El Ministerio de Educación y Cultura (MEC) derogó un decreto del anterior gobierno de Luis Lacalle Pou que flexibilizaba distintas condiciones para las universidad privadas, entre algunos cambios estaban que las maestrías se pudieran cursar en año, la doble titulación y facilidades para instituciones extranjeras.
Las conversaciones del anterior gobierno con las instituciones privadas iniciaron antes de asumir y se concretaron en un decreto de fines de 2024. Sin embargo, la administración encabezada por Yamandú Orsi dio de baja estas flexibilizaciones.
Este último decreto, además de la firma del presiente, lleva la del ministro de Educación José Carlos Mahía.
La reglamentación también pide que se elabore "una propuesta de actualización de la normativa que regule el sistema de enseñanza terciaria privada", en la que trabajen el Consejo Consultivo de Enseñanza Terciaria Privada y el Área de Educación Superior de la Dirección Nacional de Educación del MEC.
Qué cambios proponía la administración de Lacalle Pou en las universidades privadas
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Archivo, 2020. El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, y el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira
Camilo dos Santos
Entre otras modificaciones, la gestión de Lacalle Pou propuso que las maestrías puedan cursarse en un año y no en dos. Igualmente, estos estudios seguían requiriendo una carga horaria mínima de 500 horas.
En cuanto a los ingresos a posgrados dejaría de ser un requisito indispensable contar con un título de grado reconocido en Uruguay, sino que valía una acreditación de conocimientos equivalentes (por ejemplo, un título que no existe en el país o bien la notoria experiencia acreditada).
La normativa también contemplaba la doble titulación en carreras que se cursan en distintas universidades. Y establecía que “las asignaturas cursadas en el marco de programas de doble titulación no requerirán reválida”.
El decreto explicaba que las carreras podían dictarse de manera presencial, virtual sincrónica (con el docente y los estudiantes conectados en simultáneo), o asincrónica en que cada alumno cursa a su ritmo. En esa reglamentación especificaba que “no se reconocerán carreras que tengan más de un 33% (un tercio) del total de horas en modalidad virtual asincrónica”, como había informado El País.
Uno de los cambios más polémicos era la autonomía de las universidades privadas con más de dos décadas de existencia y que no hayan recibido observaciones graves.
Bajo esa reglamentación, la Universidad ORT Uruguay, la Universidad Católica, la Universidad de Montevideo, Universidad de la Empresa y Claeh podrían solicitar una autorización definitiva que les permita cambiar modalidades, planes de estudio, cambiar el nombre del título final o incluso crear nuevas orientaciones sin tener que contar cada vez con el aval del MEC (sino haciendo la actualización cada cinco años).
Las privadas “con más de 20 años” iban a pasar entonces a parecerse más a la autonomía de la Udelar.
El decreto del anterior gobierno también flexibilizaba la llegada de universidades extranjeras. No era necesario que más de la mitad del “directorio” sea ciudadano natural o legal uruguayo, sino que bastaba con solo dos quintos. Tampoco había exigencia idiomática ni la contratación específica de docente uruguayos.
La normativa les pedía que “dicten al menos una carrera de grado, maestría o doctorado en forma enteramente presencial en el territorio nacional" y que contaran "con una sede física que sea de uso exclusivo de la institución y apta para el desarrollo de sus actividades”.
Según supo El Observador, solo una universidad extranjera estaba avanzada en su llegada a Uruguay: la Universidad del Atlántico Sur.
Sin embargo, estos cambios también fueron derogados por el decreto emitido el pasado martes por el gobierno de Orsi.
