujica que quedó grabada en su memoria desde los primeros días de su presidencia. "Lo primero que nos dijo cuando asumimos fue: 'hay que salir al interior del país'", relató Olesker. Esa frase, aunque parecía simple, definió una de las claves del gobierno de Mujica: la importancia de acercarse a la gente, de salir del centro y llegar a las zonas más alejadas del país.
Para Olesker, esa insistencia de Mujica en recorrer el interior, escuchar a la gente y comprender sus necesidades, fue uno de los pilares de su gestión. "Prácticamente todos los ministros, un día por semana estábamos en algún lugar del interior hablando de algún tema", dijo Olesker.