Alberto Iglesias había declarado en 2023 que cuando asumió al frente de Casa de Galicia el gerente le informó que había diez o doce prestamistas que entregaban dinero porque los bancos no le prestaban a una mutualista endeudada. Este viernes, en la sexta jornada del juicio dirigido por la jueza de Crimen Organizado Diovanet Olivera, declararon dos de ellos, Marcelo Bonanata y Juan Carlos Lousada.
Se trata de los prestamistas a los que Iglesias les extendió pocos días antes de presentar el concurso instrucciones irrevocables de pago para cancelarle las deudas que Casa de Galicia mantenía con ellos. Aunque ni Bonanata ni Lousada llegaron a cobrar ese dinero porque la intervención lo descubrió y el sindico lo frenó con un trámite judicial, para la fiscalía constituyen del delito de insolvencia societaria fraudulenta del que lo acusa.
Además lo acusan de cometer apropiación indebida por el destino poco claro de los US$ 180.000 que retiró en pesos de un cambio y que en el juicio dijo que se los quedó para cobrarse un préstamo que había hecho a la institución “de su bolsillo”.
Prestamista: "Yo ya olía todo raro y no tenía certeza de nada"
Bonanata se definió como un empresario que se dedica al cine, como titular de Grupocine, también del Hotel Serena, y dijo que arrendaba campos. Recién cuando le preguntaron si tenía un cambio hizo mención a que era dueño de Cambistar, donde operaba Casa de Galicia y de donde Iglesias se llevó los US$ 180.000, tras pedir que se los cambiaran a pesos ($ 7,4 millones).
Contó que cuando asumió Iglesias, a quién conocía desde hacía años, decidió realizar “préstamos y colocación de dinero a tasas mayores a los bancos”. Recordó que el primer préstamo fue por $ 50 millones, que se hacían contratos por cada uno de ellos y siempre entregaba el dinero con cheques "emitidos no a la orden" a la cuenta de la mutualista.
El empresario dijo que Casa de Galicia le quedó debiendo $ 30.500.000 que logró verificar en el juicio concursal pero nunca los recuperó.
Bonanata contó que en determinado momento (el secretario de la directiva de Casa de Galicia, José Enrique) Sienra le ofreció “sacar cheques endosados”. “Después me di cuenta para que me lo ofrecía, él quería sacarse esos cheques por cheques avalados por Iglesias. Yo ya olía todo raro y no tenía certeza de nada”.
Dado que uno de los gerentes había contado que Bonanata había prestado dinero antes, uno de los defensores de Iglesias, Marcelo Dominguez, le preguntó al respecto. El empresario, presentado como testigo de la fiscalía, respondió que durante la presidencia de José Mouriño “había prestado pero nada que ver con estos montos”.
Ante una consulta de fiscalía sobre el retiro de dinero en Cambistar por parte de Iglesias, Bonanata dijo que "no era habitual" pero esa vez "pidieron llevarse el dinero".
En el caso de Lousada, un comerciante que se dedica a la venta de repuestos, dijo que su despachante de Aduana que era Sienra, el secretario general de Casa de Galicia, le ofreció colocar dinero en la mutualista. Al principio rechazó la propuesta pero luego le dijo que Iglesias quería hablar con él. “Era último gobierno de Tabaré Vázquez”, recordó sobre la época en la que prestó dinero por primera vez.
“En total habrán sido cinco veces. El gerente me llamaba, se iban renovando contratos y me preguntaban si quería cobrar el capital o intereses y me renovaban el capital”
Lousada contó que en total prestó US$ 1.600.000. Agregó que por lo general pedía una letra de cambio al banco y firmaba un contrato de préstamo. “Se hacían cheques a 90 días, por los intereses”.
Juicio Casa de Galicia/
Foto: Leonardo Carreño
Dijo que nunca recuperó el capital. “Al final del período me pagaron con unas cesiones de pago que eran contratos que tenia Casa de Galicia con Gremca, para cobrar a futuro, eran cuotas de US$ 150.000 pero no se pagó ninguna. Habia una para cobrar que Lideco pidió que no me la pagaran”, dijo en relación al síndico del concurso, donde se le verificó ese crédito aunque dijo que nunca cobró nada.
Lousada tiene la particularidad, además, de ser socio de Clínicas Leborgne en un negocio que se hizo en plena crisis de la mutualista. Ante una pregunta de fiscalía contó que compraron “49% con el estudio de Álvaro Galeano”, de los cuales 10% eran suyos y 39% de Galeano.
“Lo conocía desde hacía mucho tiempo atrás porque el padre de él tenía taller mecánico”.
Agregó que Iglesias le había preguntado si le interesaba el negocio. “Después me puse en contacto con él porque lo conocía”. También relató que luego de que se liquidó Casa de Galicia, Galeano negoció con el estudio Giménez de Aréchaga que intervino para comprar 51%, el juez del cocurso Leonardo Méndez aceptó y después se le dio cuenta al MSP y no hubo objeción.
Los US$ 180.000 no tienen trazabilidad
Este viernes también declaró el contador Milton Pesce, quien había hecho un informe de atestiguamiento sobre el destino de los US$ 180.000 que se llevó Alberto Iglesias en pesos en efectivo de Cambistar a pedido del primer abogado que lo defendió que fue Enrique Moller.
Pesce declaró sin embargo que no pudo hacer la trazabilidad de ese dinero, algo que "solo se podía trazar con dinero marcado que creo que no es el caso". "Yo lo que digo es que razonablemente hay comprobantes que lo respaldan".
El contador aclaró que en base a los documento que Moller le proporcionó a través de Iglesias, pudo atestiguar "razonablemente que positivamente los fondos fueron aplicados para atender intereses que indirecta o directamente están relacionados a Casa de Galicia o empresas satélite".
Agregó que en base a los comprobantes que vio las cuentas le cierran pero no puede garantizar que Iglesias lo haya realizado dado que la unica manera de saber eso, hubiera sido "haber ido al lado de él cuando hizo el depósito".
La compra de Clínica Leborgne
En la audiencia del jueves en tanto, declaró el contador Ricardo García Dufort y Álvarez quien relató como fue el proceso de compra por Casa de Galicia de Clínicas Leborgne. El profesional contó de un informe que elaboró en el que hasta 2021 la Clínica tenía deudas del entorno de los $10,4 millones.
Agregó que esa deuda no fue saldada, incluso luego de la liquidación de la mutualista hubo algunos servicios que intentaron cobrarlos a través de ASSE ya que no se iba a dejar de trata a pacientes de cáncer. "Pero no se logro cobrar", dijo.
García Dufort y Álvarez afirmó que Casa de Galicia tenía un proyecto para el área de oncología con el que iba a compensar todas las cuentas pero no se pudo llevar a cabo.
Juicio Casa de Galicia/Sala de audiencias
Foto: Leonardo Carreño
La única deuda que se canceló fue la de Tera Ingenieros, la empresa que se encargaba de hacer el mantenimiento de los equipos oncológicos a la que se le debían $ 2 millones. Dijo que se consiguió un cheque por ese monto y fue la única de las instrucciones de pago que Iglesias firmó días antes de presentar el concurso y se logró cobrar.
No se ha hecho mención sobre por qué la sindicatura no frenó ese pago.