“La forestación nos ha sorprendido”

Rodríguez, quien preside la Asociación Rural de Soriano (ARS), explicó que la producción forestal se realiza a 12 km del casco principal del establecimiento, “en un campo típico del costado de la cuchilla de Risso, que tiene las cuchillas con suelos 10, y todas las laderas y los bajos con 5,02b”.

La idea original era iniciar las plantaciones en la primavera de 2012, pero no se pudo, llovió demasiado. La instalación de los montes se activó pues en el otoño de 2013, hace un año y medio.

“Hubo una diagramación de los suelos, los 10 los usamos para agricultura y los 5,02b para ganadería y en estos últimos, donde permitían menos productividad, porque había mucha piedra, mucho afloramiento y son suelos de baja profundidad, las destinamos a la forestación”, comentó.

En La Estela “somos bastante más ganaderos que agrícolas, con los suelos buenos con agricultura, hay una rotación donde entra toda la parte de pasturas que utilizamos con el ganado, hay ciclo completo en vacunos y lanares. Hacemos cultivos de verano y de invierno, con rotaciones adecuadas a las exigencias de los planes de uso y manejo del suelo”, dijo.

Añadió que “la forestación nos ha sorprendido, positivamente, por el crecimiento de los árboles. Acabamos de ver en la recorrida que algunos tienen casi cinco metros, en un campo en el que vamos a disponer de sombra y abrigo para los animales, condiciones que no teníamos allí. Es un gran complemento para lo ganadero y permite un ingreso extra”.

Plantó todo con eucaliptus, de dos especies, el Dunii en las partes más bajas y el Grandis en las menos bajas, dadas sus respuestas –según la experiencia de la empresa forestadora– a las heladas, de modo de asegurar un correcto desarrollo de las plantas.

Rodríguez valoró la asistencia de profesionales de UPM Forestal Oriental: “son muy exigentes, por ejemplo en las condiciones en las que permiten iniciar el pastoreo, son muy cuidadosos, nos van indicando por parcelas cuándo está habilitado que es cuando ya los árboles no corren riesgos; primero habilitan para los lanares y luego para los vacunos”.

Agregó que “la interrelación con los técnicos, con los servicios por ellos contratados, ha sido muy buena también” y que “uno asumió el compromiso de cuidar esto para beneficio de las dos partes”.

Técnicamente, admitió, “las empresas grandes como estas tienen un montón de normativas muy adecuadas y que nos ayudan a nosotros también para mejorar nuestros procedimientos”.

La forestación, dijo, “la vimos útil para tener un nuevo negocio en la misma superficie, mejorando la actividad ganadera y el único cuidado que tuvimos fue el de alambrar bien toda la zona. Sobre cómo procederá, dijo que “el compromiso de arrendamiento es por 22 años, tenemos este primer cultivo y otro más, en primera instancia, en un campo con varias generaciones en manos de nuestra familia y que los jóvenes que estamos en la administración buscamos usarlo con la máxima eficiencia y responsabilidad, y en eso la forestación suma”.