El Mercosur y la Unión Europea cerraron este viernes 6 en Montevideo las negociaciones para crear la mayor zona de libre comercio del mundo.
El anuncio fue realizado por el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tras una reunión en la que también participaron Javier Milei (Argentina), Lula da Silva (Brasil) y Santiago Peña (Paraguay).
Los cinco mandatarios celebraron el acuerdo con una foto sonrientes y tomados de las manos.
El texto entrará ahora en revisión y traducción porque fue negociado en inglés y deberá estar disponible en 25 idiomas. Luego será firmado pero comenzará a regir recién cuando sea ratificado por el Parlamento europeo y los parlamentos de los países del Mercosur. El canciller Omar Paganini estimó que todo ese proceso puede demorar más de un año.
Una vez en marcha, creará la mayor zona de libre comercio del mundo, ya que viven más de 722 millones de personas (449 millones en Europa y 273 millones en Sudamérica). El año pasado, los bloques tuvieron intercambios –en bienes– por más de US$ 100.000 millones.
25 años de negociaciones
¿Cómo fueron las negociaciones? ¿Por qué demoraron 25 años en cerrarse? ¿Qué diferencia a este anuncio del realizado en 2019? ¿Qué cambios se introdujeron?
El 28 de junio de 1999, con una cumbre en Río de Janeiro, el Mercosur y la Unión Europea dieron inicio a una etapa de “diálogo político al más alto nivel” que estableció el objetivo de concretar una “ambiciosa asociación estratégica birregional”.
Cuatro años antes habían firmado un acuerdo marco de cooperación y en abril del 2000 se produjo la primera reunión del grupo negociador. Las conversaciones –en lo que se denominó “primera etapa” de la negociación– se extendieron hasta el 2004 cuando fueron suspendidas por falta de acuerdo.
Los países retomaron los diálogos seis años después en 2010. La segunda etapa de la negociación duró tres años hasta el 2013 cuando –nuevamente– fue suspendida por falta de avances.
La tercera etapa comenzó en 2016 y terminó tres años después con un anuncio de acuerdo que no fue tal.
El 28 de junio de 2019 –cuando se cumplían exactamente veinte años del comienzo– los cancilleres sudamericanos y sus pares europeos anunciaron en Bruselas que habían alcanzado un "acuerdo político" sobre los principales elementos de la negociación como las cuotas ofrecidas por la UE al Mercosur.
cumbre mercosur
Foto: Leonardo Carreño
A pesar de ese anuncio, las negociaciones no estaban completamente concluidas. Faltaban cerrar las indicaciones geográficas y las cláusulas de implementación del Acuerdo, entre otros puntos.
Para ese entonces, se habían realizado treinta y nueve reuniones formales del Comité de Negociaciones Birregionales (el órgano encargado de la negociación del acuerdo) así como una importante serie de reuniones informales y a nivel de jefes negociadores.
La postura negacionista del cambio climático de Jair Bolsonaro en Brasil tensaron las conversaciones. La Unión Europea exigió la incorporación de una addenda ambiental aunque la dejó en stand by y la envió recién en 2023 cuando Lula había vuelto al poder.
El brasileño se puso al hombro los diálogos y coordinó siete rondas de negociación, la última la semana pasada en Brasilia. En este lapso, la UE y los socios del Mercosur fueron sumando “nuevos textos” al acuerdo.
Los cambios
Según supo El Observador, se incorporaron disposiciones en materia de cambio climático, deforestación, transición energética, derechos laborales, comercio, empoderamiento económico de las mujeres y requisitos de importación.
La UE se comprometió a ofrecer incentivos adicionales como cuotas o aranceles más bajos para ‘productos sostenibles’ exportados por el Mercosur; se creará un mecanismo de rebalanceo de concesiones comerciales y habrá posibilidad de pedir revisiones de temas del acuerdo (como las cuotas de bienes).
También se incorporaron compromisos adicionales en materia de cooperación y hubo cambios en el capítulo sobre derechos de autor a partir del caso de Spotify en Uruguay.
Brasil, exigió y logró extender el cronograma de desgravación arancelaria para vehículos híbridos y eléctricos, mientras que junto a Argentina negociaron bilateralmente con la UE términos más beneficiosos que los acordados en 2019 en materia de compras públicas.
Por último, se aprobó que el Acuerdo de París sea un “elemento esencial” algo que fue una condición fundamental de parte de la UE para cerrar el proceso. “El Mercosur ha logrado establecer una definición clara y objetiva de qué se entiende por violación del Acuerdo de París para evitar que el Acuerdo pueda ser suspendido a discreción de uno de los bloques”, señala una síntesis elaborada por la Cancillería.