El plenario decide: ¿ética o política?

El error político inicial fue poner la cabeza en la guillotina del Tribunal de Conducta Política. Con ese desliz no solo se puso en riesgo él, sino que tomó de rehén a todo el Frente Amplio y al gobierno de Tabaré Vázquez.

Pero luego su estrategia pareció fortalecerse. Raúl Sendic, que en el eje "izquierda-derecha" dentro de la coalición estaba indefinido y no parecía volcarse por ninguno de los "bandos" (más allá de su enemistad con Danilo Astori) encontró refugio en los más radicales.

El Partido Comunista, el Movimiento de Participación Popular (MPP) y con ellos las bases del Frente Amplio (sí, las bases responden sustancialmente a esos dos sectores y no son tan autónomas como se presentan), empezaron a protegerlo. Y Sendic, a cambio, viró su discurso hacia la izquierda. Ahora habla de los "yanquis" o critica al gobierno por dar poco a apoyo a las pequeñas empresas.

¿Qué logró con ese cambio? Que en el Plenario del próximo sábado los que tienen la mayoría de los votos estén de su lado. ¿Con qué estrategia lo defenderían? Tapando todo. No mostrando el fallo. Desprestigiando al tribunal.

¿De qué manera desprestigiarlo? Filtrar supuestos contenidos pudo ser un buen método. Nunca sabremos si fueron los que apoyan a Sendic quienes hicieron circular falsas versiones del fallo.

¿Pero a quién le servía más? El discurso posterior, tanto de su sector como del propio Sendic, fue criticar a los integrantes del tribunal y al presidente del FA, Javier Miranda. En la historia del Frente Amplio eso era impensado.

Para llegar al tribunal, los dirigentes debían pasar varios filtros. Ser casi "intocables", al punto que los plenarios aceptaban sin dudar las recomendaciones de sanciones que proponían los examinadores.

Pero la mayoría de las filtraciones, como había adelantado Jorge Brovetto hace dos semanas, eran falsas. "Se verá que muchas cosas que se dijeron son el resultado de una imaginación digna del libreto de alguna película", dijo al ser consultado por Montevideo Portal el 15 de agosto.

Y al conocerse ayer el fallo se advierte que Brovetto tenía razón. Pero en el medio, todo el tribunal fue objeto de críticas y desprestigios.

Entonces, ¿cuándo se empezó a desmoronar la estrategia de defensa a Sendic?

La semana pasada la Mesa Política resolvió dar a conocer el dictamen del Tribunal de Conducta Política una semana antes del Plenario. Los sectores que apoyan a Sendic quisieron dar vuelta esa decisión. Es que ese fue el punto de quiebre. Hacer público el fallo con cinco días de anticipación rompe la estrategia de desprestigio al tribunal.

Pero va más allá. Suma presión a los delegados de sectores y bases que el sábado 9 vayan al Plenario.

Después de haber leído todas las contundentes frases que el tribunal dice sobre Sendic, seguramente muchos delegados que pensaban votar en apoyo al vicepresidente recibirán, en su entorno, su barrio, su familia, decenas de comentarios negativos.

Una encuesta de Equipos, difundida este lunes por Subrayado, demostró como incluso entre los frenteamplistas la mayoría cree que el vicepresidente debe renunciar a su cargo. Y eso los dirigentes lo sentirán en la semana, luego de leer que para el tribunal de ética, Sendic tuvo "un modo de proceder inaceptable en la utilización de dineros públicos" y que mintió.

Ahora solo queda determinar una cosa: la decisión que tome el Frente Amplio el próximo sábado, ¿estará basada en criterios éticos o en políticos? Si lo que evaluaran fuese lo primero, no habría dudas de la decisión. Pero contar con el vicepresidente volcado hacia la izquierda es una tentación alta para los sectores más radicales.