Milagros denunció que en 2010 era una quinceañera cuando fue víctima de una violación grupal en una emboscada que le hicieron cinco jóvenes en un edificio de Punta del Este. Quince años después, la mujer pensaba en reabrir la causa pero finalmente se suicidó.
La cuenta de redes sociales Feminismo Uruguay convocó a una "sentada colectiva" frente a la Jefatura de Policía de Maldonado en la Plaza San Fernando de este departamento pidiendo justicia por el caso.
Diez años después del hecho la mujer fue a la Justicia, la causa cerró, pero Milagros estaba pensando en reabrirla, según informó La Diaria y la propia cuenta Feminismos Uruguay.
La ahora fallecida había dado en diciembre del 2022 una entrevista en el medio local FM Gente, en la que detalló el caso.
La denuncia de violación grupal del 2010
Milagros contó hace dos años que cuando era una quinceañera fue invitada por un amigo al apartamento de otro joven, allí la esperaban un total de cinco hombres.
Le ofrecieron alcohol y no desestimó que le hubieran agregado algo a su bebida, debido a que fue al baño sintiendo que se iba a desvanecer. “Estaba en una situación de vulnerabilidad y no podía controlar mi cuerpo”, contó al consignado medio.
En este punto los recuerdos de Milagros se volvieron más borrosos, pero sí ubica que uno de los jóvenes entro al baño. “Yo sentía que era un muñeco, que era manipulada a su criterio. Hicieron conmigo lo que quisieron”, contó.
Además dijo que durante la violación "hubo fotos y videos" que luego se viralizaron. “Me pusieron un apodo, 'la cinco', y hasta el día de hoy pienso en la crueldad que tuve que vivir”, lamentó.
“Si salía a algún lado, a una plaza o a un baile, me sentía observada y acosada. No fue solo el suceso traumático de la violación, sino también todo el después”, había dicho la víctima.
La joven además contó que su familia y sus amigos se enteraron en el 2022, mismo año en que dio la entrevista. “Las víctimas de violencia de género demoran mucho en hablar”, dijo.
“Era infeliz y no sabía porqué. Ahora recién me estoy liberando y sintiendo un poco mejor. Intenté siempre sentir que eso no me había pasado, lo bloqueé para seguir adelante”, relató hace dos años.
"Avergonzada y culpable", fueron algunas de las sensaciones que le quedaron de esa noche. "No fue consensuado. El estado en el que yo quedé, casi desmayada en el suelo, no hay posibilidad de que haya sido (consensuado)”, agregó.
A pesar de que se animó a contar lo sucedido, ella mismo declaró que seguía "habiendo algo" que todavía no había curado.
Aunque recibió "apoyo psicológico y psiquiátrico" y consumió antidepresivos, no se sintió "muy contenida ni apoyada”, admitió.
“Duele horrible la mochila con la que cargué por 12 años. En ese momento no existían las redes de contención que existen hoy en día y muchas situaciones de abuso que han ocurrido me han dado el coraje y la valentía", dijo.
“Quiero que esto repercuta a nivel general, como sociedad, y dejar un mensaje: que dejemos de naturalizar estas cosas y que las víctimas dejen de sentirse culpables y avergonzadas”, cerró la joven.
Cuando realizó esta entrevista la joven tenía 27 años y se había recibido de licenciada en Trabajo Social, desde que cumplió la mayoría de edad se fue a vivir a Montevideo.
Sin embargo cursaba una maestría en el CURE (Centro Universitario Regional Este) de Maldonado, por lo que a veces viajaba al departamento.